El examen de Master of Wine es exigente, ¿cómo se preparan los aspirantes y qué esfuerzo les supone? Aquí se aborda el entrenamiento y coste. Ricardo Herrera, aspirante a Master of Wine, se adentra en un riguroso entrenamiento en el Bootcamp para Masters of Wine en Barcelona, dirigido por Álvaro Ribalta MW. Junto a otros candidatos, perfecciona su habilidad en la cata a ciegas, enfrentándose a más de 150 vinos de diversas partes del mundo. La preparación intensiva, que incluye simulacros de examen y exámenes teóricos, es crucial para enfrentar el desafío del examen de Master of Wine en Londres.
La formación de Master of Wine se caracteriza por su exigencia, para lograr este título internacional hay que dedicar tiempo, esfuerzo y horas de estudio y práctica. Recientemente se ha celebrado un Bootcamp para Masters of Wine en Barcelona, en las instalaciones de Wine is Social, que ha servido como entrenamiento para el examen de Master of Wine. De la mano del aspirante Ricardo Herrera es posible conocer en qué consiste esta experiencia.
Este bootcamp marca el inicio de un maratón diseñado meticulosamente para preparar a los futuros aspirantes al título internacional más prestigioso en el universo del vino. El examen está agendado para el próximo mes de junio en Londres.
En las instalaciones de Wine is Social en Barcelona, 12 aspirantes se sumergieron durante tres días en un intenso entrenamiento dirigido por Álvaro Ribalta MW, quien actuó como tutor. La tarea principal: perfeccionar la habilidad de la cata a ciegas. A lo largo de este entrenamiento, han evaluado más de 150 vinos procedentes de diversas partes del mundo, abarcando desde Chardonnays y Cabernets hasta Syrahs y Sauvignons.
‘En mi caso, estudio mucho y cato casi todos los días en el trabajo, en Wine is Social, y los fines de semana en casa. Esta será la segunda vez que me presento y sé que no basta con estar preparado, hay que ser el mejor’, declara Ricardo Herrera. Y añade que han hecho ‘simulacros del examen de cata para familiarizarnos con el formato y aprender a controlar la presión del tiempo. Álvaro Ribalta nos corrige y nos guía para concentrarnos y afrontar la durísima prueba’.
El título de Master of Wine (Maestro del Vino o MW) es un reconocimiento de élite en el ámbito vinícola, reservado para aquellos con un conocimiento excepcional en variedades, regiones, cultura, negocios, elaboración y cata. Desde su primera edición en 1953, solo 502 personas en todo el mundo han superado este desafío, y en España, tan solo ocho expertos ostentan este prestigioso título: Pedro Ballesteros, Almudena Alberca, Andreas Kubach, Fernando Mora, Álvaro Ribalta, David Forer, Jonas Tofterup y Norrel Robertson.
Cata a ciegas
Obtener el título implica someterse a un riguroso programa de formación, degustar vinos de todas las latitudes, aprobar exámenes minuciosos y superar una cata selectiva a ciegas, destinada únicamente a auténticos eruditos del vino.
‘Es una experiencia estimulante e intimidante. Tu vida se centra en prepararte como un atleta se enfrenta a los Juegos Olímpicos: física, espiritual y psicológicamente. Es una mezcla de brutalidad y belleza que implica mucho sacrificio y desafiarte constantemente para mejorar tus logros. Y muchas veces piensas: ¿todo esto para qué? Pero es que el vino es pasión y conseguir el título de Máster of Wine es llegar a lo más alto, una meta, un sueño. El mío, desde luego, lo es’, explica Ricardo Herrera.
Alvaro Ribalta MW, que logró su título de Master of Wine el año 2021, pone el foco en lo que implica la cata a ciegas: “lo más importante no es adivinar qué vino es. No se trata de acertar la marca o la añada como en un concurso, sino en demostrar tu maestría explicando las características del vino y justificar tus razonamientos basado en el conocimiento de variedades, origen, tipo de elaboración, la calidad y el estilo”. Apunta también Ribalta que “practicar con simulacros de examen como estos no solo mejora el ritmo, sino que también les brinda una idea clara de su dominio y saber en las áreas que deben mejorar. ¿Es duro? Durísimo. ¿Hay competencia? No. Los candidatos no compiten entre ellos; sólo compiten consigo mismos y con el examen”.
La prueba, que se extiende durante cuatro días consecutivos, abarca mañanas y tardes, incluyendo la degustación de 12 vinos a ciegas diarios, provenientes de cualquier rincón del planeta. Las notas de cata deben abarcar parámetros, razonamiento intelectual y capacidad analítica. Por las tardes, se enfrentan a exámenes teóricos que abordan temas como viticultura, enología, control de calidad y aspectos legales.
Además del curso planificado, Wine is Social ofreció a los participantes una cata adicional de vinos, brindándoles la oportunidad de degustar a ciegas una selección de vinos nacionales e internacionales de su catálogo de distribución.
Manel Sarasa, cofundador de Wine is Social habla sobre este club de vinos y su apoyo a la titulación Master of Wine: “El activo principal que tiene cualquier proyecto innovador es su equipo. En Wine is Social apoyamos todo lo que sea promover la cultura del vino y consolidar una comunidad cada vez más amplia de profesionales capaces de pensar diferente y aportar valor en nuestro sector. Poder apoyar también a este grupo de estudiantes de Master of Wine es un placer. Compartir experiencias con ellos, estudiar con ellos y apoyarlos está en nuestro ADN”.
Wine is Social inició su andadura en el año 2013 como club de vinos y siempre ha aglutinado importantes profesionales del sector, provenientes de elBulli, Master of Wine… que reconocían la necesidad de innovar y simplificar el lenguaje del vino. En 2017 Wine is Social expandió su actividad de distribución convencidos de que existía una oportunidad de ayudar a restaurantes a mejorar su negocio con el vino, asesorándoles en las cartas de vino.
La trayectoria de Ricardo Herrera
En el caso de Ricardo Herrera son cuatro años dedicados en cuerpo y alma a una pasión para acabar jugándoselo todo en un examen: ‘Hay
muchísima presión, mucho dinero invertido, mucha renuncia… pero simplemente no lo puedes dejar, es algo irracional que debes hacer, porque te sale de dentro’. Se presentó el año pasado y suspendió. ‘Yo sentí que estaba preparado, que había estudiado como nunca en mi vida pero no es suficiente. Hay que ser el ‘Messi del vino’, un verdadero sabio en educación enológica’.
Este argentino de 42 años lleva afincado en Barcelona desde hace 20, es un pasionado del vino y se ha formado en Weinakademiker, Diploma WSET, es Sommelier certificado por la Escuela de Hostelería de Barcelona y ahora aspira a conseguir el título Master of Wine. Forma parte del comité de cata de Wine is Social, asimismo es comercial en la distribuidora de Wine is Social, Wine Educator y CEO fundador de La Central Wine Store de Barcelona. Cuenta con más de diez años de experiencia en el sector en el ámbito nacional e internacional: desde sommelier en el conocido restaurante Mirazur (3 estrellas Michelin) hasta Wine Educator en el sudoeste asiático.
Sus ganas y su empeño siguen intactas. Wine is Social junto con el Grupo Perelada Chivite le financian parte de los gastos. Solo en matrículas, libros, exámenes son unos 8.000 euros anuales, a los que hay que sumar viajes, formaciones y vinos. Se trata de un sueño de entorno a unos 35.000 euros.