La bodega ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de ampliación de sus instalaciones en Haro, con una inversión de 4,5 millones de euros. Se prevé que finalice en 2025 y la obra incluye una nueva nave de barricas y una sala de elaboración en pequeños depósitos para trabajar con mayor precisión cada viñedo.

Gómez Cruzado, situada en el Barrio de la Estación de Haro, inicia las obras de ampliación de sus instalaciones con una inversión de 4,5 millones de euros y se espera que estén concluidas en septiembre de 2025. Con esta ampliación la bodega señala que busca «no solo mejorar sus procesos, sino también asegurar que cada botella mantenga el sello de calidad que ha sido el alma de la casa desde su fundación en 1886».

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En los últimos diez años, Gómez Cruzado ha centrado sus esfuerzos en revitalizar la esencia de la bodega, terminando un proyecto que se inició en 2013 y que ha permitido, entre otras cosas, la recuperación de viñedos únicos y el fortalecimiento de la conexión con el terruño.

En el año 2017 inició la adquisición de viñedo en propiedad con “Las Laderas de Ollauri”, una parcela centenaria de la que hoy elaboran algunos de los vinos más especiales de la casa. En 2022, se centró en la búsqueda de pequeñas parcelas en el Alto Najerilla, viñedos singulares con historia que forman parte de la visión de futuro de Gómez Cruzado.

Una nueva sala de barricas y botellero en el sótano entre las novedades

El proyecto se llevará a cabo sobre la parcela de 1.800 m2 contigua a las instalaciones actuales y que la bodega adquirió en 2021. Éste ha sido diseñado por el director técnico de la bodega, Juan Bautista Sáenz Pérez en colaboración con Arquitelia. El objetivo principal es la mejora de sus instalaciones manteniendo la calidad como pilar fundamental de la bodega.

La ampliación cubrirá un total de 3.000 m2, que incluirán una nueva sala de barricas y botellero en el sótano. Por otro lado la planta en superficie se destinará a la elaboración en pequeños depósitos y tinas, lo que permitirá trabajar con una mayor precisión respetando la identidad de cada parcela.

Desde sus orígenes en 1886, la bodega ha sido partícipe de la historia moderna del vino de Rioja. Con el cambio de siglo, llega a manos de los actuales propietarios, la familia Baños originaria del pueblo riojano de Badarán, recuperando así su carácter familiar.

En la actualidad, bajo la Dirección Técnica de Juan Bautista, desde Gómez Cruzado expresan que siguen manteniendo el perfil de sus vinos y el respeto por la tierra, el viñedo y la tradición, con la mirada siempre puesta en el futuro.