Con la estructura de un vino de guarda y la frescura de un vino blanco, así es el nuevo Chivite La Zorrera 2015. Un vino original y único por las características de la parcela donde se cultiva la garnacha con la que está creado. De alta calidad esta es una edición limitada y numerada de 5.283 botellas.
La Finca Legardeta es una de las zonas para el cultivo de la vid más septentrionales de la Península, una circunstancia por clima y suelos que genera un enclave único para el desarrollo de la vid. En este marco, en esta finca, se encuentra la parcela La Zorrera, donde se cultiva la garnacha que da vida al nuevo vino de Bodegas Chivite La Zorrera.
La garnacha que nace en esta parcela de 6,5 hectáreas, plantada en el año 2000 y orientada al sur oeste, se encuentra entre los 487 y los 550 metros de altitud. Aquí, como en el resto de la finca se plantó en un marco de 6.000 cepas por ha. con cubierta vegetal para disminuir los problemas de erosión, favorecer un mejor enraizamiento de la viña y aumentar el contenido de materia orgánica y microrganismos del suelo.
El suelo de la Zorrera es pobre, arcillo calcáreo con un contenido en caliza variable, que permite reservar agua a disposición de la planta durante la época estival. Este suelo trasmite a la viña un bajo vigor que se traduce en racimos y bayas de pequeño tamaño y una vegetación equilibrada.
Este primer vino de parcela de la bodega “nace de la atenta mirada al terreno, a esas parcelas a las que llevamos años observando, viendo las diferencias que expresan y las características que manifiestan al ser vinificadas. Esta, La Zorrera, muestra una identidad muy marcada y una altísima calidad”, comenta Julián Chivite.
“No hay grandes singularidades en la elaboración, la premisa que manda en su elaboración es el respeto por la tipicidad y eso nos lleva a una enología sencilla, eso sí, con las máximas exigencias”, afirma el enólogo César Muñoz.
Único en su variedad
Chivite La Zorrera es un vino original, único en su variedad, con la estructura de un vino de guarda y la frescura de un vino blanco.
Es una edición limitada y numerada de 5.283 botellas, muy complejo en nariz y con la capacidad de sorprendernos en los próximos años.
Para César Muñoz, la garnacha sea, quizás, “la variedad más poliédrica que existe. En el panorama nacional tenemos tal diversidad que a veces cuesta creer que estemos ante la misma casta. Normalmente ocurre que según la zona de producción nos encontramos con garnachas con unas cualidades u otras, pero resulta complejo encontrar un monovarietal de garnacha que las reúna todas: frescura, cuerpo, expresión frutal, gran complejidad, mineralidad… es el terruño en estado puro”.
Acogido a la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra 3 Riberas, Chivite La Zorrera es un vino que presenta un color cereza oscuro de buena intensidad, con matices violáceos.
Su aroma es intenso de marcado carácter varietal con predominio de la fruta roja (fresa en confitura, grosella) acompañada de una gran complejidad, donde destacan unas sutiles notas florales, un suave fondo herbáceo y una elegante mineralidad. En boca es corpóreo, untuoso, con una excelente acidez y un largo y persistente final.
Chivite La Zorrera es la esencia de la garnacha en esta parcela. “Solo en determinados viñedos y no en todas las añadas, es posible obtener garnachas corpóreas y frescas en las que el balance entre acidez y el resto se sensaciones sea perfecto”, afirma Julián Chivite.