Para celebrar los 120 años de las Bodegas, Federico Oldenburg ha plasmado su historia en el libro ‘La estación de los sueños’. Además, las Bodegas inauguran la Sala Santiago Ugarte, que será centro de investigación y espacio para vinificaciones especiales donde se elaborarán vinos como hace 120 años. A estas acciones se suma Viña Zaco, su primer vino de viñedo singular.
Bodegas Bilbaínas (Haro, La Rioja) ha celebrado su 120 aniversario. Para conmemorar esta fecha, ha recuperando su historia en un libro del escritor y periodista especialista en vinos Federico Oldenburg, La estación de los sueños, que relata la vida de la bodega (una de las primeras de La Rioja y la que tiene el registro embotellador más antiguo).
Bodegas Bilbaínas es la mayor propietaria de viñedos de Haro, cuna de la D.O. Ca. Rioja. Suma cerca de 225 hectáreas de viña, 3.400 m2 de calados subterráneos y vinos como Viña Pomal o La Vicalanda, que ya son un emblema de la región. Elabora sus vinos con uva procedente de sus viñedos en Haro, donde desarrolla prácticas sostenibles para preservar el entorno. También combina las prácticas más tradicionales con las más avanzadas para dotar a sus vinos de una personalidad única. Además, exporta a más de 20 países y, en 2020, sus vinos han recibido más de 70 reconocimientos en todo el mundo.
Con motivo de la celebración de su aniversario, además de la inauguración de la Sala Santiago Ugarte, en honor al fundador de la bodega, Bodegas Bilbaínas ha lanzado Viña Zaco, su primer vino de viñedo singular, la máxima categoría de calidad de vinos de la D.O.Ca Rioja.
La estación de los sueños es una biografía que reivindica el legado de la bodega, pionera en el barrio de la Estación de Haro, donde se concentra el mayor número de bodegas centenarias del mundo. Oldenburg repasa su trayectoria desde su origen, en 1859, cuando los propietarios de la bodega Savignon Frères de Burdeos decidieron trasladarse al otro lado de la frontera huyendo de la gran plaga del oidium, a la que seguiría la filoxera. Se instalaron al lado de lo que hoy es el Barrio de la Estación de Haro, y fueron pioneros en la producción de vinos y espumosos en la zona. Pero a finales del siglo XIX decidieron volver a Burdeos y pusieron a la venta su bodega.
Adquisición y primeros vinos
Fue en 1901 cuando el empresario vasco Santiago Ugarte compró las instalaciones y donde primó la exportación como objetivo principal. Con el paso del tiempo, fue adquiriendo propiedades en las zonas vinícolas más relevantes de España: Rioja, Valdepeñas, Ciudad Real, Toledo, Álava, etc. y abrió oficinas comerciales por todo el país. Entre sus marcas, el espumoso Lumen, comercializado como “champagne” con gran éxito, el vino de misa que llegó a proveer el Vaticano, o Ederra, el vino diario de la casa real bajo el reinado del rey Alfonso XIII. En 1903 la bodega ya cotizaba en la Bolsa de Bilbao, y pronto llegó a Francia, Alemania, Gran Bretaña, México y Venezuela. En 1908 se comercializaba la primera botella de Viña Pomal, una enseña de referencia que identificaría a la bodega para el resto de su historia.
Desde 1908, Ugarte impulsó una política de compra de viñedos históricos, un patrimonio que la convertiría en líder de la viticultura riojana y en una de las empresas vinícolas más importantes de España. Tenía el convencimiento de que los mejores vinos nacen de las mejores viñas, un criterio que a principios del siglo XX no estaba tan generalizado como ahora. En 1918, compró Viña Zaco, y le seguirían Pomal, Paceta, Vicuana o Cuervo. Un patrimonio vitícola que hoy sigue ofreciendo uvas de excepcional calidad y carácter diferenciado. Defensor del valor del terroir y el origen, en 1925 Ugarte impulsó la creación de la primera Denominación de Origen vinícola española: D.O. Rioja.
Etapa dorada de Bodegas Bilbaínas
Tras la muerte de Ugarte, en 1935, le sucedió en el cargo su hijo, que dio un largo período de esplendor a la compañía, especialmente en los mercados internacionales. En Inglaterra, la fama de Viña Pomal era tal que el jefe de la filial de londinense hizo llegar una caja de este tinto a Winston Churchill a Downing Street.
En 1976, se inició un período marcado por el cambio de modelo productivo y la llegada de grandes grupos al mercado. En 1992, asumió la dirección José Luis Urdampilleta, que imprimiría modernidad a Bilbaínas con nuevos cuvées como La Vicalanda. Cinco años más tarde, lideró la venta a Codorníu.
Codorníu, que había emprendido una estrategia de compras de viñedos y bodegas en España y otros países para fortalecer su cartera de vinos tranquilos, llegó en 1997 con una filosofía clara: competir en calidad y no en cantidad. Esto devolvió el protagonismo al viñedo, la clave de una bodega con uno de los patrimonios de viña más importantes del territorio riojano con fincas emblemáticas como Viña Pomal, Viña Zaco o Viña Paceta. A esta labor se sumó el trabajo por lograr que marcas emblemáticas como Viña Pomal recuperaran su antiguo esplendor, o por relanzar antiguas marcas, como la del espumoso Lumen en 2017. Y así la bodega inició una nueva línea de vinos caracterizada por su modernidad y alta expresión.
Actualmente Bilbaínas posee algunos de los vinos más prestigiosos y emblemáticos de la Rioja entre los que destacan (algunos ya mencionados) Viña Pomal, Viña Zaco, Ederra, Royal Carlton y La Vicalanda.