Fenavin 2023 concluye con 519.000 contactos comerciales, una estimación de negocio de 106 millones de euros y un retorno económico para la economía provincial de 22 millones.
Fenavin 2023 ha celebrado tres jornadas de intensa actividad. Bodegas españolas, denominaciones de origen y más organizaciones relacionadas con el sector del vino han participado para seguir mejorando.
El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero ha dado las cifras de esta edición: un total de 519.807 contactos comerciales, una estimación de negocio de 106 millones de euros, de los que 66,2 ya se han gestionado durante la feria, así como una capacidad de retorno para la economía provincial que oscila entre los 22 y 25 millones. «Son datos que avalan la proyección incuestionable de un acontecimiento expositivo de referencia nacional e internacional que ha concitado impresiones y opiniones muy positivas«, destaca.
La Feria Nacional del Vino cierra sus puertas con importantes cifras de negocio y de retorno económico para la provincia de Ciudad Real y para Castilla-La Mancha en una edición que indican ha destacado, sobre todo, por su gran capacidad organizativa y por innovación y modernidad que acredita el complejo ferial IFEDI. El presidente de la Diputación, institución promotora del mejor evento expositivo sobre vino español del mundo, y de Fenavin, José Manuel Caballero, no ha podido esconder su satisfacción cuando ha hecho balance ante los medios de comunicación.
Vinos de más de 1.900 bodegas y más cifras de negocio
En Fenavin han expuesto sus vinos 1.921 bodegas individuales, agrupadas y representadas, el 50 por ciento de las existentes en España, en seis pabellones con ocho espacios diferenciados que suman 29.340 metros cuadrados de superficie expositiva. Y se han trasladado a Ciudad Real más de 19.000 compradores, de los que 14.717 son nacionales y 4.308 internacionales procedentes de 100 países, lo que supone un incremento del 1’17 por ciento con respecto a la edición anterior. Además, se han quedado en reserva 398 y todas las comunidades autónomas de España han estado representadas, excepto Ceuta y Melilla, donde no se produce vino.
En la sala de catas más grande del mundo, la Galería del Vino, se han expuesto 1.457, de los que un 34 por ciento son ecológicos, un total de 496. Caballero ha añadido que también se han expuesto 145 vinos de calidad diferenciada no sólo de denominaciones de origen sino también de indicaciones geográficas protegidas y de pago. Se han almacenado en la Galería del Vino 16.120 botellas, 5.000 copas y 3.500 unidades individuales de picos de pan. Y han trabajado 55 personas.
Pijus Magníficus, Alma Sana, Charlatán, Descarte, Alpairo, Paño de Lágrimas o Senda del Piojo son algunos de los nombres de vinos que ha mencionado Caballero porque han sido comentados por su ingenio y originalidad. Como novedad, en la Galería del Vino han estado presentes vinos elaborados con uva bronicaire, brancellao, espadeiro, moravia, morenillo, rufete y tardana.
En Fenavin 2023 se han acreditado 117.844 personas, de la que 14.828 son compradores nacionales, 4.352 compradores internacionales, 72.326 profesionales del sector, 5734 expositores, 13.169 visitantes, 2.177 representantes institucionales, 775 medios de comunicación internacionales, 3.172 medios de comunicación nacionales, 659 montadores, 49 personas de organización y 409 personal auxiliar y 194 ponentes, que han participado en las 74 actividades paralelas programadas.
Desde la organización señalan que «todavía se debe crecer más porque se venden vino a más de 150 países el objetivo tiene que seguir creciendo en presencia de compradores internacionales. Es fundamental porque garantiza el valor añadido».
Tras dar a conocer los datos de la edición de Fenavin 2023 Caballero ha declarado que está “muy contento porque la feria ha funcionado muy bien y todo ha ido a la perfección, porque se ha demostrado nuestra capacidad de gestión y de organización”. Ha añadido que es una feria con muchas fortalezas y que la percepción general es de mucho optimismo, ya que no ha recibido críticas, una vez solventado con pabellones innovadores y dotados tecnológicamente el problema de las carpas.
“Creo honestamente que esta ha sido una feria exitosa, en la que podemos presumir con orgullo los manchegos y los hombres y mujeres de la provincia de Ciudad Real que tenemos mucha capacidad de gestión, mucha capacidad de impresionar positivamente al mundo del vino, que tenemos capacidad de comercializar desde aquí nuestros vinos, desde la provincia de Ciudad Real y desde Castilla-La Mancha y por supuesto ayudar también a la comercialización de los vinos de España”, ha dicho Caballero. Y ha añadido a continuación que “Fenavin, en definitiva, es un instrumento magnífico, un gran invento que sirve al objetivo de que las gentes que viven, que trabajan en el medio rural, que son al fin y al cabo los protagonistas de la generación del vino merecen nuestro homenaje y tienen en Fenavin su casa”.
Ha añadido, no obstante, que la organización de Fenavin no quiere morir de éxito y que cada año se tiene que reinventar, que es imprescindible trabajar mucho y que tenga un protagonismo principal en presencia en muchos países del mundo para captar más compradores. En este sentido, ha afirmado que la organización seguirá generando interés en otros países dentro de los 150 a los que llega el vino español para traer más compradores a la edición de 2025.
El presidente de la Feria Nacional del Vino y de la Diputación confía en que los datos de exportaciones revelen la influencia de Fenavin, como ocurrió el año pasado, cuando en la provincia de Ciudad Real sólo en los meses de mayo y junio pasado, justo después de la pasada edición, se vendió vino al mundo por valor de 76 millones de euros.
Intervenciones y conclusiones interesantes de las actividades de Fenavin 2023
Durante la feria ha habido gran cantidad de eventos paralelos, desde entregas de premios y reconocimientos a mesas redondas y presentaciones relacionadas con el mundo del vino. A continuación recopilamos algunas frases que nso ha dejado el evento.
- En palabras de la psicóloga y escritora Inma Puig: “Si pruebas un vino sin saber quién lo ha hecho, tiene un sabor, pero si lo pruebas después de conocer su historia, cómo y porqué se ha hecho, qué factores han influido en su elaboración, sabe diferente, y eso es la emoción”. Esta reconocida psicóloga que cambió su perspectiva con el vino tras una visita a la bodega de Can Roca, donde Josep Roca la invitó a escribir conjuntamente en 2016 el libro “Tras las viñas: Un viaje al alma de los vinos”, que vincula la historia de 12 bodegueros de todo el mundo con sus vinos. Mientras el sumiller se encargó de catar los vinos, ella de conocer a las personas que los elaboraban. “Detrás de cada botella hay una historia que merece ser contada, las emociones influyen en la persona que hay detrás de cada vino y, es por eso que, sus personalidades son iguales”, afirmaba.
- Carolina García Viadero, propietaria de Bodegas Valduero: “El vino crea vínculos, momentos y emociones desde la viña, pasando por su elaboración, el descorche de la botella, el primer sorbo y hasta que se termina la botella”.
- Benjamín Romeo, fundador y enólogo de Bodega Contador, que trabaja al 90% con tempranillo, “se pueden hacer grandes vinos en todos los lugares, pero, ojo, estamos hablando de producciones muy pequeñitas, y lo que hay que hacer es fijarnos en los que hacen las cosas bien, como los franceses, y aprender, hay que saber hacer marca, por ejemplo Burdeos, donde sus vinos excelentes son el 0,5 por ciento de la producción total de esa zona, pero arrastra al resto, saben hacer marca, y en España podemos hacer igual porque viñas buenas hay en todos sitios, solo se trata de llegar a calidades más altas”.
- Beatríz García del Pino, Brand Ambassador de Bodegas Marqués de Murrieta explicó que Marqués de Murrieta tiene 8 vinos con 100 puntos Parker, éxito conseguido a lo largo de los años, lo que “significa un refrendo, que llevamos con humildad e ilusión, que supone un impulso para seguir en esa senda de excelencia, porque es un reto evolucionar y seguir manteniendo tan alto nivel”, agregando que para ella sus vinos “transmiten emociones y buscan trascender”.
- Rafael Palacios, propietario de Bodega Rafael Palacios se autodefinió como “una persona emocionada e ilusionada por el mundo del vino blanco, que comenzó su proyecto particular en Valdeorras, hace casi 20 años, interesado por la variedad godello, y hace años que una de sus parcelas marcaba su identidad y diferenciación con el resto, parcela con bancales preciosos, hasta que pude comenzar a cuidarla por separado en el 2011, orientada al norte con suelos de granito con muchísimo cuarzo, elaborando vino que se ha ido depurando hasta convertirse en el primer vino gallego en conseguir la máxima puntuación Parker, y el primer blanco español de añada reciente en conseguir los 100 puntos Parker , precisamente en el 2020 un año muy especial, tan seco”. Y se mostraba confiado en que Castilla-La Mancha puede seguir la senda del reciente 100 puntos Parker de Jumilla, de la variedad monastrell, “Pie Franco” de Casa Castillo. Dejando claro que “conseguir esta excelencia está en la mano del productor pues somos el principal país vitivinícola del mundo a nivel de producción y de variedades, y tenemos algo estupendo que es el arraigo de las variedades autóctonas de nuestras zonas, que es lo que hay que defender, y diferenciarse”.
- La experta de WSET Diploma Napa Valley Wine Academy, Monika Bielka-Vescovi, en una ponencia sobre los criterios de los mercados internacionales a la hora de elegir vino español señalaba que California es el estado donde más se ingiere vino de nuestro país en Estados Unidos. La experta ha señalado que en el país, los consumidores tienen en cuenta las variedades “porque el mercado está cambiando” y hay “una gran diversidad de vinos tintos”. Asimismo, el valor del vino es lo más importante para los consumidores norteamericanos a la vez que existe un aumento en el porcentaje de consumo de vino orgánico, “uno de los sectores más importantes”, según la experta. Ha hablado de los retos del vino español en el país y es que, según ha comentado, “existe falta de conocimiento y se necesita más educación en los mercados sobre la calidad del vino”. Y resaltó: “Educar en temas relacionados con el vino, concienciar sobre ello, el packaging… todo esto funciona, pero se necesita brindar más conocimiento al consumidor”.
- El director de contenidos de Baco Multimidia, Marcelo Copello, procedente de Brasil, ha puntualizado que “los brasileños están aprendiendo a beber vino” y que el país “es un gran lugar para hacer dinero en torno al vino” ya que “todavía existen lugares donde no ha llegado”. En esta línea, ha explicado que el perfil del consumidor habitual de vino se sitúa en el mercado de lujo y que solo conocen el vino clásico. Por otro lado, ha dicho que la Generación Z “está aprendiendo a beber vino pero no conocen el español” y ha propuesto vender una imagen del vino español basado en la calidad.
- El director ejecutivo de Darwina.pl, Zbigniew Kawalec ha expresado la necesidad de “educar a los comerciantes en términos económicos” porque las ventas españolas no han crecido en los últimos 7 años. Así, el vino español exportado cuesta en el país 1,6 euros por litro, según ha indicado.
- El director general del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey, ha dado una ponencia en la Feria Nacional del Vino sobre la evolución de los mercados internacionales y los principales retos a los que se enfrentan las bodegas españolas. Entre sus observaciones señaló que la globalización ha afectado A las exportaciones de vino. Actualmente, España exporta más del doble del vino que se consume en el propio país y si “cada vez hay más consumo en lugares diferentes del sitio de producción, el mercado español tendrá que preguntarse cómo hacerlo”. Ha resaltado que desde 2009 se ha producido una “variabilidad entre las producciones que al no tener elementos de regulación, se traslada a los mercados”. En el caso de España, ha apuntado que “se está viendo cómo los precios suben”, algo que está reflejado en la cantidad de consumo porque “el consumidor español es extremadamente sensible a la subida de precios”. Durante el año 2019, España llegó a consumir 11 millones de hectólitros de vino mientras que, durante la pandemia, la cifra bajó hasta los 2 millones. En 2022, aumentaron los precios a la vez que cayeron las ventas, un 3,6% de euros frente al 11,8% menos de litros. Para el experto, la gran característica del vino a nivel mundial es su globalización: “el vino en una gran medida lo consume gente que se acerca al vino de forma diferente a lo que lo hacemos nosotros”.
- El ingeniero y estudiante de doctorado de la Universidad de Castilla-La Mancha, Roberto Nieto Villegas, ha presentado el estudio ‘Las actitudes de los consumidores de vino hacia la innovación y su implementación en las bodegas’, que tiene como objetivo identificar los gustos de los consumidores y cómo perciben las innovaciones en el sector, así como analizar los avances que realizan las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha en este campo. “Para recabar las opiniones hemos realizado una encuesta segmentada por grupos, a los que hemos preguntado sus preferencias, especialmente a los jóvenes, que son el reto y público diana de las bodegas”, ha explicado el investigador. Entre los atributos que más valoran los consumidores jóvenes, destacan los vinos sin sulfitos añadidos y el precio. Con esta información, se diseñarán estrategias innovadoras para ayudar a las bodegas y cooperativas de la región a ser más competitivas, al tiempo que en el estudio se analizan qué tipo de innovaciones están ya acometiendo para atraer a nuevos consumidores. En este sentido, la mitad de las bodegas encuestadas, realizan innovación en vinos ecológicos. En la ponencia se ha remarcado, además, que la innovación en la industria del vino no solo puede atraer a nuevos consumidores, sino que también puede mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción de vino.
- Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha presentaron sus últimos estudios e innovaciones sobre el mundo del vino durante las jornadas técnicas e institucionales de Fenavin, que han inaugurado con una ponencia sobre el aprovechamiento de los residuos vitivinícolas como oportunidad para lograr una industria más sostenible y responsable. Los residuos vitivinícolas son los subproductos generados durante el proceso de elaboración del vino, como las hojas, las semillas, los racimos de uva y las pieles. Estos residuos suelen ser tratados como desechos y eliminados, lo que puede generar problemas ambientales y económicos. El investigador Samuel Rodríguez ha aportado pinceladas de los últimos estudios llevados a cabo por la Universidad relacionados con la economía circular y el aprovechamiento de los residuos vitivinícolas, a fin de aportar un valor añadido a la industria. En este sentido, ha apuntado a la conversión de los deshechos en subproductos derivados de la uva como el caso de la utilidad que se puede hacer de la hoja de la vid para el sector alimenticio, cosmético o farmacéutico; de los sarmientos como aditivos enológicos y para el envasado de alimentos o el orujo de uva como agente clarificante del vino. “Hablamos de la extracción de biopolímeros y compuestos fenólicos bioactivos con propiedades antioxidante o del tratamiento hidrotérmico del orujo de uva para aplicaciones como combustibles, además de realizar una revisión del aprovechamiento del raspón de uva, orujo y orujo agotado de uva, entre otros, para su conversión en productos de valor añadido”, ha expuesto Rodríguez. En la misma jornada, el investigador Andrés Moreno ha presentado la Spin off UCLM Enviro S.L. para ayudar a las bodegas de la región y del sector a revalorizar los residuos, aprovechando de forma integral los orujos de uva procedentes del proceso de vinificación. Posteriormente, el investigador José Pérez Navarro ha informado de los últimos avances que el Grupo de Enología y Productos Naturales que la Universidad de Castilla-La Mancha está desarrollando para abordar los nuevos desafíos del sector e incrementar la calidad de los vinos. Entre las últimas investigaciones, ha destacado la revalorización de subproductos de la industria vitivinícola para el diseño de nuevos productos de valor añadido o la utilización de materiales sostenibles para aumentar la acidez de los vinos.
Próxima cita en 2025
Tras la pandemia Fenavin retomará su periodicidad habitual, cada dos años. Cabe recordar que tras el parón de la pandemia ha tenido lugar dos años consecutivos, 2022 y 2023 y que la última edición antes de la «era covid» fue en 2019. Así ya se ha anunciado que la siguiente edición será en 2025, nuevamente se regresa a celebrar el evento en años impares cada dos años.