Bodegas Murviedro, filial española del Grupo Schenk, abrirá una nueva etapa con un cambio en su dirección general. Diego Talavera, que hasta el momento ha ocupado el cargo, afrontará nuevos retos fuera de la firma, una vez cumplidos los objetivos que se marcó la bodega desde su nombramiento en 2010.

Bodegas Murviedro, filial española del Grupo Schenk, un conglomerado dedicado al vino en Europa, abrirá una nueva etapa con el cambio del director general. A mediados de febrero, Diego Talavera, que ha ocupado este cargo desde 2010, dejará de formar parte del proyecto de Bodegas Murviedro, para emprender un nuevo desafío. Después de casi nueve años liderando el cambio estratégico de Bodegas Murviedro, apostando por la creación de nuevas marcas y posicionando la imagen de la empresa en el mapa del mundo del vino Diego Talavera se marcha para afrontar nuevos retos, con los objetivos cumplidos.
Desde Murviedro explican que habrá un periodo de transición en el que la empresa buscará su sustituto con plena colaboración entre ambas partes. La firma continuará con su proyecto estratégico de marcas con una visión renovada que permita alcanzar los objetivos propuestos en su último plan estratégico 2012-2017.
Diego Talavera, actual director general de Bodegas Murviedro agradece al Grupo Schenk y a todo el equipo de  la bodega en España la confianza depositada en él; pero en sus propias palabras “ha llegado el momento de asumir nuevos retos dentro del sector del vino pero fuera de la Comunidad Valenciana, que afrontaré a partir de marzo”.

Uno de los últimos hitos de Murviedro: la inversión en el embotellado para espumosos

Recientemente uno de los hitos de la empresa ha  sido una inversión para mejorar el embotellado de vinos elaborados según el método Charmat para sus nuevas líneas de espumosos.
Así la empresa con sede en Requena (Valencia) afirmaba que «atenta a las tendencias de consumo en los mercados internacionales» ha desarrollado unas nuevas «y exitosas líneas de producto espumante, que comercializa bajo las marcas Gran Castillo y Luna de Murviedro«. Anticipándose a la demanda, y siempre en busca de la eficiencia, Murviedro ha optado por adaptar sus instalaciones invirtiendo 240.000 € en una línea de producción para embotellado de vinos elaborados según el método Charmat «llegando al mercado en el momento preciso».

Debido al éxito de estas nuevas líneas de producto comercializadas por todo el mundo, la bodega ha sido capaz de rentabilizar dicha inversión en el primer año desde que se aplicaron las mejoras al proceso productivo. Esto ha permitido a Murviedro incrementar notablemente su competitividad y como consecuencia penetrar en nuevos segmentos de mercado en zonas claves como Países Bálticos, Norteamérica, Europa, Rusia, España y Oriente Asiático.
Asimismo, el embotellado de estas nuevas líneas de vinos espumantes supone un nuevo y atractivo packaging con una botella de diseño, preparada para soportar presiones mayores a 3.5 bares. Esta botella tiene un cierre al estilo del utilizado para cava o champagne con tapón seta y morrión.
En la gama Gran Castillo se comercializan hasta la fecha dos espumantes blancos y un rosado de baja graduación. Todos ellos son ideales como aperitivo o acompañando pescados, arroces e incluso postres. «Son vinos con carácter joven y alegre con presentaciones atractivas y elegantes».
En cuanto a la gama de producto Luna de Murviedro, hasta ahora ligada exclusivamente a la producción de vinos espumosos bajo la Denominación de Origen Cava, está previsto comenzar en el año 2016 incorporando la producción de al menos tres nuevas referencias entre blancos y rosados. Estos vinos espumantes pretenden satisfacer un consumo desestacionalizado muy popular entre el público joven, concretamente entre las mujeres que buscan la frescura con un agradable toque dulce, envuelto en  un packaging atractivo y seductor.