Hay momentos en los que las altas temperaturas o un imprevisto nos obligan a tener que enfriar una botella de vino en unos minutos para su consumo. Desde Corporación Vinoloa ofrecen algunas recomendaciones para poder consumirlo sin renunciar a su sabor y calidad. Una cubitera llena de hielos o una toalla húmeda son algunos de los métodos más recomendados para no modificar su sabor. Teniendo siempre en cuenta que se debe servir con los grados correctos, en función del tipo de vino que sea.
La primavera por fin está aquí y siempre es buen momento para tomarse un vino bien fresquito. Sin embargo, enfriar las bebidas no es tarea fácil y el vino es una de las bebidas más difíciles de enfriar, ya que, si no se realiza correctamente, este modificará su sabor y propiedades. Por ello, Corporación Vinoloa, empresa dedicada a la distribución de vino con marcas propias, ha recopilado una serie de consejos para enfriar el vino de una manera rápida y sencilla.
Antes de comenzar a buscar la manera más eficaz para que el vino coja temperatura, hay que tener en cuenta que se tiene que servir con los grados correctos y que, en función del tipo de vino que sea, este se servirá más o menos frío. Igual de importante es el lugar en el que lo guardemos; lo mejor sería que la botella estuviese en una vinoteca o una pequeña bodega, pero esto no siempre es posible.
El vino es una bebida que no soporta bien los cambios bruscos de temperatura porque eliminan gran parte de los matices y propiedades del vino. Además, tampoco es recomendable tomarlo a una temperatura por encima de la recomendada de servicio, ya que de esta forma se puede potenciar el sabor a alcohol y perder todas las propiedades que lo caracterizan.
Opciones para enfriar el vino de una manera rápida y sencilla
- CUBITERA CON HIELO. Cuando lo que se necesita es que el vino coja temperatura de forma rápida y no se estropee, Corporación Vinoloa aconseja coger una cubitera y llenarla con pequeños trozos de hielo y agua muy fría. Una vez listo, solo hay que introducir la botella y en 15 minutos se podrá consumir a una temperatura idónea para calmar la sed. En el caso de no tener tanto tiempo, es posible acelerar el proceso añadiendo sal al agua. Esta es la forma ideal de enfriar un vino, pues va cogiendo la temperatura poco a poco evitando la pérdida de propiedades.
- TOALLA HÚMEDA. También puede ocurrir que la reunión haya sido de improvisto y no haya hielos en casa. No son imprescindibles. En este caso, simplemente se necesitaría una toalla húmeda o papel de cocina empapado en agua para envolver la botella: facilitará el agarre al vidrio y tras dejarla unos 10 o 15 minutos ya habrá cogido temperatura. Este método es menos efectivo que el primero, ya que puede reducir o alterar la calidad del vino, pero solo los expertos sumilleres son capaces de apreciarlo.
- UVAS CONGELADAS. Las uvas son otra alternativa más elaborada y estética que se puede utilizar para que el vino deje de estar caliente. Para poder hacerlo se requiere un poco de previsión pues se necesita meter las uvas en el congelador y, después, añadir dos a la copa de vino. Este método, no ahoga la bebida y, por lo tanto, no modifica su sabor. Además, se pueden comer las uvas una vez terminada la copa. Para los que no les termine de gustar la idea de las uvas, existen otros accesorios como cubitos de hielo de acero o silicona que hacen el mismo efecto.
- CON HIELO. Durante los últimos años, ha habido un incremento de jóvenes que consumen vino. Es por eso que este colectivo ha implementado el uso de cubitos de hielo dentro de la copa para consumirlo a una menor temperatura. Es el método más rápido de todos, pero es importante advertir que altera completamente el sabor original del vino, ya que el hielo se derrite y el vino pierde toda su esencia.
Todos estos métodos son muy efectivos a la hora de enfriar un vino en el último minuto, pero aun así desde Corporación Vinoloa recomiendan mantener el vino a una buena temperatura y que este se sirva directamente a la temperatura recomendada.