Un total de 50 estados pertenecen ya a la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), tras la incorporación de Albania. Esta cantidad de países adheridos representa un hito que la OIV alcanza por primera vez en sus 100 años de historia.
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) sigue creciendo, en esta ocasión con la adhesión de Albania, por lo que se ha logrado alcanzar los 50 estados pertenecientes a este organismo, que entre sus funciones está la de informar a sus Estados miembros de las medidas que afectan a los productores, consumidores y demás agentes del sector de la vid y los productos vitivinícolas. Así proporciona a los países productores y consumidores de uva y vino información para elaborar normativas, minimizar los obstáculos al comercio, fomentar la producción sostenible y proteger a los consumidores.
En este sentido al convertirse en miembro de la OIV, Albania se beneficiará de la información, la cooperación y los servicios de una red de cerca de 1000 expertos. Estos vínculos permiten a Albania participar en las decisiones fundamentales relativas a la evolución del sector y alzar su voz convirtiéndose en uno de los 50 responsables de la toma de decisiones en un ámbito tan importante.
Desde la OIV destacan que «la cooperación de los Estados miembros en el seno de la OIV es un factor clave para una mejor comunicación, una legislación más eficaz y, por tanto, un comercio más transparente y fructífero en el sector de la vid y el vino». Y estrenando su papel como nuevo miembro, Albania participará en la 22ª Asamblea General en octubre de 2023.
En palabras de Frida Krifca, Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Albania: «Para nosotros, unirnos a la OIV significa facilitar el acceso de nuestros viticultores a los conocimientos más avanzados y a la innovación del sector, compartiendo conocimientos en un sector que queremos que crezca con fuerza. A través de esta adhesión, los viticultores albaneses y los especialistas del sector formarán parte de la comunidad mundial que nos ayudará a ampliar nuestros horizontes y compartir experiencias».
Albania: viticultura y vinos
En 2022, Albania contaba con una superficie de viñedos de 11.339 hectáreas. Según las estadísticas de la OIV, ocupaba el puesto 41 de los productores mundiales y el 55 de los consumidores.
La viticultura en el territorio de Albania se remonta a más de 2000 años atrás, con los registros de ilirios (un grupo de pueblos de habla indoeuropea que habitaban la península balcánica occidental en la antigüedad) cultivando uvas y produciendo vino. Esta tradición ha continuado a lo largo de todas las épocas históricas, durante el Imperio Romano y Bizantino, durante el dominio otomano y en la época moderna, durante la Segunda Guerra Mundial y el régimen comunista, con sus dificultades y éxitos, hasta llegar a nuestros días.
En los últimos treinta años, el sector de la vid y el vino en Albania ha experimentado un lento pero constante ascenso. La superficie de viñedos plantados ha pasado de 2.776 ha en 2010 a 7.442,3 ha en 2021, de las cuales 5.954,8 ha son para vino y 1.488 ha para uva de mesa.
Varias bodegas se dedican a producir vino a partir de variedades de uva autóctonas como: kallmet, shesh (blanca y tinta) serine, debinë (blanca y tinta), puls, cërrujë, vlosh. Estas variedades de uva están ganando popularidad poco a poco y se han convertido en el punto fuerte de los viticultores albaneses, atrayendo a amantes y profesionales del vino que ahora empiezan a descubrir el terruño y los aromas particulares de los vinos de Albania.
Otras variedades que se han adaptado bien al territorio y al clima de Albania son: merlot, muskat, riesling, tempranillo, cabernet sauvignon, etc.
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Albania ha tomado varias medidas para apoyar al sector, incluyendo la viticultura y la producción de vino en el Plan Nacional de Apoyo. También se han dado varios pasos para alinear la ley y las disposiciones con las de la Unión Europea, que culminaron con la aprobación en el Parlamento de una nueva ley de Viticultura y vino, que regula mejor el sector y permite a los productores ampliar sus oportunidades de exportación.
En la radiografía sobre el país que realiza la OIV destacan que «varias bodegas han pasado de la producción a pequeña escala a verdaderos establecimientos vinícolas que ahora son capaces de garantizar no solo la cantidad sino también la calidad del vino, aportando excelencia en una botella para los amantes del vino. Actualmente hay 70 bodegas registradas en Albania, de las cuales más de 20 son grandes bodegas».