A partir de las tres letras que forman el nombre de la bodega: L -A – N, se pone en marcha el nuevo proyecto de enoturismo «LAN en tres letras». En esta experiencia el visitante irá viviendo un relato de la historia jamas contada de LAN. En este relato es protagonista Viña Lanciano, nombre del viñedo y del vino que representa el alma de LAN.
Con más de cuarenta años de tradición vitivinícola, LAN presenta su nuevo proyecto de enoturismo que condensa bajo un concepto diferenciador: «LAN en tres letras». Un retorno a su origen en un guiño a su propio nombre.
La experiencia enoturística de LAN se construye desde un relato a partir de las tres letras de su nombre, L -A – N, acrónimo de Logroño (hoy La Rioja), Álava y Navarra, las tres provincias que forman parte de la DOCa Rioja.
Situada en Fuenmayor, en el corazón de Rioja Alta, LAN nos conduce por un viaje que empieza en la L de Lanciano, su viñedo emblemático ubicado en un meandro del río Ebro, y L de Leyenda, la que rodea al Puente Mantible cuyos restos descansan al pie de Viña Lanciano. Una obra colosal levantada por los romanos en el siglo II y reconstruida en tiempo de Carlomagno 500 años después.
La letra A hace referencia a la Arquitectura, la que construye LAN en su espectacular sala de crianza, formada por singulares pirámides de barricas. Su sistema de apilado, trasiega y climatización la hace única en el mundo. La A remite también a la Arquitectura efímera de Concéntrico, el Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño, en el que LAN participa activamente, convocando un concurso internacional del que se selecciona cada año la instalación efímera ganadora que posteriormente es construida en su finca Viña Lanciano.
Por último la N recuerda al visitante el número 12, que designa el depósito de descube Número 12, el favorito de sus bodegueros y que da nombre al vino LAN D-12. Y también N de nombres, los de todos los hombres y mujeres que mantienen vivo su legado.
Tras la experiencia en bodega, LAN acoge a sus invitados en su nuevo LAN bar y espacio de tienda, donde todo está preparado para disfrutar cómodamente de la degustación de sus vinos. Los visitantes podrán relajarse en un ambiente de estilo cálido y natural logrado a través de materiales como piedra y madera, combinados con el tono fresco y verde de las plantas, que recuerdan la naturaleza siempre presente en LAN desde su propio origen.
En el LAN bar aún aguardan sorpresas para el visitante. Faltan cosas por aprender sobre el vino y el arraigo de LAN en la larga tradición vitivinícola de la región. Es el momento de descubrir y jugar con palabras vinculadas al mundo del vino en La Rioja, que LAN ha recuperado en su glosario “ABC del Vino.”
La experiencia en tres letras se puede reservar aquí
Viña Lanciano: el alma de LAN
En el centro de esta experiencia de enoturismo se encuentra Viña Lanciano, el alma de LAN, vino que recibe su nombre del viñedo que le vio nacer. Un enclave privilegiado, el artífice de la filosofía original de la bodega, que refleja la esencia del territorio y del río que lo abraza.
De cepas seleccionadas de más de 30 años procedentes de la finca Viña Lanciano y vendimiadas a mano se obtiene este vino con nombre propio.
La esencia de LAN se hace presente en este vino singular que rinde tributo en su etiqueta a la historia del Puente romano de Mantible. Sus restos descansan hoy junto al viñedo, bajo la atenta mirada del río Ebro y de la majestuosa Sierra de Cantabria.
Color granate intenso y brillante. Elegantes notas de frutas rojas en licor y negras (mora, grosella), envuelto en notas especiadas de clavo, canela y vainilla. Así como toques minerales cuya característica es común a todos los vinos que proceden de la finca “Viña Lanciano”.
Se aprecian también notas perfumadas de violetas. En boca tiene una entrada muy amable y sedosa, muy equilibrada con taninos maduros y a la vez con la acidez y estructura necesaria para hacerlo muy persistente. Vino singular de personalidad diferenciada. Un vino elegante y refinado.
Descarga Ficha de Cata Viña Lanciano 2012