Una tesis doctoral destaca que el aumento de las temperaturas y de los niveles de CO2 por el cambio climático acelera la maduración de las uvas en la producción vinícola y afecta al color y posiblemente a los aromas. Esta tesis doctoral está realizada de forma conjunta en las universidades de Navarra y de Burdeos por el biólogo Johann Martínez-Lüscher, que alerta de otros cambios que pueden acontecer en la viticultura de proseguir las alteraciones climáticas.
La tesis doctoral del biólogo Johann Martínez-Lüscher pone sobre la mesa uno de los temas que ya es objeto de interés hace tiempo en el mundo vinícola: cómo afecta el cambio climático a la maduración de las uvas y afirma que el aumento de las temperaturas y de los niveles de CO2 acelera el proceso de maduración y que afecta al color y posiblemente a los aromas del vino. Además alerta de otros cambios que pueden afectar a la viticultura si las alteraciones climáticas continúan.
La tesis lleva el título «Effects of UV-B radiation on grapevine (Vitis vinífera cv. Tempranillo) leaf physiology and berry composition, framed within the climate change scenario (wáter deficit, elevated CO2 and elevated temperature)» (Efectos de la radiación UV-B en la vid -Vitis vinifera cv. Tempranillo- fisiología de la hoja y composición de las bayas, enmarcados dentro del escenario de cambio climático -déficit de agua, niveles elevados de CO2 y temperatura elevada-) . El biólogo explica que si se cumplen las previsiones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, y se alcanzaran los 700ppm de dióxido de carbono y un aumento de 4ºC , «la acumulación de azúcares podría ser tan rápida, que el resto de procesos que dependen de ésta, no serían capaces de seguir el ritmo». Y prosigue indicando que esto hace que «al comparar uvas con la misma concentración de azúcares o grado alcohólico, las cultivadas en condiciones de cambio climático tengan peor coloración y esto acabe percibiéndose en el vino». De hecho, «cada vez es más frecuente encontrar vinos con un grado alcohólico elevado debido a la sobremaduración de las uvas«.
Johann Martínez-Lüscher :
«Cada vez es más frecuente encontrar vinos con un grado alcohólico elevado debido a la sobremaduración de
las uvas».
No obstante, en el marco del cambio climático, las consecuencias podrían variar, ya que los cambios en niveles de radiación ultravioleta o el descenso en las precipitaciones «podrían tener efectos antagonistas a los provocados por un aumento de la temperatura o de los niveles de CO2». Todo ello genera «muchas incógnitas sobre qué esperar en un futuro», según este experto, que augura que la producción vinícola deberá encontrar soluciones para hacer frente a los desafíos ambientales.
Soluciones y ¿nuevas oportunidades para el vino?
Por ejemplo Johann Martínez-Lüscher propone el uso de ‘clones‘ (subvariedades) de maduración más lenta que «podría ser una de las posibles estrategias». Otra opción muy tentadora sería «cambiar las variedades que se plantan en cada lugar por otras mejor adaptadas a climas más cálidos, pero esto supondría renunciar en gran medida a la tipicidad de nuestros vinos, algo inimaginable».
Sin embargo el investigador apostilla que el cambio climático puede ofrecer nuevas oportunidades, como la producción de un tipo de vino en climas más fríos donde antes no era posible: «Es el caso de la incipiente industria del vino en el Reino Unido donde tengo previsto seguir trabajando», señala.
El estudio de Johann Martínez-Lüscher ha sido financiado por la Universidad de Navarra, el Programa de Cooperación Transfronteriza Navarra-Aquitania, el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea.