Un fenómeno tan impresionante como desconocido, así valora el boom del vino y enoturismo en China, Lluís Tolosa, que ha redactado este artículo y es autor de 25 libros sobre vinos y enoturismo y profesor, formador y consultor en enoturismo.
En seis viajes en estos últimos años, tuve la oportunidad de conocer en primera persona el impactante desarrollo del sector del vino y el enoturismo en China.
En tres ocasiones coincidí con Pierre Ly, luego también con su esposa, Cynthia Howson, ambos profesores de economía en Seattle, Estados Unidos. Durante siete años (2013-2019) visitaron las principales zonas vitivinícolas chinas para su investigación sobre el desarrollo de los sectores del vino y el enoturismo, entrevistando a viticultores, empresarios, profesores, gobiernos locales y expertos en el comercio de vino. Ahora lo explican en su libro Aventuras en la Ruta del Vino de China, de lectura obligada para todo profesional del vino y enoturismo.
Yantai, el mayor proyecto de enoturismo del mundo
Las primeras veces coincidí con ellos en Yantai, la mayor zona vitivinícola y el principal centro del enoturismo en China, donde está la sede histórica de Changyu, la mayor y más antigua bodega china, fundada en 1892.
Para nuestra mentalidad occidental y eurocéntrica, es fácil pensar que los chinos lo copian todo, y que ahora también nos copian los vinos y el enoturismo. Pero Changyu es tan centenario como Marqués de Murrieta (1872) o Viña Tondonia (1877). Hace más de 130 años, contrataron arquitectos franceses para la construcción del château de Changyu en Yantai. En 1992, para celebrar su centenario, inauguraron el Changyu Wine Cultural Museum, para explicar su historia y promover la divulgación de la cultura del vino, cuando aún no existían el Museo Vivanco de la Cultura del Vino (Rioja), la Cité du Vin (Burdeos) o el World of Wine (Oporto), los tres grandes proyectos de enoturismo del mundo para Great Wine Capitals (GWC).
En 2016, se inauguró la Changyu Wine City, con presupuesto inicial de 800 millones de dólares, algo más de los 80 millones de euros de la Cité du Vin (Burdeos). Allí Changyu ha construido la mayor bodega del mundo, con capacidad de producción de 400 millones de botellas al año. Para tener una referencia, supera la producción conjunta de las 600 bodegas de Rioja o de las 600 bodegas de Cataluña.
Penglai, una denominación de origen
En la misma provincia de Shandong, pudimos visitar otras zonas en desarrollo. En Penglai, 90 km al norte de Yantai, cada año pudimos ver nuevos castillos en construcción, administrados por bodegas chinas, a veces con empresas conjuntas con bodegas extranjeras.
Penglai Grape and Wine Bureau se encarga de captar inversores. Uno de los primeros fue el multimillonario Chris Ruffle, que, tras tres décadas en el comercio de metales en Beijing, en fondos de inversión en Shanghai y en otros negocios en China, en 2004 estableció Treaty Port Winery construyendo su propio Scottish Castle en Penglai.
En 2007 fue clave la llegada de COFCO Great Wall Wine, la rama vitivinícola del gigante chino de la alimentación, uno de los más poderosos del mundo, con liquidez de más de 10.000 millones de dólares del gobierno chino para adquirir empresas de distribución de granos y carnes en los cinco continentes. Crearon el Château Junding, al estilo de una misión californiana, con Shandong Longhua Investment, con inversión de casi 50 millones de dólares.
En 2009 aterrizó el prestigioso Château Lafite Rothschild (Burdeos, 1868). Y así vimos hasta cincuenta bodegas operativas y en proceso de construcción. En términos europeos, Penglai es prácticamente la creación de una nueva denominación de origen.
Pula Valley, enoturismo para millonarios
Otro de los grandes proyectos es Pula Valley, en el distrito de Laishan, a poco más de una hora de Yantai. Es el proyecto más elitista de China, concebido para multimillonarios que quieran tener su propia bodega.
En Pula se ha estimado una inversión de 1.200 millones de euros para crear un gran desarrollo vitivinícola de 22.000 hectáreas. Es propiedad de la farmacéutica china Luye, con operativa en más de 80 países y beneficios estratosféricos.
Taila, gran caso de éxito
Taila es un gran caso de éxito, un desarrollo de 2.200 hectáreas alrededor de un gran lago. Allí conocimos a Gerard Colin, uno de los enólogos más conocidos de Saint-Émilion (Burdeos), pionero en la elaboración de vinos chinos de calidad. Falleció en 2018, a los 75 años, tras un largo recorrido por el país como consultor y asesor de Château Lafite Rothschild en China.
En sus últimos años estuvo muy centrado en la promoción de Taila. Él era la imagen de Taila, con su rostro en las etiquetas de las botellas y en grandes carteles publicitarios en las autopistas y en los laterales de las limousines Hummer con las que se visitan las viñas de Taila.
El modelo de negocio de Taila es un proyecto inmobiliario de venta y alquiler de casas y castillos entre viñedos, con diferentes hoteles de lujo, restaurantes y otros servicios turísticos. Taila dispone de magníficos châteaux entre viñas, listos para ser reclamados por inversores ambiciosos y nuevos socios VIP.
Ningxia, la zona más prometedora de China
Viendo que todo este desarrollo se concentra en la costa este, lejos de gran parte de la población de la China continental, Changyu ha ido construyendo hasta ocho castillos a lo largo y ancho del país, para que cualquier ciudadano chino tenga cerca una experiencia Changyu.
En la región de Ningxia, que Pierre y Cynthia han visitado en varias ocasiones, en el centro del país, Changyu Moser representa la interpretación de la arquitectura de un castillo renacentista francés, para que los visitantes chinos puedan soñar con Francia. La oferta enoturística incluye un museo de la historia de Changyu, sala de cine en 4D, juegos sensoriales con aromas y tablas de maridaje, y muchas actividades para toda la familia.
Pierre y Cynthia destacan Xige Estate, la moderna bodega de Zhang Yanzhi inaugurada en 2019 con más de 1.000 hectáreas de viñedo, un restaurante de cocina local y cincuenta habitaciones para el personal y los visitantes.
Otro proyecto que destacan es Silver Heights, cuya directora de operaciones es Emma Gao, enóloga formada en Burdeos. Se inició como formadora de vinos de la marca española Torres en Shanghái. Comparte el proyecto con su marido bordelés, Thierry Courtade, ex del Château Calon Ségur, una de las fincas más antiguas del Médoc francés, donde Emma hizo las prácticas y donde se enamoraron.
Más cerca de lo que parece
Quizás a algunos les puede parecer que todo esto queda muy lejos. Pero más de un centenar de châteaux en Burdeos ya son propiedad china. Hoy, China ya es el mayor inversor extranjero en el sector vitivinícola en Chile. Y en España, Changyu ya está presente desde 2015 con la inteligente y discreta adquisición de las bodegas Marqués del Atrio (Rioja), por eso presentamos allí el libro de Pierre y Cynthia, Aventuras en la Ruta del Vino de China.