La Fundación para la Cultura del Vino reunió a expertos y viticultores para analizar el futuro del paisaje del viñedo en España. Se debatió la necesidad de proteger este patrimonio y entre otros aspectos se abordaron las figuras jurídicas existentes para su reconocimiento, como el Patrimonio de la Humanidad.
La Fundación para la Cultura del Vino ha organizado una jornada de análisis del paisaje del viñedo en la sede del Colegio de Arquitectos en Madrid. En esta reunión, se propuso una reflexión sobre el futuro de un paisaje agrario como el viñedo que permanece más allá del vino, como recurso económico, figura territorial de calidad, sostenibilidad y cultura.
La dirección técnica de la jornada fue llevada a cabo por el antropólogo Luis Vicente Elías, que sirvió para repensar por qué España es uno de los países con mayor riqueza patrimonial (14% superficie mundial) y no cuenta con ninguna área de viñedo declarada como Patrimonio de la Humanidad en Europa.
En la jornada se ha avanzado en la definición de paisaje cultural del viñedo, buscando limitar los planos que implica, que van desde la la viticultura y la geografía a la tradición, la gastronomía o la historia. Asimismo, también se ha mencionado la necesaria sostenibilidad del paisaje del viñedo y su función como vertebradora del territorio rural. Tampoco se han olvidado de mencionar que la actividad vinícola genera empleos, actividad económica y asienta población en el medio rural. De hecho, en varias ocasiones se han dirigido a quienes habitan este paisaje de viñedo, que deben ser consultados, formar parte del proceso de reconocimiento y ser su principal beneficiario ya que son los custodios de ese paisaje vivo, que debe preservarse para las generaciones futuras.
Durante la jornada se ha dialogado sobre la necesidad de contar con figuras de protección del paisaje a nivel internacional, de las que existen en zonas vinícolas francesas o portuguesas. Para ello se ha contado con la presencia de representantes de las regiones internacionales de Association des Climats du Vignoble de Bourgogne (Francia) y Alto Douro (Portugal) que ya han alcanzado el estatus.
También ha habido tiempo para abordar el caso del SIPAM (Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial) de la FAO que protege el cultivo de pasa en la Axarquía (Málaga). Asimismo, se ha mencionado la importancia de figuras como BIC (Bien de Interés Cultural), que pueden contribuir a proteger el paisaje del viñedo español.
La Jornada “Grandes retos del Paisaje del Viñedo Español” ha contado con la participación de Álvaro Palacios, Alberto Orte o Alfredo Maestro, que han expuesto algunas amenazas como la implantación de parques eólicos o tendidos eléctricos sobre sus viñedos y el paisaje que conforman. En ese mismo campo ha aportado más información Fernando Miranda, secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria en su intervención inaugural, anunciando que el Ministerio de Agricultura trabaja actualmente en un estudio y análisis sobre el agrovoltaismo para establecer el método en que esta combinación entre agricultura y energía se realice de manera integrada y no de manera disruptiva.
Conferencias
La jornada ha acogido tres conferencias con ponentes internacionales: la arquitecta Eliana Bórmida del estudio Bórmida&Yanzón en Mendoza, ha expuesto su trabajo al frente del diseño de grandes bodegas argentinas. Por su parte, Bertrand Gauvrit de la Asociación Climats de Borgoña incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO ha protagonizado la segunda conferencia. Mientras que Natália Fauvrelle, Coordinadora de servicios de Museología del Museo del Douro ha abordado la repercusión en el Alto Douro Vinhatero desde su declaración como Patrimonio Mundial UNESCO.
Mesas redondas
La primera mesa redonda trató las formas de reconocimiento del viñedo como paisaje cultural, y contó con las opiniones de Antonio Antequera, coordinador del Plan Nacional de Paisaje Cultural del Ministerio de Cultura; Fernando Molinero, Profesor de la Universidad de Valladolid y con la mirada de la arquitecta y paisajista Ana Luengo.
La segunda mesa abordó “La protección del viñedo como paisaje: experiencias actuales” reuniendo al abogado especialista en urbanismo Albert Cortina, al viticultor Álvaro Palacios y a José Luis Pérez, consejero de Cultura del Gobierno de La Rioja.
En la tercera mesa redonda se debatió sobre qué hace que el paisaje de viñedo sea relevante para los propios actores que viven de él, buscando la voz de los propios viticultores. En ella participaron el viticultor Alfredo Maestro, el director de viticultura de Grupo La Rioja Alta S.A., Roberto Frías así como Manuel Torrero, Secretario de Asaja Cuenca. A ellos se les unió Salustiano Álvarez, presidente de la D.O.Q Priorat y Mario Crecente, coordinador de Patrimonio de Ribeira Sacra, que aprovecharon este foro para exponer la situación en sus respectivas zonas.
La cuarta mesa se centró en el caso español, revelando los retos y dificultades para reconocer viñedos como patrimonio, contando para ello con la participación de Alberto Orte, responsable de la Plataforma en defensa de los vinos de Jerez, así como el análisis de Joaquín Farinós, Catedrático de análisis regional de la Universidad de Valencia y presidente de Fundicot (Asociación Interprofesional de Ordenación del Territorio). La mesa redonda la cerró José Manuel Moreno, vocal de la asociación SIPAM (FAO) de la uva pasa de la Axarquía con un discurso muy positivo sobre los efectos de esta calificación en los viñedos y población de esta comarca malagueña.
La jornada organizada por la Fundación para la Cultura del Vino ha elegido un tema relevante para el sector vitivinícola que tiene muchas vertientes y que supone un eje interesante sobre el que poner en valor la elaboración de vino.