El riego, sombreado de la vid, cubiertas vegetales y fertilización orgánica son algunas de las estrategias de adaptación al cambio climático que está estudiando el proyecto de cooperación franco-español Vitisad en el que participa también el Gobierno de La Rioja. Esta colaboración público-privada trabaja en el desarrollo de estrategias y prácticas vitivinícolas sostenibles que permitan mantener la calidad de los vinos en condiciones de cambio climático.
El Gobierno de La Rioja colabora en el proyecto franco-español Vitisad que tiene por objetivo desarrollar y estudiar prácticas agronómicas. Estas prácticas vitivinícolas sostenibles permiten mantener la calidad de los vinos en condiciones de cambio climático y evitar los riesgos medioambientales que provocarían estas futuras condiciones climáticas.
El proyecto se prolongará hasta mayo de 2022 y está integrado por cinco socios dedicados a la investigación vitivinícola del suroeste de Europa: Neiker (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario) que actúa de coordinador, la Dirección General de Agricultura y Ganadería del Gobierno de la Rioja, la Dirección General de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, la Cámara de Agricultura de los Pirineos Atlánticos y el Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV).
Cinco estrategias de adaptación al cambio climático
El proyecto de cooperación transfronteriza Vitisad se basa en la experimentación, la evaluación conjunta y el intercambio de experiencias sobre cinco prácticas correspondientes a diferentes estrategias de adaptación al cambio climático:
- Establecimiento de cubiertas vegetales como sistema de mantenimiento del suelo, para combatir la erosión, mejorar la calidad del suelo y equilibrar la componente vegetativa y productiva de la cepa.
- Prácticas de eficiencia en la utilización del agua del riego, empleando diferentes técnicas (goteo aéreo, goteo enterrado y riego por superficie) y asociando también estas técnicas al empleo de cubierta vegetal.
- Reducción de la temperatura del racimo y control de la maduración mediante el estudio de la topografía de las parcelas y la instalación de redes para sombrear a las vides.
- Aplicación de fertilizantes orgánicos para aumentar el almacenamiento de carbono y nutrientes en el suelo.
- Estudio del material vegetal adaptado al cambio climático (variedades antiguas, clones y portainjertos, variedades tardías, variedades más ácidas, etc.)
Una segunda acción del proyecto está dedicada a la formación y el apoyo a los viticultores y bodegas en el uso y la adopción de estas prácticas. Los grupos piloto estarán formados por viticultores y técnicos de viticultura en bodegas que hayan decidido modificar sus prácticas de cultivo a partir de las probadas en el proyecto para recoger las inquietudes del sector y compartir los resultados de los experimentos. Desde La Rioja se lidera la acción de desarrollo de los ensayos agronómicos.
Hasta la fecha, una red de 30 parcelas piloto en viñedos comerciales de Francia y España están aplicando las técnicas de:
- Demostración con cubiertas vegetales, integradas por diferentes especies de gramíneas y leguminosas y localizadas tanto en la línea de plantación como en la calle, y comparativa con el mantenimiento mediante laboreo.
- Demostración de diferentes fechas de poda e influencia en el ciclo de la vid.
- Reducción del paso de los tractores y estimación del ahorro energético y económico.
- Recuperación y estudio de material vegetal antiguo, clones y portainjertos.
Colaboración público-privada para la transferencia de conocimiento
Asimismo, una veintena de bodegas participan en experimentos y demostraciones del proyecto Vitisad y 98 vinificaciones han sido elaboradas en 2020 de acuerdo a la aplicación de las prácticas impulsadas por el proyecto. Bodegas Bilbaínas, Bodegas Vivanco, La Rioja Alta S.A. y Bodegas Ontañón colaboran en el proyecto Vitisad desde La Rioja.
La transferencia de conocimiento es una de las actuaciones clave en Vitisad. Además de la elaboración de una ‘Guía de prácticas vitícolas de adaptación al cambio climático’, los resultados del proyecto se compartirán con organizaciones profesionales agrarias, asociaciones profesionales y administraciones regionales para ayudarles a establecer su futura estrategia y políticas de gestión frente al cambio climático.
El proyecto Vitisad cuenta con un presupuesto de 657.587 euros y ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible en los tres países para ayudar a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona.