El Boletín Oficial del Estado ha recogido el reconocimietno de las variedades ancestrales belat y marina rion. La firma vitivinícola Albet i Noya destaca que «tras más de 25 años de investigación, hemos conseguido el reconocimiento de estas dos variedades, descubiertas a finales de los años 90». Así tiene el visto bueno para que se puedan cultivar y vinificar.

Las variedades belat y marina rion, descubiertas en los años 90 por Josep Maria Albet, han sido oficialmente reconocidas por el Ministerio de Agricultura. Esta autorización llega tras 27 años de investigación y esfuerzo desde Albet i Noya.

El proyecto, iniciado en 1997, se centró en la recuperación de variedades prefiloxéricas con potencial para la viticultura moderna. Entre las 14 variedades localizadas por toda Cataluña, la belat y la marina rion destacaron por sus cualidades agronómicas y enológicas, así como por su adaptabilidad al territorio.

Este reconocimiento, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 24 de diciembre, permite el cultivo y la vinificación de estas dos variedades en Cataluña.

Albet i Noya es una bodega pionera en agricultura ecológica desde 1978. Con este reconocimiento, Albet i Noya considera que refuerza su «liderazgo en innovación y sostenibilidad», consolidando su «compromiso con el territorio y la tradición vitivinícola».

Marina rion y belat: características

La marina rion, preservada de una antigua viña familiar, produce vinos frescos, con una acidez vibrante y aromas que pueden recordar al riesling o al xarel·lo. Es apta para elaborar vinos jóvenes, con crianza e incluso podría funcionar en espumosos.

Por su parte, la belat, localizada en una cepa abandonada en las Montañas de Ordal, podrá proporcionar vinos tintos elegantes con taninos suaves y un perfil muy fresco.

Ambas variedades presentan también un muy buen comportamiento en la viña que las hace fáciles de trabajar y resistentes a posibles enfermedades.

Un patrimonio compartido con viticultores del Penedès

Josep Maria Albet, de Albet i Noya, fundador de la bodega e impulsor de este proyecto, destaca la importancia de preservar este patrimonio vitivinícola y hace un llamamiento a los viticultores: “Las hemos encontrado aquí, en el Penedès, y creo que es esencial ponerlas en valor y que estén incluidas dentro de la DO Penedès. Estamos dispuestos a compartir madera con todos aquellos que quieran plantar marina rion y belat y contribuir al futuro de la viticultura catalana.”