Los organizadores del Concours Mondial de Bruxelles, junto con sus socios y las autoridades checas (lugar donde se celebra esta edición), han decidido cambiar las fechas del evento y se celebrará en Brno en septiembre de 2020. Asimismo la inscripción y el envío de los vinos se han diferido.
Desde el Concours Mondial de Bruxelles (Concurso Mundial de Bruselas) comunican que «a raíz de los acontecimientos relacionados con la propagación del Coronavirus (Covid-19) en Europa y en el resto del mundo, y las restricciones de viaje resultantes de esta crisis sanitaria», el evento se traslada a una fecha posterior. Con ello buscan «garantizar el buen funcionamiento de las degustaciones y adoptar un comportamiento responsable en cuanto a las restricciones de viaje para limitar la propagación del virus».
En consecuencia, y a condición de que la evolución de la situación sea favorable, el Concours Mondial de Bruxelles tendrá lugar en Brno ens septiembre.
“Es una decisión difícil de tomar, pero la salud de nuestros catadores y de nuestros equipos está en juego. El Concours Mondial de Bruxelles es un evento internacional que reúne a casi 500 personas durante varios días, no podemos permitirnos tomar el mínimo riesgo.” Baudouin Havaux, presidente del Concours Mondial de Bruxelles.
El Concours Mondial de Bruxelles es uno de los concursos internacionales más afamados. En él los productores presentan más de 9.000 vinos para ser catados y evaluados por un panel de expertos. Desde la organización recalcan que expertos catadores de todo el mundo catan los vinos inscritos con una única consigna: distinguir los vinos cuya calidad es irreprochable, sin perjuicio de la etiqueta o del prestigio de la denominación.
La anterior edición del Concours Mondial de Bruxelles eligió a un txakoli y un Cigales, mejores vino blanco y rosado del mundo. La «Revelación Internacional Vino Blanco 2019» fue para Gorka Izagirre 42 by Eneko Atxa 2015 de la bodega Gorka Izagirre y la «Revelación Internacional Vino Rosado 2019» recayó en Quelías Rosado 2018 de Bodegas Sinforiano. A ambos se les unió otro vino español destacado en el palmarés como la «Revelación Vino de España 2019» el vino Portia Summa 2015 de Bodegas Portia.
Se retrasa la inscripción y el envío de muestras
Teniendo en cuenta las dificultades relacionadas con el envío de las muestras, los plazos para la inscripción y el envío de los vinos se han diferido. Los productores pueden consultar en la web de los premios para encontrar todas las respuestas a sus preguntas.
Los vinos de la República Checa, joyas escondidas de la viticultura europea
La viticultura en República Checa es una de las más antiguas de Europa y tiene una tradición de unos dos mil años. En la Edad Media, los vinos checos ya tenían un gran prestigio y se servía en las casas de los nobles y de los burgueses. Hasta la Corte Imperial de Viena estaba aficionada a ellos.
Desgraciadamente, a finales del siglo XIX y principios del XX, la filoxera (Viteus vitifolii), que afectaba a muchas regiones vitivinícolas europeas, causó grandes daños a los viñedos checos. A principios del siglo XX, la superficie de viñedos en Moravia había retrocedido hasta 3.800 hectáreas.
En la primera mitad del siglo XX, la viticultura y la vinicultura en el país comenzaron a expandirse una vez más y los viñedos fueron renovados.
La viticultura actual en la República Checa utiliza tecnología moderna y respetuosa con el medio ambiente y se centra en la producción de vinos de calidad, algunos de los cuales han sido premiados en prestigiosos concursos internacionales de vinos. La expansión del enoturismo va de la mano del desarrollo del comercio del vino.
Moravia y Bohemia son las zonas vitivinícolas de la República Checa y ambas tienen subregiones. Las de Moravia son cuatro: Znojemská, Mikulovská, Velkopavlovická y Slovácká. Y Bohemia cuenta con dos: Mělnická y Litoměřická.
Sobre las variedades de uva a pesar de su tamaño y de la relativamente pequeña superficie plantada (aprox. 17.900 ha), en la República Checa hay más de 50 variedades distintas. Las uvas más plantadas son las Grüner Veltliner, Müller Thurgau, Riesling, Welschriesling, Saint Laurent y Blaufränkisch. Cada una de estas variedades cuenta con más de 1.000 hectáreas, que en conjunto representan casi la mitad de la superficie total de viñedo.
También hay otras variedades nacionales de más reciente implantación como la Moscatel de Moravia, la Pálava, la André o la Neronet.
Asimismo continúan con la creación de nuevas variedades de uva, orientadas principalmente a las que resisten a los hongos y a las que son aptas para la producción de vinos biológicos (las variedades conocidas como “PIWI”), como por ejemplo las Malverina, Savilon, Laurot u otras.