Desde que en 2017 la familia CVNE adquiriera la bodega Virgen del Galir, han sido continuos los cambios y mejoras a los que se ha sometido, ahora el grupo invertirá un millón de euros en 16 hectáreas de nuevos viñedos en la DO Valdeorras. Entre sus nuevos lanzamientos destaca Maruxa, en el mercado desde el pasado mes de mayo, y para el próximo otoño prevén el lanzamiento de una nueva línea de vinos exclusivos de parcela.
La bodega Virgen del Galir es una pequeña bodega tradicional, ubicada en Éntoma (Ourense) y conocida por los vinos blancos de Godello, que pasó a formar parte de la familia CVNE en 2017. Desde entonces, CVNE ha trabajado en mejoras tanto en la bodega, como en el campo, lo que ha dado como resultado una facturación en Virgen del Galir de 700.000 euros en el último año (a cierre de marzo de 2019), con una producción de 120.000 botellas, y prevé un crecimiento del 15% para 2020, tanto en facturación como en producción.
Entre sus proyectos, está previsto el lanzamiento de nuevos vinos y la inversión de en torno a 1 millón de euros en 16 hectáreas de nuevos viñedos en la Denominación de Origen Valdeorras -9 hectáreas en 2018 y 7 hectáreas en 2019-, en zonas de gran relevancia para la bodega, como La Ermita y Amalosa, y continuar con la adecuación de la bodega a sus actuales necesidades.
Maruxa, un vino homenaje
Entre los nuevos vinos, destaca el lanzamiento de Maruxa, un nuevo vino que debe su nombre a la madre del fundador de la bodega, que se encuentra en el mercado desde el pasado mes de mayo. Y para el próximo otoño, está previsto el lanzamiento de una nueva línea de vinos exclusivos de parcela.
Maruxa se llamaba la madre del fundador de la bodega y en honor a ella, lleva este nombre el nuevo vino creado en Virgen del Galir y que nace en dos variedades: blanco, elaborado con uvas godello; y tinto, elaborado con uva mencía. El primer Maruxa ya está en el mercado, procedente de la añada 2018, una cosecha caracterizada por su óptima calidad.
Para la elaboración de ambas variedades, se han recolectado las uvas procedentes de los viñedos que la bodega tiene distribuidos en bancales en Éntoma. Se trata de terrenos arcillosos con presencia de pizarras y otros minerales que confieren a los vinos de la zona una gran armonía entre estructura y acidez. La vendimia se lleva a cabo de forma manual en cajas de 15 kilogramos y una vez recibida en la bodega, se introduce en frío para evitar oxidaciones. La fermentación alcohólica se realiza a temperatura controlada para que el vino conserve los aromas varietales.
Tradición y respeto por la tierra
Virgen de Galir es una bodega cuya filosofía encaja a la perfección con la de CVNE: tradición y vanguardia al servicio de la calidad. Se trata de un lugar donde prima la elaboración de vinos con mimo y cuidado y que destaca por la fidelidad a la tierra y por el amor y el respeto a la tradición. Y para CVNE esta bodega es una oportunidad para adentrarse en nuevas denominaciones de origen y explorar el potencial de los viñedos históricos de las diferentes regiones.
Virgen del Galir está situada en el valle del río Galir y rodeada de 20 hectáreas de viñedo, de las que se abastece. Las viñas, plantadas en los suelos pizarrosos característicos de la zona, están dispuestas en bancales, a más de 600 metros de altitud y con un desnivel del 40%. Fruto de esta peculiar forma de cultivo, heredada de los romanos, y de las dos variedades autóctonas, godello y mencía, nacen vinos con un carácter muy marcado.
Entre los vinos históricos de la bodega, Pagos del Galir es el más reconocido. Consta además de dos vinos tintos de variedad mencía “Pagos del Galir,” y “Pagos del Galir, Selección Rosa Rivero, Crianza” y un blanco de la variedad godello.