La búsqueda de diferentes materiales para entrar en contacto con el vino durante su elaboración está provocando una vuelta a los orígenes, hay interés renovado por las ánforas y por reinterpretar las barricas o depósitos. Una empresa italiana ha desarrollado los primeros barriles en «cocciopesto» (un material empleado por los antiguos romanos) y también ofrece cubas de cemento.
El interés por nuevos materiales que puedan aplicarse en los recipientes para la elaboración de vino es una tendencia al alza, en la actualidad hay una fascinación por las ánforas y por depósitos que sean capaces de aportar una diferenciación en el proceso y el resultado.
La empresa italiana, Drunk Turtle, con sede en la Toscana ha desarrollado los primeros depósitos en «cocciopesto», una materia prima derivada de la mezcla compuesta de fragmentos de ladrillo triturado, fragmentos de piedra, arena, aglutinante de cemento y agua y que ya era utilizado por los romanos, y conocido por los fenicios. La firma también dispone de su variante «gemela» en cemento.
El «cocciopesto» para elaborar vino
Los depósitos de «cocciopesto» son el resultado de la búsqueda de la innovación por parte de Drunk Turtle que explica que tiene «el fin de desarrollar productos apoyados en las nuevas tecnologías , pero siempre basados en la cultura y la tradición».
Los antiguos romanos llamaban a este material, Opus Signinum término latino derivado de la ciudad de Segni (Signa) en Roma, donde, según fuentes antiguas fue inventado. Vitruvio describe la fabricación y uso en su tratado «De Architectura» (probablemente escrito entre los años 27 a. C. y 23 a. C.). Entre sus cualidades está el ofrecer una durabilidad notable en el tiempo, su alta resistencia y una alta inercia térmica.
Este producto de biocompatibilidad extrema puede ser utilizado en la elaboración del vino, «con indudables ventajas tanto en términos del comportamiento del recipiente con respecto al contenido, gracias a la porosidad característica del material que proporciona una excelente micro-oxigenación» detalla la firma italiana.
Al final del proceso de secado natural, el material muestra una micro-porosidad significativa «que lleva a exaltar, en la elaboración del vino y en el posterior proceso de envejecimiento, las cualidades organolépticas, enriqueciendo y ampliando el aroma del vino».
Las particularidades de las ánforas de «cocciopesto» son las siguientes:
- Espesor de 6 cm para la vasija de 10 hl y de 10 cm para 17 y 25 hl. Esto permite el control interno de temperatura sin fluctuaciones relevantes.
- Para el control de temperatura durante la vinificación está previsto una bobina de refrigeración en acero inox conectada a un sistema de condensación, y con posibilidad de control remoto.
- Los barnices interiores están homologados para alimentación.
El cemento para depósitos
El cemento es un material intrínsecamente natural, asimilable a la piedra de la que deriva, con características físico-químicas que permiten una perfecta conservación del vino.
Por eso destacan que «los contenedores hechos de este material dan mayores garantías de durabilidad e higiene«.
Sobre su elaboración dicen: «nuestras cubas se hacen con considerable espesor de las paredes, con una lechada de cemento 525, arena de río, fibras naturales para el refuerzo y agua de manantial (no es clorada)».
Entre las características comunes tanto para los depósitos de «cocciopesto» como para los de cemento se encuentran:
- La personalización: en todos los accesorios de acero inoxidable.
- Es posible pintar el exterior según las necesidades del cliente.
- Capacidades: 10 / 17 / 25 hectolitros.
Desde Drunk Turtle aseguran que sus productos están fabricados con técnicas tradicionales, utilizando materias primas seleccionadas: «un trabajo de acabado paciente, hecho totalmente a mano y el fruto de una maestría artesanal hacen cada barril único».
Empresa: Drunk Turtle
Contacto: www.drunkturtle.it
En España:
Representaciones Beltrán: www.representacionesbeltran.com
agente@nullrbeltran.com
