Con una previsión de cosecha de vino y mosto sana y de excelente calidad, con unas cantidades de 23,8 millones de hectolitros en Castilla-La Mancha, Cooperativas Agro-alimentarias augura una vuelta a la normalidad productiva. Estas han sido alguna de los asuntos tratados durante la última Asamblea, en la que se ha informado a sus miembros sobre novedades legislativas y productivas para la próxima campaña.
Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, organización que representa más del 75% de la producción y transformación vitivinícola de la región, ha celebrado su Asamblea de Vinos en Tomelloso para informar sobre las claves legislativas, productivas y comerciales de la próxima campaña vitivinícola 2018/19.
De este modo, y ante las puertas de una vendimia retrasada respecto a un año normal en unos 10 días (marcada por una brotación tardía, con una primavera muy húmeda, y con un verano seco pero sin temperaturas extremas) la organización prevé una estimación de cosecha de vino y mosto de 23,8 millones de hectolitros (hl); es decir, las previsiones arrojarían un aumento del 22,3%, respecto a los 19,53 millones de hl de vino y mosto del pasado año.
De seguir en condiciones climáticas estables y parecidas a las actuales, se espera una cosecha sana y de excelente calidad, ya que las viñas de secano tienen humedad en las capas profundas del suelo y no están siendo sometidas a un estrés excesivo, lo que permitiría una adecuada maduración de la uva.
Previsiones en España y Europa
Cooperativas Agro-alimentarias cifra las previsiones en el ámbito nacional en 43 millones de hl; es decir, un 21% más que la campaña anterior, ya que la práctica totalidad de las comunidades autónomas, obtendrán un incremento importante respecto al año anterior al haber desaparecido la amenaza de la sequía; aunque esta cifra estará muy condicionada por la principal comunidad autónoma productora que es Castilla-La Mancha.
Juan Fuente, ha hecho especial hincapié “que se abastezca el mercado a lo largo de la próxima campaña 2018/19 con productos diferenciados y de calidad, con el fin de obtener una mejor captación de valor y mayor reconocimiento en los mercados vitivinícolas internacionales”
En el contexto europeo, tras las primeras previsiones realizadas por el Ministerio de Agricultura francés el pasado 13 de julio, de 46,8 millones de hl de vino, se volvería a niveles de producción más normales, al aumentar respecto al pasado año un 27% (muy afectada por las heladas y la sequía), y un 7% por encima de la media de los últimos cinco años. Sin embargo, la presión del mildiu ha sido extremadamente alta desde la primavera, tanto en Francia como en las regiones del norte y centro de Italia, aunque el país transalpino guarda cierto hermetismo ante esta situación desfavorable, sin emitir aún previsión alguna de cosecha. Por tanto, desde Cooperativas se espera una producción europea cercana a los 170 millones de hl, ligeramente por encima de los 167 millones de la media de las últimas cinco campañas.
Ante dichos datos, el portavoz sectorial de la organización cooperativa que presidió la Asamblea, Juan Fuente, ha hecho especial hincapié ante las bodegas cooperativas de Castilla-La Mancha “que se abastezca el mercado a lo largo de la próxima campaña 2018/19 con productos diferenciados y de calidad, con el fin de obtener una mejor captación de valor y mayor reconocimiento en los mercados vitivinícolas internacionales, donde acudimos con casi el 60% de nuestra producción”.
Escenario estable hasta los nuevos transformados
Las existencias de vino evaluadas en la Asamblea arrojan cifras muy razonables para Castilla-La Mancha, ya que se llegaría a primeros de agosto, según estimaciones, a 6,75 millones de hl de vino, y menos de un millón de hl de mosto, muy por debajo de las últimas campañas; mientras que para España, haciendo proyección de los datos del INFOVI hasta finales de campaña (31 de julio), la organización cooperativa prevé unas existencias de vino alrededor de los 29 millones de hl, más de 3 millones menos que el año anterior, lo que supone un buen funcionamiento de las salidas, tanto en exportación (21 millones de hl de vino), como en las diversas salidas en el mercado interno, 15,750 millones de hl, de los que 10,6 serían debidos a consumo directo, y el resto a otros usos industriales (destilación, vinagres, bebidas con vino, aromatizados, etc.), en la campaña 2017/18 que ya toca a su fin.
“La vuelta a la normalidad productiva en Castilla-La Mancha y en España, junto a una reducción de existencias al inicio de la próxima vendimia” todas ellas prácticamente comprometidas para asegurar el enlace entre campañas, según Juan Fuente, “podrían configurar un escenario estable hasta la obtención de los nuevos transformados”.
Borrador de Real Decreto sobre Potencial Vitícola
Además de realizar un análisis de la próxima PAC para el período 2021-2027, su incidencia en las ayudas al sector vitivinícola, y el futuro marco presupuestario para España y Castilla-La Mancha, la Asamblea también ha analizado las propuestas del Ministerio que figuran en el borrador de Real Decreto sobre Potencial Vitícola, con especial atención a los nuevos criterios de priorización de solicitudes de nueva plantación a partir del próximo año 2019, destacando la introducción de un límite de 5 hectáreas por solicitante, y de simplificación en dos tramos el tamaño de las pequeñas y medianas explotaciones, en cada Comunidad Autónoma.
Por su parte, Susana García Dolla, directora de la Organización Interprofesional del Vino Español (OIVE), ha informado a las bodegas cooperativas de la región sobre la buena marcha de la campaña publicitaria “Marida mejor tu vida con vino” y sobre los proyectos varios en los que se está trabajando, destacaba “la redacción muy avanzada del último borrador de contrato de compra-venta de vino, que podría empezar su trámite para ser homologado a partir de septiembre”, algo que daría mayor seguridad jurídica a los contratos de compra-venta de vinos y mostos.
Por otro lado, se han expuesto algunas normas genéricas de autorregulación encaminadas a la diferenciación de la calidad de la uva a la entrada de bodega, a través de bonificaciones en el cumplimiento de ciertos parámetros objetivos; penalizar los rendimientos elevados; gestión anticipada de la vendimia mecanizada; penalizaciones por defectos en el estado sanitario de la uva, o vendimiar en el momento adecuado, sobre todo las variedades tempranas, que son las que más valor añadido aportan, insistiendo en el estricto aseguramiento de la trazabilidad desde la entrada de la uva en bodega hasta su expedición.
Además, desde la organización cooperativa se apostó por incentivar la elaboración de mosto como producto regulador del mercado vitivinícola, “siendo deseable destinar el 20% de la producción regional a este producto tan versátil” para aquellas producciones con rendimientos altos o sobremaduraciones; y abastecer el tradicional mercado de alcoholes de boca.