Bodegas Franco-Españolas obtiene la certificación Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP), que otorga la Federación Española del Vino (FEV) y que distingue a las bodegas que cumplen con los exigentes criterios de sostenibilidad medioambiental, social, económica y de gobernanza.

Bodegas Franco-Españolas refuerza su compromiso con la sostenibilidad frente al cambio climático con la obtención de la certificación SWfCP. De hecho, además de esta nueva certificación, la bodega ya cuenta con otras acreditaciones destacadas en su camino hacia la excelencia.

Tecnovino-Bodegas Franco-Españolas SWfCP viñedo

Tanto Bodegas Franco-Españolas en Logroño como Valparaíso en Ribera del Duero, han sido previamente reconocidas con el certificado IFS en nivel Higher, un estándar internacional que garantiza la seguridad y calidad en los procesos productivos de la industria alimentaria.

Así mismo, la bodega ha implementado el Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs), una iniciativa impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que fomenta la eficiencia energética y contribuye a la sostenibilidad.

Por otro lado, la obtención de la certificación SWfCP, la primera y única certificación específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental, ha sido el resultado de un riguroso proceso de auditoria llevado a cabo durante meses.

De este modo, Bodegas Franco-Españolas ha reafirmado su compromiso con el desarrollo de prácticas sostenibles como la apuesta por la energía eficiente, el ahorro energético y la reducción de la huella hídrica a través de diferentes prácticas como el ahorro de agua y la instalación de dispositivos eficientes.

Tecnovino Bodegas Franco-Españolas fachada SWfCP

Borja Eguizábal, CEO de Bodegas Franco-Españolas, señala que «tanto la obtención de los certificados SWfCP como de IFS y CAEs, son un hito significativo para Bodegas Franco – Españolas y reafirma nuestro compromiso con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente«.

«Debemos ser una compañía sostenible no solo económicamente, sino también en los ámbitos social y ambiental; más teniendo en cuenta que el vino nace de la naturaleza y que su consumo forma parte de una relación social. Continuaremos trabajando para mejorar nuestros procesos, contribuyendo a un futuro más sostenible para la industria vitivinícola», concluye.

La certificación añade un valor diferencial a la bodega y un avance más en su programa ESG MANIFIESTO, demostrando su apuesta continua por los procesos productivos y la gestión energética eficiente.