Cuenta con siete bodegas en cuatro Denominaciones de Origen bañadas por el Duero (Ribera, Cigales, Rueda y Toro), vinos sin alcohol, aceites, una línea cosmética de alta gama, así como un negocio enoturístico floreciente y una empresa de biotecnología agroalimentaria. En 2012 ha crecido un 20% y hoy está presente en más de 60 países.
El Grupo Matarromera cumple en 2013 su primer cuarto de siglo y lo celebrará el 19 de septiembre en un evento conmemorativo en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid) junto a autoridades, empresarios, expertos del mercado vinícola venidos de todo el mundo, empleados y periodistas. El Presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, presidirá el acto.
En 25 años, la empresa bodeguera ha conseguido cualificar y consolidar uno de los proyectos enológicos y agroalimentarios españoles más innovadores y de mayor excelencia, obteniendo en 2012 el premio Alimentos de España a la mejor industria agroalimentaria del país y siendo considerado entre los grandes de la viticultura mundial.
El proyecto empresarial surge en 1988 de la iniciativa empresarial de Carlos Moro, sustentado en el legado familiar y siguiendo con la tradición viticultora y bodeguera de sus antepasados durante 800 años. Moro crea el proyecto de la bodega Matarromera renovando el viñedo y proyectando la construcción de una nueva bodega semienterrada para elaborar grandes reservas, reservas y crianzas de la más alta calidad apoyado “en el conocimiento, la técnica y mucho amor a la tierra”, como dice el propio presidente del Grupo Matarromera. La bodega artesanal arquetípica de la zona se convirtió en una empresa de excelencia técnica, marca internacional y austeridad presupuestaria.
Moro indica que “tardamos cuatro años en crear la sociedad y el proyecto técnico y en 1994 lanzamos nuestro primer vino, lo que nos hizo conseguir muchos de los mejores galardones a nivel internacional, siendo el principio de un concepto de internacionalización y de marca, fundamental hoy en día en nuestra filosofía”. El más importante galardón obtenido entonces fue al Mejor Vino del Mundo con la Medalla de Oro del 9th International Wine Competition de Ürgrüp (Turquía) celebrado en 1995, cuando la bodega comenzaba a comercializar sus primeros vinos.
De esta forma, la empresa desarrolló masa crítica para afrontar el crecimiento y la innovación. Pronto, en 1998, la empresa pone en marcha una nueva bodega en Cigales, Valdelosfrailes, que hoy es el máximo exponente de esa denominación de origen representando aproximadamente el 15% del volumen comercial de esta denominación de origen. En 2000, se restaura la casa familiar en Olivares de Duero, una casa noble del siglo XVI y que fue también antiguo convento jesuita, con bóveda de ladrillo macizo y muros de 2 metros de anchura que le confieren condiciones naturales óptimas para la crianza de vinos de alta calidad. Se crea así la bodega Rento.
En 2004, se adquiere en San Bernardo la única destilería de la Ribera del Duero y anexa a ella se levanta la bodega Emina, el primer centro integral vitivinícola de desarrollo sostenible, una instalación que genera más energía de la que consume gracias a energías renovables, en un edificio que emplea conceptos de arquitectura clásica y permite al visitante conocer todas las fases de elaboración del vino de manera didáctica a través de un centro de interpretación. A un paso de Emina se sitúa una joya arquitectónica, artística y cultural de valor incalculable: el Monasterio Cisterciense de Santa María de Valbuena, que actualmente acoge la sede permanente de las Edades del Hombre. Junto a Emina, el Grupo Matarromera levanta el restaurante La Espadaña de San Bernardo, por lo que, unido al centro de interpretación y el monasterio, el concepto enoturístico adquiere su máxima expresión.
Diversificación, innovación y “póker” de denominaciones de origen
En 2006, comienza la diversificación de producto y se inicia la producción de aceite de alta calidad bajo la marca Emina. En 2007 se adquiere la Bodega Cyan en la D.O. Toro y se crea Emina Rueda, permitiendo al grupo ser el único presente en las cuatro denominaciones de origen clásicas bañadas por el río Duero: Ribera, Cigales, Toro y Rueda.
También en 2007 se profundiza en la diversificación con la creación de la línea de alta cosmética Esdor Cosméticos, siendo un referente de los trabajos de I+D+i iniciados previamente por AbroBiotec, matriz biotecnológica de la compañía. En ese sentido, en 2009 se implanta la producción de vinos con baja graduación alcohólica EminaSin y en 2010 se lanza el primer vino del mundo sin alcohol, EminaZero.
En 2011 se produce un salto cualitativo en la internacionalización de la compañía con la creación de las tres primeras compañías fuera de España: Estados Unidos, China y Filipinas.
En resumen, Grupo Matarromera es hoy una empresa agroalimentaria que sigue creciendo, como lo demuestra que en el periodo 2008-2012 ha aumentado sus ventas más de un 40%, siendo la empresa bodeguera a nivel internacional que más volumen de inversión destina a I+D+i, con un 30% anual de su facturación, y que con 500 hectáreas de viñedo propio se configura como uno de los grandes viticultores de Castilla y León.