Bizkaiko Txakolina ha presentado en sociedad su nueva contraetiqueta, que es la que van a lucir sus vinos con la nueva añada de 2016, que saldrán al mercado con el nuevo diseño del documento que certifica su origen y calidad.

A partir de la añada 2016, la que ya está a punto de salir al mercado, las botellas producidas por las bodegas adscritas a la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina lucirán nuevas contraetiquetas, más modernas y más claras.
¿Qué implica este cambio? Una mejora con la vista puesta en el consumidor, ya que le permitirán reconocer al primer golpe de vista el año, el origen y la certificación de calidad de la botella de Bizkaiko Txakolina que está comprando.
Precisamente porque «la función de un Consejo Regulador es poder transmitir confianza sobre un producto que el consumidor está adquiriendo y va a consumir», ha explicado el enólogo de Bizkaiko Txakolina, José Ramón Calvo, durante la presentación de esta nueva contraetiqueta.

La importancia de la contraetiqueta

Para Bizkaiko Txakolina «la contraetiqueta es el documento más importante que incorpora una botella, más incluso que la etiqueta que da nombre al txakoli o a la bodega, porque ese pequeño sello es el certificado de calidad que otorga la Denominación de Origen a los txakolis que avala después de numerosos controles sobre el proceso de elaboración, que van desde el origen de la uva hasta el embotellado final«.

José Ramón Calvo, destacaba la importancia de la contraetiqueta: «es el documento más importante que puede emitir un Consejo Regulador, este pequeño trozo de papel que va en todas nuestras botellas realmente es la representación final de todo el trabajo que ha ejercido sobre el control de producción«. Y prosigue: «Antes de llegar aquí ha habido mucho trabajo de identificación de parcelas, controles de producción y de cosecha. Y luego, una vez ya vendimiado y elaborado el txakoli, todas las botellas que quieran obtener esta certificación tienen que pasar por unos análisis físico-químicos y un análisis organoléptico, es decir un comité de cata certificado, un grupo de catadores preparado para ello, van a evaluar en cata ciega esos txakolis y van a determinar que son meritorios de llevar esta contraetiqueta«.
La contraetiqueta certifica la garantía de origen y la calidad de Bizkaiko Txakolina. La denominación vizcaína asegura que el proceso para obtenerla es largo: «las bodegas adscritas a la Denominación de Origen se someten a diversos controles que permiten al Consejo Regulador conocer con exactitud el volumen de producción de cada una a partir de un análisis exhaustivo de sus viñedos o de las compras a otros productores de uva. Una vez certificado por el Consejo que las variedades de uva utilizadas son las autorizadas por el Reglamento de la DO y comprobada la cantidad, el Bizkaiko Txakolina producido se somete a un último control de calidad organoléptica por parte del Comité de Cata, que certifica que el txakoli examinado responde a las características de tipicidad y calidad exigidas».
Solo después de superar esos controles, el Consejo Regulador suministra a la bodega la cantidad exacta y numerada de contraetiquetas que certificarán que las botellas que salgan al mercado con ese sello al dorso cumplen con los niveles de calidad y autenticidad exigidos por la DO.

La información detallada en la nueva contraetiqueta: sello de calidad, año, origen y número de control

«Con esta etiqueta al encargar su diseño la idea era muy clara, que sea una foto muy fácil de ver», detalla Calvo. La nueva contraetiqueta de Bizkaiko Txakolina presenta un diseño moderno y sencillo que permite al consumidor obtener toda la información que precisa de un vistazo. El sello de garantía de la DO Bizkaiko Txakolina ocupa buena parte del espacio, puesto que ese sello certifica por sí mismo el origen del producto, que se subraya más abajo con la palabra Bizkaia, junto a la hoja de roble símbolo del Territorio Histórico.
Al lado del sello de la DO figura, también en caracteres destacados, el año de producción del txakoli, «dato que adquiere mayor relevancia a medida que las bodegas adscritas a la Denominación de Origen están produciendo txakolis de complejidad y calidad suficientes para mejorar con el paso del tiempo», añaden desde Bizkaiko Txakolina.
Finalmente, debajo del dato del año de producción, figura el número de control, un dato que certifica la cantidad de botellas que ese año se han hecho acreedoras a lucir la contraetiqueta que garantiza la calidad del producto.
La nueva contraetiqueta nace con el propósito de sintetizar en un símbolo único la imagen de tradición y modernidad que atesora Bizkaiko Txakolina, el único producto agroalimentario de Bizkaia con Denominación de Origen propia y original.
La simplicidad y la claridad han sido los pilares en los que se ha basado su diseño. Se han eliminado los elementos decorativos de la anterior contraetiqueta para transformar el nuevo sello en un medio de comunicación que por sí mismo transmite una imagen limpia, fresca y actual. La nueva imagen se consolida con la utilización de dos verdes bien definidos, color corporativo de la Denominación de Origen.

Una contraetiqueta con toda la información a la vista y la tercera de esta DO

La que está a punto de estrenarse es la tercera contraetiqueta en la historia de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina. Los tres primeros años de existencia de la DO dispuso de un sello que fue sustituido por el que ha estado en vigor hasta ahora, que la DO cumple 22 años de existencia.
La contraetiqueta es, además de un sello de garantía, una imagen de marca y eso significa la necesidad de actualizaciones periódicas acordes con los tiempos. La Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina ha acometido un cambio profundo en este sentido, con un diseño novedoso y moderno que proyectará una imagen nueva del Txakoli de Bizkaia, un producto que ha experimentado una inmensa evolución a lo largo de estas dos décadas.
Bizkaiko Txakolina también presentará una nueva etiqueta en las botellas de txakoli institucional, que representan a la Denominación de Origen en actos oficiales y que dan a conocer el txakoli de Bizkaia en diversas iniciativas que acometen las instituciones públicas.