La máxima expresión de naturaleza, energía y emoción. Así son El Crianza, El Joven Roble, El Reserva, Parcela El Nogal y Parcela El Picón de Bodega Pago de los Capellanes. Fundada en el pueblo burgalés Pedrosa de Duero, es el primer proyecto vitivinícola de la familia Rodero Villa. Los suelos de arcilla y grava, la altitud de sus viñedos de tempranillo y la cuidadosa elaboración dan lugar a vinos atemporales para disfrutar compartiendo momentos.
Ubicada en el corazón de la Ribera del Duero, en Pedrosa de Duero (Burgos), la Bodega Pago de los Capellanes elabora vinos llenos de naturaleza, energía y emoción. La Bodega ha cumplido este año su 25 aniversario y lo ha hecho homenajeando sus orígenes con un nuevo vino.
Desde la cuesta Manvirgo hasta el curso sereno del Duero, la zona más reconocida de la denominación. Una constelación de parcelas de viña autóctona en la campiña de Pedrosa, en las lomas de Mambrilla, en las cuestas de La Horra y de Gumiel.
Esta es una zona con climas de extremos. En plena maduración, la insólita amplitud de temperaturas entre los días tórridos y las noches frías explica el carácter de las uvas, sometidas a un esfuerzo del que surge su impresionante equilibrio. Siguiendo la mejor tradición de sus orígenes, Pago de los Capellanes cuenta con un manejo de la viña minucioso, consciente del entorno y comprometido con la diversidad y riqueza de los ecosistemas.
El Joven Roble
Como las ganas de compartir una buena charla, un encuentro entre amigos o unos bocados sabrosos, siempre está con nosotros el vino que representa la jovialidad y el disfrute. El Joven Roble es para todos y para todo momento. Fresco y vibrante, a la vez completo y lleno de energía. Un carácter claro, afable, abierto, sólido.
Uva procedente de viñedos con una edad media de 25 años, seleccionados en los municipios de Pedrosa de Duero, La Horra y Gumiel del Mercado. Vides de tempranillo en suelos arcillo-calcáreos, pobres en materia orgánica y de muy baja fertilidad. 5 meses en barricas de roble francés de 300 litros.
El Crianza
Hijo de la tierra exigente, de las lomas frías, de la perseverancia. El Crianza es el vino esencial. Equilibrio e integridad. Muestra las buenas maneras de la experiencia y la gracia de la vid pletórica. Boca jugosa de frutas negras que invita a comer y sentirse bien.
Pero hay más, El Crianza mantiene un pacto invisible con el paisaje. Una fuerza imperceptible que nos acerca a la verdad del lugar. Y en un instante convierte las viñas de clima extremo en el lugar más acogedor del mundo.
Procedente de viñedos con una edad media de 35 años, seleccionados en los municipios de Pedrosa de Duero, Anguix y Roa. Vides de tempranillo en suelos arcillo-calcáreos, pedregosos, pobres en materia orgánica y de muy baja fertilidad. 12 meses en barricas de roble francés de 300 litros.
El Reserva
Su nombre expresa madurez, distinción, seducción. Un mundo de matices y profundidad. De ocasiones intensas, de exquisito equilibrio. Una celebración de los sabores arraigados, opulentos, armoniosos.
Así es el Reserva, que nace de las cepas más viejas y ofrece el placer del tiempo. Su gracia surge de viñedos antiguos y de gran clase en el corazón de nuestra Ribera del Duero más íntima. Con él, notamos que la perfección está cerca para acompañar los mejores momentos.
Origen en los viñedos más antiguos en Pedrosa de Duero. Vides de tempranillo de más de 80 años en suelos arcillo-calcáreos, pedregosos, de fertilidad muy pobre y baja producción. 14 meses en barricas de roble francés de grano extra-fino, con una capacidad de 225 litros.
Parcela El Nogal
Una ladera de tinto fino en el pueblo de Mambrilla, a poca distancia de la bodega. Las vistas abiertas al Duero, el viento agitando el ramaje airoso del gran nogal que guarda la viña. Sus suelos de arena y piedra, la sensación de armonía, un microclima particular: todo parece ensalzar el talento del entorno.
Desde hace unos años, vinificamos las sugestivas uvas de esta parcela para elaborar un vino de un encanto sin fin. Arrollador, poderoso, exquisito. De una fuerza que vivifica.
Procede de la parcela El Nogal, en Mambrilla de Castrejón. Vides de tempranillo cultivadas a 850 metros de altitud, en suelos franco-arenosos, pedregosos y de fertilidad muy pobre. 22 meses en barricas de madera roble francés de 225 litros, de grano extra-fino y tostado medio.
Parcela El Picón
Una de las más viejas parcelas del pago. Desde la bodega, el paseo sigue una línea de cipreses hasta la esquina de una senda, ese ángulo da nombre a la viña más excepcional.
El Picón es el gran símbolo y la realidad más profunda. La suma de enigmas en un fruto bello y puro. El vino del silencio y la dicha íntima, un gusto eterno donde culminan generaciones, esfuerzos y el favor de la naturaleza.
Uva procedente de la parcela El Picón, una de las más antiguas de Pago de los Capellanes en Pedrosa de Duero. 1,6 hectáreas en suelo franco-arcilloso con gravas en superficie. La fertilidad es muy pobre y el rendimiento de la viña, bajísimo. 22 meses en barricas de madera roble francés de 225 litros, de grano extra-fino y 60 meses de secado.
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[…] calidad-precio de Pago de los Capellanes. Como curiosidad, se trata del primer vino de la bodega elaborado bajo la asesoría técnica del reconocido enólogo Pepe […]