Investigadores de la Universidad de Sevilla han colaborado en un estudio internacional que entre sus conclusiones valora el acolchado de paja en los suelos de viñedo como un factor reductor del nivel de erosión, hasta un 78% y que además tiene como ventaja un muy bajo coste.
Una investigación internacional, en la que han participado expertos de la Universidad de Sevilla, señala que «el acolchado de paja como una medida de conservación para suelos de viñedo es capaz de reducir hasta cerca del 80% su nivel de erosión a unos costes bajos para el agricultor». Esta medida reduce rápidamente tanto la formación de escorrentía como la cantidad de partículas de suelo que se desprenden por efecto de la lluvia, reduciendo las tasas de erosión un 78% a un coste económico muy bajo.
En el artículo científico «The immediate effectiveness of barley straw mulch in reducing soil erodibility and surface runoff generation in Mediterranean vineyards» publicado en la revista ‘Science of The Total Environment’, los expertos analizan el efecto de un acolchado de paja de cebada sobre la pérdida de agua y sedimentos en suelos de viñedo frente a episodios de lluvia intensa poco frecuentes, característicos del clima mediterráneo.
En la cuenca mediterránea se dan varias circunstancias que han favorecido la degradación del suelo. Por un lado, el propio clima mediterráneo, cálido y con precipitación relativamente baja y muy variable de un año a otro, lo que produce períodos de sequía más o menos intensos. Por otro, el uso agrícola del suelo durante los últimos dos mil años, que ha favorecido la pérdida de materia orgánica y nutrientes, así como otros procesos de degradación. La erosión en la región Mediterránea no es un proceso continuo sino que en ocasiones bastan una o dos lluvias intensas para generar tasas altas de erosión anuales.
“Las prácticas agrícolas tradicionales contribuyen a agravar esta situación, ya que eliminan la protección del suelo y favorecen la erosión. En situaciones de riesgo, la pérdida de la capa de suelo fértil puede tener fuertes impactos económicos y sociales. Por esta razón, es necesario investigar sobre el manejo agrícola de suelos en riesgo de erosión y encontrar tipos de manejo que favorezcan la protección del suelo a un coste razonable para el agricultor como es el acolchado de paja”, afirma el profesor de la Universidad de Sevilla y uno de los autores del estudio, Antonio Jordán.
Los investigadores han comparado la erosión producida en suelos sin protección con la de suelos bajo acolchado de paja de cebada y han calculado la tasa de aplicación teniendo en cuenta el coste económico de la compra, transporte y aplicación del material, que debe ser rentable para el agricultor.
Para controlar la intensidad de lluvia, su duración e incluso el tamaño de las gotas, se ha utilizado un simulador de lluvia portátil diseñado por investigadores de la Universidad de Valencia. “El uso de simuladores de lluvia en la investigación sobre erosión es útil, porque permite controlar fácilmente todos los factores implicados. En este caso, simulamos tormentas intensas, relativamente frecuentes en la zona, que son las que originan la mayoría de los procesos erosivos más intensos en el área de estudio”, explica Antonio Jordán.
Para el estudio se realizaron 20 experimentos sobre suelo desnudo y otros tantos sobre suelo acolchado, y en cada caso se calcularon parámetros hidrológicos como el tiempo de encharcamiento, el tiempo de generación de flujo de agua superficial, las tasas de infiltración y formación de escorrentía, así como la pérdida de suelo producida.
El uso de acolchados en suelos de cultivo
La aplicación de acolchados de paja es muy sencilla y barata, y es útil para todo tipo de suelos cultivados. En general, es una práctica muy beneficiosa en varios sentidos. Trabajos anteriores señalan que el acolchado favorece tanto la fertilidad física como química del suelo, además, diversos investigadores han comprobado que también contribuye a reducir el riesgo de contaminación del suelo y los acuíferos. Es un sistema que se ha utilizado también con éxito en la recuperación de suelos afectados por incendios. “Sin embargo, es necesario conocer cuándo aplicarlo, dónde y en qué cantidad. Además de menos rentables, cantidades excesivas, mal utilizadas o materiales inadecuados pueden producir efectos no deseados”, añade el profesor de la Universidad de Sevilla.
Este trabajo ha sido dirigido por Massimo Prosdocimi (Universidad de Padova, Italia) en colaboración con el Grupo de Investigación Med_soil Research Group de la Universidad de Sevilla, Paolo Tarolli (Universidad de Padova, Italia), Saskia Keesstra (Universidad de Wageningen, Holanda), Ágata Novara (Universidad de Palermo, Italia) y Artemi Cerdà (Universidad de Valencia).
Referencia bibliográfica: The immediate effectiveness of barley straw mulch in reducing soil erodibility and surface runoff generation in Mediterranean vineyards. Massimo Prosdocimia, Antonio Jordán, Paolo Tarolli, Saskia Keesstra, Agata Novara, Artemi Cerdà. Publicado en Science of The Total Environment Volume 547, 15 March 2016, Pages 323–330. doi:10.1016/j.scitotenv.2015.12.076
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