Dominio de Tares ha decidido celebrar su 20 aniversario con un nuevo vino: El Paisano de Tares. Lo definen como «un vino muy diferente», que supone una vuelta a los orígenes de El Bierzo, en el que se mezclan uvas tintas y blancas de viñedos viejos. Otra de sus singularidades es su colorida etiqueta en la que un joven bebe en porrón, una forma de unir tradición y modernidad en su mensaje al consumidor.
Dominio de Tares celebra su 20 Aniversario con un nuevo lanzamiento: El Paisano de Tares. Para la bodega berciana se trata de un vino muy diferente. Una vuelta a los orígenes de El Bierzo, en el que se mezclan uvas tintas y blancas de viñedos viejos. Su etiqueta –un joven que bebe en porrón– es la imagen que vincula tradición y modernidad, una metáfora de lo que representa esta bodega y sus 20 años de trabajo para posicionar los vinos de calidad de El Bierzo en lo más alto.
Dominio de Tares comenzó en el año 2000 en tierras del Bierzo y actualmente elabora los vinos blancos La Sonrisa de Tares y Godello Fermentado en Barrica, y los vinos tintos Baltos, Cepas Viejas, Bembibre y P3. La bodega también elabora en León con Dominio Dostares y, con la variedad prieto picudo, el rosado Tombú, y los tintos Estay y Cumal.
Sobre El Paisano de Tares la bodega destaca que «es un vino que nace para que la gente lo disfrute«. Y añaden que «al mismo tiempo para que descubra la tradicional forma de elaborar en El Bierzo, con la mezcla de todas las uvas de la finca, tintas y blancas – Mencía, Garnacha Tintorera, Palomino Fino, Doña Blanca y Godello – y con crianza en viejos “cubetos” de roble«.
El Paisano de Tares es, según comenta Rafael Somonte, enólogo de la bodega, “un vino actual y desenfadado para disfrutar en buena compañía, que marida a la perfección con gente campechana y divertida que se adapta tanto a un tradicional potaje de berzas como a una moderna receta nikkei. Un tinto con alma de blanco, ideal para poner en la nevera si hace falta, y disfrutarlo igualmente en copa fina, chato o porrón. Más que un vino, una forma de ver la vida”.
Vendimia y elaboración de El Paisano de Tares
El año 2019 fue de primavera húmeda, verano suave y vendimia temprana que dio lugar a vinos expresivos en nariz y refrescantes en boca, con gran elegancia y equilibrio.
Para este vino se realiza una vendimia manual en cajas de 18 Kg, en bodega los racimos pasan por mesa de selección que luego son enteros pisados sin despalillar. La fermentación es espontánea con levadura indígena del viñedo y la bodega durante 40 días a 20°C, tiene una maceración ligera y la fermentación maloláctica es espontánea, natural. Cuenta con crianza en “cubetos” viejos de roble y se realizan tres trasiegos en menguante. En cuanto a la filtración señalan que es de mínima intervención.
Notas de cata y maridaje
Fase visual: Tinto de capa ligera y color rubí.
Fase olfativa: Nariz perfumada de frutas rojas, violeta y bollería, con notas minerales y de hinojo.
Fase degustativa: Sabroso, refrescante y de trago largo. Con rico post-gusto de frutas rojas y pan tostado.
Desde Dominio de Tares dicen que «marida sobre todo con gente campechana y divertida… y con todo tipo de platos, desde un tradicional potaje de berzas hasta comida nikkei. Disfrútalo fresco (10-12°C) ya sea en copa, chato o porrón, pero sobre todo en buena compañía».
En este vino, se funden la ancestral forma de elaborar en El Bierzo y una imagen rompedora creada por el caricaturista Gogue, en cuya fusión se refleja el enorme vínculo que para Dominio de Tares tienen tradición y vanguardia. Sin duda, una evolución de los vinos de la bodega hacia una perspectiva totalmente nueva, como ya hicieran 20 años antes con su afamado Cepas Viejas.
PVP- 7,90€ – 3.000 botellas