En una cata, además del olfato y el gusto influyen el resto de sentidos y la memoria. Durante el primer fórum internacional de neurociencia enológica, Brain & Wine, se ha demostrado esta afirmación a los más de 250 profesionales del sector enológico que han asistido durante el simposio a experimentos y ponencias de expertos relacionados con el sector del vino y el mundo científico.
El primer fórum internacional dedicado a la neurociencia enológica, Brain & Wine, impulsado por Codorníu Raventós el pasado 12 de marzo en Barcelona, ha resultado un éxito de participación y ha contado con la asistencia de 250 profesionales del sector enológico.
El conocimiento aplicado al vino ha sido el eje central de la jornada, en la que se han tratado diferentes aspectos relacionados con el vino, la ciencia y la percepción. Ponencias, catas y experimentación se han dado la mano durante 10 horas en las que se han reunido expertos relacionados con el vino y el mundo científico.
En esta primera edición se han dado cita reconocidas figuras de la neurociencia enológica. Se trata de una iniciativa promovida por sumilleres y neurocientíficos como Daniel Low, de la Fundación INECO de Argentina, Ferran Centelles de El Bulli Foundation, Bruno Mesz de la Universidad de Tres de Febrero de Argentina y Qian Janice Wang y Charles Spence de la University of Oxford, en colaboración con el grupo Codorníu Raventós.
Brain & Wine ha acogido charlas, degustaciones, instalaciones interactivas, simposios y experimentos con el vino como protagonista, para explicar la estrecha relación que existe entre el vino y los sentidos cerebrales. El programa se ha dirigido a través de la degustación de diferentes vinos y cavas del grupo Codorníu Raventós.
La cata está relacionada con un acto y espacio multisensorial
La psicóloga experimental Qian Janice Wan, ha definido la cata como un acto multisensorial. El olfato y el gusto no son los únicos sentidos importantes, sino que el oído, la vista o el tacto también son fundamentales y así lo ha demostrado en un experimento en el que ha teñido un vino blanco para comprobar la percepción de los profesionales presentes en la sala. Se conocerán los resultados de la investigación próximamente en el que se relaciona música y vino porque según sus propias palabras, «el sonido, y concretamente la música, interactúan con el vino y lo hacen de forma especial tal y como apuntan diferentes estudios que demuestran que la mayoría de maridajes van asociados a emociones».
En una línea similar, el psicólogo experimental de la Universidad de Oxford, Charles Spence, ha aportado nuevos datos sobre diferentes investigaciones relacionadas con la cata y la influencia de espacios multisensoriales. «Hay 10 veces más investigaciones sobre cómo se produce y se presenta el vino a los consumidores que otras bebidas como el té o la cerveza», ha apuntado Spence. «La luz de la habitación puede tener un papel determinante así como el maridaje que existe entre algunos vinos y diferentes estilos de música«. Conociendo estas relaciones se pueden hacer productos más deseables.
«La luz de la habitación puede tener un papel determinante así como el maridaje que existe entre algunos vinos y diferentes estilos de música», comenta Charles Spence, psicólogo experimental de la Universidad de Oxford
Los asistentes han podido participar en diferentes experimentos relacionados con la cata y la percepción. Han disfrutado de una selección musical elaborada para disfrutar al máximo de los vinos servidos. También se ha comparado como puede cambiar la percepción que tiene una persona ante una misma copa dependiendo del tacto previo a la degustación.
Durante el simposio se han cuestionado diferentes mitos relacionados con el mundo del vino. Así, el profesor de la University of London’s School of Advanced Study, Barry Smith, ha remarcado que «la cata de un vino requiere de concentración y atención, no se basa solamente en beber». Sin embargo, ha apuntado que tanto los catadores expertos como los inexpertos pueden llevar a cabo una cata con éxito, pero la percepción y confianza del primero le permitirán razonar y argumentar lo que percibe. Además según Smith, «para los profesionales del vino, el conocimiento de la variedad de uva, el origen, el viñedo e incluso la añada les genera una serie de hipótesis que les permitirá reafirmar o refutar sus expectativas».
Brain & Wine ha sido la oportunidad de comprobar en primera persona el influjo de la ciencia en el disfrute que se esconde en una copa de vino y en el descorche de una botella. Este encuentro nace con la voluntad de convertirse en todo un referente internacional.