El Grupo Operativo Govalmavin continúa investigando las características y beneficios que aportan al vino la crianza en tinajas de barro tecnológicas. Esta será la primera vendimia en la que se hará uso de dichas tinajas para analizar el efecto de este recipiente en el PH del vino, la sedimentación, la clarificación y la estabilización.
La época de vendimia ya ha comenzado en la mayor parte de los territorios vitivinícolas del país y este año se prevé una reducción media de entre un 16% y un 20% sobre la del pasado año, que alcanzó casi 50,4 millones de hectolitros de vino y mosto en toda España.
En volumen, todas las fuentes prevén que esté entre un mínimo de 39 Mhl y un máximo de 44 millones, con una media 42 millones, es decir, será entre 6,4 y 10,4 millones de hectolitros inferior, con una media de 8,4 millones menos, a la del pasado año, debido a factores adversos como las altas temperaturas y a la escasez de precipitaciones primaverales.
Primera vendimia en tinajas de barro
Se estima que la cosecha se generalizará en torno al 10 de septiembre, algo antes que el año pasado y para el Grupo Operativo para la valorización de materiales tradicionales para vinificación de vinos de calidad (Govalmavin), se trata de la primera ocasión desde el arranque del proyecto en la que se utilizarán las tinajas de barro con las que está investigando.
Para esta vendimia Alfatec ya tiene 2 de sus tinajas tecnológicas en la bodega de Juan Carlos Sancha y 6 en la bodega experimental del Centro Tecnológico de apoyo integral a la I+D+i para el sector Vitivinícola (VITEC), socio del proyecto Govalmavin, donde se evaluará la influencia de esta tinaja en el comportamiento y características fisicoquímicas del vino, en concreto realizando ensayos para medir el efecto de este recipiente en el PH del vino, la sedimentación, la clarificación y la estabilización.
Además, durante los próximos meses el proyecto continuará trabajando con tinajas tradicionales en la bodega Prado Rey, en Celler del Roure y Bodegas Gratias.
Igualmente importantes serán los ensayos realizados despues de la crianza, en lo relativo al mantenimiento y limpieza de las tinajas, ya que la amplia vida útil de las tinajas es otro de sus atributos a la hora de irse haciendo hueco en las bodegas. Las tinajas tecnológicas de Alfatec han de garantizar que los protocolos de limpieza y desinfección no alteran la matriz química de la tinaja, y mantienen el respeto tanto por el medio ambiente, como por los vinos.
Esta cosecha se prevé de buena o muy buena calidad y rendimientos inferiores
En nuestro país hay algo menos de un millón de hectáreas cultivadas de vid y según la Federación Española del Vino (FEV), la producción media de los últimos cinco años ha rondado los 42 millones de hectolitros, situando a nuestro país entre los principales productores de vino en todo el mundo. Estaríamos, por tanto, ante una vendimia “normal”, media-baja, tras el repunte de la de 2018.
En la principal zona productora, Castilla-La Mancha se prevé una producción de vino y mosto de 21,15 millones de hectolitros, un 27,3% menos con respecto al año anterior, como consecuencia de un invierno con temperaturas suaves y una primavera-verano con episodios de mucho calor y de ausencia de precipitaciones, que ha provocado un estrés excesivo en las plantaciones que viñedo, que venían de una muy buena cosecha en el año anterior.
Por lo general, en la mayor parte de las zonas y Denominaciones vitivinícolas del país se prevé también una producción menor a la de la vendimia de 2018, aunque los descensos serán más acusados, entre el 25% y más del 30% menos que un año antes, en la mitad Sur peninsular. Además de Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía.
En zonas como Castilla y León, la vendimia comenzó en Ávila, donde esta presente la Denominación de Origen Protegida Vino de Cebreros, que este año estará afectada en parte por la sequía y por el pedrisco.
Por otro lado, en las zonas del Norte, la vendimia se lleva a cabo unas semanas más tarde que en otros territorios, es decir, a finales de septiembre o principios de octubre, aunque también depende de las variedades de uva a cosechar. La Rioja Baja es el primer territorio donde se empieza a vendimiar y el periodo suele durar entre 30 y 40 días aproximadamente.
En el aspecto cualitativo, por lo general todas las fuentes destacan que, debido a la casi ausencia de enfermedades criptogámicas (hongos, como el mildiu o el oidio), causadas por el exceso de humedad y de calor a la vez, y a la escasez de heladas se prevé una cosecha de buena o muy buena calidad en la mayor parte de las zonas productoras, aunque los rendimientos serán inferiores.
El pedrisco, aunque causó daños puntuales de consideración en algunas parcelas, como en Utiel-Requena o en La Rioja Alta, tuvo una incidencia muy inferior a la del pasado año.
En este contexto, Govalmavin apuesta por la modernización y recupera el uso de las tinajas de barro tecnológicas, lo que supone una influencia positiva en el resultado final, evitando los sabores y aromas indeseados y dando como resultado vinos frescos y expresivos para abrir un mundo a nuevas experiencias organolépticas.
“Hace tiempo detectamos la oportunidad de ofrecer una alternativa a las barricas de madera a través de las tinajas de barro, que aportan características especiales a los vinos y tienen una menor reposición, lo que contribuye a que sean más sostenibles”, explica Justo Banegas, director de Alfatec Ingeniería y Consultoría, uno de los socios impulsores del proyecto. Para él, se trata de “ofrecer métodos alternativos que enriquezcan la oferta actual de vinos y mejorar las posibilidades comerciales”.
El sector vitivinícola es muy importante en nuestro país, desde una perspectiva social y económica. Actualmente, según afirma Fernando Villena, presidente de Asaja, es difícil dar una cifra con exactitud ya que hay todavía muchos factores en juego como las temperaturas nocturnas, pero estima que la cifra final se pueda situar en 42 millones de hectolitros.