Zaragoza ha presentado su proyecto para ser la Capital Mundial de la Garnacha, una uva autóctona con gran arraigo en la región aragonesa. El proyecto busca potenciar el enoturismo en la zona y posicionar a la ciudad como referente internacional de esta variedad. La iniciativa incluye la creación de rutas de enoturismo, la celebración de un festival anual dedicado a la garnacha y la colaboración con instituciones internacionales.
Zaragoza ha presentado su proyecto para convertirse en la Capital Mundial de la Garnacha. Esta iniciativa busca posicionar a la ciudad como epicentro internacional de esta variedad, aprovechando la riqueza vitivinícola de la provincia y su variedad de uva autóctona: la garnacha.
El proyecto, anunciado por la alcaldesa Natalia Chueca se fundamenta en la profunda y rica historia que une a Zaragoza y Aragón con la garnacha, una relación que se remonta a siglos atrás.
La alcaldesa declaró que está convecida «de que Zaragoza debe aspirar a convertirse en una referencia internacional, también en el ámbito del turismo». Y añadió que «el turismo enológico está en alza y se asocia a un turismo de calidad. La garnacha, originaria de la provincia de Zaragoza, es un recurso propio que da lugar a vinos de primer nivel».
El proyecto incluye la colaboración con instituciones internacionales como la Organización Internacional del Vino (OIV) y el Instituto Agronómico Mediterráneo (IAMZ), la creación de rutas de enoturismo, la celebración de un Festival Mundial de la Garnacha en Zaragoza, congresos internacionales y campañas de promoción a nivel nacional e internacional.
La variedad de uva garnacha es una de las cinco más importantes del mundo y, la única de origen español según los estudios. Su presencia en las tres Denominaciones de Origen de la provincia –Calatayud, Campo de Borja y Cariñena–, sumado al rico patrimonio cultural de Zaragoza, la convierten en un destino ideal para los amantes del enoturismo y la gastronomía.
Natalia Chueca explicó que «la garnacha es un recurso autóctono, identitario y universal, que proyecta la ciudad y el territorio de la provincia como un espacio de atracción» y añadió que «nuestro patrimonio cultural, la ciudad de las dos catedrales, Goya, nuestra gastronomía, hacen de Zaragoza un destino urbano emergente y en crecimiento consistente.»
Los vinos de garnacha, ya durante la Edad Media, se comercializaban a través de Zaragoza, donde se encontraba la Corte Real del Reino de Aragón. Esto provocó además que la nobleza fuera consumidora habitual de garnacha, elevando el prestigio de la variedad. Esta historia se ha transmitido de generación en generación, dando forma a un presente en el que Aragón se consolida como cuna y protectora de la garnacha.
La provincia de Zaragoza cuenta con más de 18.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, concentrando una parte significativa de las 35.880 hectáreas que existen en toda la región. Esta extensión refleja la importancia capital de la vid en el paisaje y la economía de Zaragoza.
Aragón: un lugar único para la uva garnacha
Algunos de los aspectos que hacen de Aragón un lugar único para la garnacha son:
- Diversidad de terruños: las diferentes zonas de Aragón, con sus microclimas y tipos de suelo, dan lugar a una rica paleta de estilos de garnacha. Desde las garnachas de altura de Calatayud hasta las de las terrazas del Ebro en Campo de Borja, la región ofrece un abanico de matices que le reflejan la versatilidad de la variedad.
- Tradición vitivinícola: la garnacha está arraigada en la cultura y la tradición de Aragón. Las fiestas del vino, la gastronomía local y los saberes ancestrales transmitidos de generación en generación son testimonio de este legado.
- Denominaciones de Origen: Aragón cuenta con seis Denominaciones de Origen, tres de las cuales –Calatayud, Campo de Borja y Cariñena– tienen a la garnacha como protagonista. Estas DO’s, junto a las cinco indicaciones geográficas protegidas, garantizan la calidad y la autenticidad de los vinos aragoneses.
- Impulso a la innovación: Zaragoza, como capital, lidera la investigación y desarrollo en el ámbito vitivinícola. La Universidad de Zaragoza juega un papel fundamental en el estudio de la Garnacha, su adaptación al cambio climático y la mejora de las técnicas de producción.
Objetivos y plan colaborativo
Este proyecto busca poner en valor este patrimonio y convertir a la ciudad en un referente internacional del enoturismo. Para conseguirlo, se ha diseñado, en colaboración con las tres denominaciones de origen de la provincia, las tres rutas del vino y el Gobierno de Aragón un plan de acción que incluye:
- Colaboración Internacional: Zaragoza trabajará con instituciones como la Organización Internacional del Vino (OIV) y el Instituto Agronómico Mediterráneo (IAMZ) para posicionarse como referente en el mundo de la garnacha. Además creará un red colaborativa en el ámbito nacional e internacional, con especial interés en LATAM.
- «Escapadas de Enoturismo»: se crearán rutas que conectarán Zaragoza con las zonas productoras de garnacha de la provincia, permitiendo a los visitantes descubrir la diversidad de la región.
- Festival Mundial de la Garnacha: Zaragoza acogerá un festival anual dedicado a esta variedad, con catas, degustaciones, maridajes y actividades culturales.
- Congresos y Promoción: se organizarán congresos internacionales sobre la garnacha y se lanzarán campañas de promoción a nivel nacional e internacional para dar a conocer la candidatura de Zaragoza.
- Jardín de la Garnacha: se creará un espacio dedicado a la garnacha en el Bosque de los Zaragozanos, un lugar donde los visitantes podrán conocer las diferentes variedades de la uva y su proceso de cultivo.
Con este proyecto, Zaragoza pretende generar un impacto económico positivo tanto en la ciudad como en las zonas rurales de la provincia y atraer a visitantes de todo el mundo. La capital aragonesa se presenta así como la cuna histórica de la Garnacha y un destino enoturístico de primer orden.
Cabe recordar que Zaragoza ha sido reconocida como Ciudad Internacional de la Viña y el Vino por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), consolidando su prestigio en el sector vitivinícola. Este logro es el resultado de la colaboración estratégica entre la sede española del Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM Zaragoza) y la OIV, quienes promueven conjuntamente el desarrollo sostenible y la innovación en la viticultura.