La preservación de la diversidad del viñedo en Navarra sigue en marcha a través de la labor que realiza EVENA desde el año 2002 con el proyecto «Cepas Singulares de Navarra y Vinos Old-Vidaos” y que ya ha recuperado 65 variedades autóctonas. Los últimos resultados del proyecto ya han sido presentados durante una jornada celebrada en Olite, que ha continuado con una cata temática dirigida por el especialista Joaquín Gálvez.
El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, a través de EVENA, la Sección de Viticultura y Enología, contabiliza ya más de 60 variedades de vid locales recuperadas en su trabajo de preservación de la diversidad del viñedo de la Comunidad Foral, en el marco de su proyecto de seguimiento e investigación con material vegetal antiguo de vid “Cepas Singulares de Navarra y Vinos Old-Vidaos”, que desarrolla desde el año 2002.
Los resultados y evolución del proyecto Cepas Singulares de Navarra han sido detallados por Félix Cibriáin, técnico de la Sección de Viticultura y Enología del departamento, en la jornada Vinos Old-Vidaos que ha tenido lugar en las instalaciones de EVENA en Olite / Erriberri. Seguidamente, se ha realizado una cata temática de estos vinos dirigida por Joaquín Gálvez, especialista y asesor en Enología.
En la apertura de esta nueva edición de la jornada, la consejera Itziar Gómez ha destacado la importancia del trabajo de EVENA en el rescate de variedades del viñedo antiguo en el área de cultivo de Navarra, “no sólo por su gran labor de recopilación y caracterización, sino también por la experimentación práctica con las variedades recopiladas, que está permitiendo analizar sus ratios de producción y calidad, así como su capacidad para adaptarse a las necesidades actuales y futuras de la viticultura”.
La consejera ha continuado resaltado “el vínculo de muchas de estas variedades con diferentes aspectos de nuestra cultura, tradición, arte e incluso ciertos paisajes de gran atractivo, lo que las hace únicas, ya que estas variedades recuperadas vienen asociadas a un lugar, a un modo de hacer, de pensar y a una visión de futuro que pueden proporcionar nuevas oportunidades para el sector, y permitirnos también avanzar en la calidad de los vinos y en mejorar la oferta para posicionarlos en el mercado como algo único e inimitable”.
Gómez ha subrayado también “la importancia de preservar las variedades de viñedos antiguos en el contexto del necesario cuidado de la biodiversidad, y también en lo referente a la adaptación de nuestra viticultura a los efectos del cambio climático, recuperando las variedades que mejor se adapten a las nuevas condiciones de cultivo, y que sean más tolerantes a la sequía o a las nuevas enfermedades.”
Además, Gómez ha garantizado el respaldo al trabajo de recuperación de estos viñedos, asumido presupuestariamente por el propio Departamento a través de EVENA, y que cuenta con el apoyo de proyectos relacionados como MINORVIN y VITISAD. Ha destacado y agradecido también la colaboración de los cerca de 50 viticultores y viticultoras de la zona que mantienen variedades en sus viñedos viejos, así como de los 15 agricultores, agricultoras y bodegas que actualmente están implicados en la plantación experimental con estas variedades en sus propias viñas.
En esta nueva edición de la jornada, que viene desarrollándose desde 2012, han participado 50 personas (representantes de organizaciones agrarias, de diferentes bodegas, viticultores, consejo regulador), que han escuchado las explicaciones de Joaquín Gálvez, especialista y comunicador. La cata ha incluido 12 vinos (6 blancos y 6 tintos), de diferentes variedades antiguas cultivadas en la finca Baretón de Olite.
El programa se ha completado con la presentación del libro “Garnacha Blanca. ADN, racimos y aromas de sus uvas”, de la doctora Maite Rodríguez, que recoge su trabajo de estudio molecular y agronómico de la colección de plantas de Garnacha Blanca.
Primera aproximación a la caracterización agronómica y enológica
En los trabajos de recuperación de material vegetal, realizados por EVENA desde el año 2002, se han podido recuperar hasta el momento un total de 65 variedades. En su parcela experimental se ha efectuado la primera aproximación a la caracterización agronómica y enológica. Dentro de este trabajo se han encontrado cepas que no han podido ser identificadas por no estar en la base de datos de los centros de referencia y, por lo tanto, son consideradas variedades desconocidas.
En la parcela experimental de la Estación EVENA se ha efectuado la primera aproximación a la caracterización agronómica y enológica. De todas las variedades recopiladas, se trabaja con un grupo de ellas elegidas según criterios como la diversidad, la rusticidad, además de demostrar ratios de producción y calidad adecuadas a las necesidades actuales y futuras de la viticultura.
Parte de estas cepas desconocidas se encuentran ya en proceso final de inscripción en el Registro de Variedades Comerciales y de clones certificables de distintas variedades recuperadas de viñedo antiguo, como la Garnacha Blanca y el Tempranillo.
El trabajo descriptivo efectuado es amplio y abarca la evaluación desde el punto de vista sanitario, ampelográfico, morfológico, agronómico, enológico, todo ello refrendado con la caracterización organoléptica de los vinos obtenidos.
El objetivo final del proyecto es propiciar que aquellas variedades interesantes lleguen al sector. Para ello, se trabaja con el sector viverista navarro para su multiplicación y con las bodegas para validar este material de forma experimental en diversas situaciones de cultivo.
Actualmente la Sección participa en dos proyectos: uno denominado Minorvin “Valorización de variedades minoritarias de vid por su potencial para la diversificación vitivinícola y de resiliencia al cambio climático”, en el que intervienen 16 centros de investigación vitivinícola nacionales y otro, en el ámbito POCTEFA, denominado Vitisad “Estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático” en colaboración con Neiker, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, con ICVV de la Dirección General de Agricultura y Ganadería del Gobierno de La Rioja, con la Cámara de Agricultura de los Pirineos Atlánticos, y con el Instituto Francés de la Viña y el Vino.