Treinta y siete naciones firman una declaración para reafirmar su compromiso con la industria del vino y la Organización Internacional de la Viña y el Vino en el marco de su centenario. La reunión ministerial es previa a la Asamblea General de la OIV y al Congreso Mundial de la Viña y el Vino que se celebran del 14 al 18 de octubre en Dijon, sede del organismo y capital de Borgoña, una de las principales regiones productoras de Francia.
La conferencia ministerial del Congreso Mundial de la Viña y el Vino, que se ha celebrado el 13 de octubre en Dijon (Francia) con asistencia de delegaciones de 37 países ha contado con la presencia entre ellos de España. La declaración suscrita en torno a la actividad vitivinícola resalta el fomento de la sostenibilidad en la viticultura desde las perspectivas ambiental, social y económica. Además, busca promover el patrimonio global de la vid y el vino, abarcando sus dimensiones históricas, culturales, humanas, sociales y ambientales.
La OIV, que celebra este año su centenario, tiene entre sus principales objetivos la armonización internacional de las prácticas y normas del sector. España fue uno de los ocho países fundadores. La organización cuenta en la actualidad con 50 Estados miembros y 18 observadores.
El director general de la OIV, John Barker, declaró que desdela OIV acogían «con gran satisfacción esta Declaración histórica. Es una expresión esencial de apoyo a la OIV y al sector de la vid y el vino en un momento crucial. El alto grado de consenso en torno a la mesa ilustra la fe en la ciencia y la cooperación que han estado en el corazón de la OIV durante 100 años.
Los Ministros reconocieron plenamente el valor del sector de la vid y el vino económico, pero también social y cultural».
Hizo hincapié en que «de cara al futuro, reconocen los retos a los que se enfrenta el sector de la vid y el vino: la sostenibilidad y el cambio climático, los cambios en las pautas de de consumo y un entorno comercial internacional incierto».
Sobre un aspecto vital para la actividad vitivinícola, la sostenibilidad, explica que «los Ministros reconocieron unánimemente la importancia de la sostenibilidad para el vino, las uvas y los productos vitivinícolas, desde el punto de vista medioambiental, económico y social. Reafirmaron la importancia de la cooperación y del intercambio de conocimientos para fomentar la innovación. la innovación».
Y añadió que «hubo un fuerte consenso entre los países miembros en cuanto a la importancia de una cultura del vino inclusiva y global.
Al mismo tiempo, los Ministros reafirmaron su compromiso con la OIV y la importancia de sus trabajos científicos para informar y orientar al sector y favorecer la armonización internacional. En este sentido, nos complace que se haya insistido en la necesidad de proseguir y reforzar la colaboración con otras organizaciones internacionales».
Así «esta Declaración da a la OIV un gran impulso al entrar en su segundo siglo y refuerza su nuevo plan estratégico que será adoptado en la próxima Asamblea General del 18 de octubre», declaró finalmente John Barker.
La participación española en la conferencia ministerial
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, puso a la actividad vitivinícola como ejemplo de transición hacia un modelo de producción más sostenible, gracias a sus avances tecnológicos y la constante modernización de su procesos productivos. Ha recordado, además, que se trata de un sector que desempeña un papel motor en la economía de muchas zonas rurales españolas.
En la reunión ministerial de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) que se ha celebrado en Dijon (Francia), el ministro ha detallado el “importante camino recorrido” por el sector vitivinícola en su adaptación a las nuevas circunstancias derivadas del cambio climático.
También ha hecho referencia a la mejora de su sostenibilidad. Así, ha mencionado la apuesta por la producción ecológica, la incorporación de técnicas de agricultura de precisión, el uso de energías renovables, la renovación y modernización de las bodegas y el aprovechamiento y valorización de subproductos, que favorecen el desarrollo de la economía circular.
El viñedo cumple importantes funciones en el ámbito medioambiental, entre las que el ministro ha destacado la conservación de suelos y la captación de carbono. Planas ha recordado que estos aspectos son cada vez más considerados por los consumidores y que, como ocurre en general con los sistemas alimentarios, el futuro del sector pasa por la sostenibilidad en su triple dimensión, ambiental económica y social.
El ministro ha señalado como reto de futuro la reducción de la huella climática de la producción de vino con cultivos más resistentes a la sequía o las temperaturas extremas. Se ha congratulado de que esta adaptación sea uno de los ejes del nuevo plan estratégico diseñado por la OIV para el periodo 2025-2029 que será aprobado por la asamblea general que se celebra a partir del 14 de octubre.
Planas ha destacado que la actividad vitivinícola favorece la preservación territorial y de los valores etnográficos, sociales y culturales. España, que cuenta con más de 900.000 hectáreas de viñedo, es uno de los principales productores mundiales de vino.
En su intervención, el ministro ha hecho referencia también a la necesaria adaptación a los nuevos patrones de consumo, ha apelado a una ingesta moderada y responsable, y ha expresado el apoyo del Gobierno español a la regulación de los vinos desalcoholizados. Igualmente se ha mostrado partidario de reforzar el uso de medios electrónicos para responder a las demandas del consumidor sobre una mayor información sobre el origen, trazabilidad y aspectos relacionados con la salud.
Homenaje a Pau Roca
Tras la reunión se celebró un acto de homenaje a Pau Roca, fallecido en diciembre de 2023, que era director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) desde 2019, el primer español en ocupar dicho cargo.
La ciudad de Dijon rindió un sentido homenaje a Pau Roca, quien fue Director General de la OIV entre 2019 y 2023, al bautizar un clos (viñedo) en su honor. Roca fue el artífice del traslado de la sede de la OIV a Dijon y dio inicio a la celebración del Año del Centenario de la organización.
La ceremonia estuvo marcada por la inauguración de la placa y el pórtico del «Clos Pau Roca», develados por François Rebsamen, alcalde de Dijon, y Luis Planas, ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación. También estuvieron presentes John Barker, actual Director General de la OIV, y Luigi Moio, presidente de la OIV. Diana Ribera, esposa de Pau Roca, asistió acompañada de sus hijos Ana, Quico, Teresa, su yerno Eduardo, así como de su nieta Eugenia.
Durante el evento, se plantaron 20 cepas injertadas de las cepas madre de Dijon, marcando el inicio de una nueva era para los viñedos de la ciudad. La ceremonia concluyó en un ambiente de gratitud y solidaridad, con un profundo reconocimiento al legado de Pau Roca.
El Clos Pau Roca está ubicado en la intersección de las calles Henri Dunant, René Cassin y Croix des Valendons.
Congreso y asamblea de la OIV
Con el lema «Congreso del Centenario: La viña y el vino, un patrimonio innovador ante los retos del siglo», este evento sobre la actividad vitivinícola que organiza la OIV reúne del 14 al 18 de octubre en Dijon (Francia) a investigadores y especialistas de diversas partes del mundo para discutir temas y propuestas innovadoras en el sector. Este año, el congreso se perfila como el más grande desde 2008 por las presentaciones y países participantes. Asimismo tiene lugar la 22ª Asamblea General de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).