La Escuela de Viticultores de Bodegas Riojanas en su III Jornada Viticultura 4.0 trató sobre la sostenibilidad en los suelos vitícolas de Rioja y recuperar la biodiversidad, como formas de elaborar vinos de calidad.
La sostenibilidad en la actividad vitivinícola, centrándose en los suelos vitícolas de Rioja y la necesidad de recuperar la biodiversidad como herramienta de trabajo para la obtención de vinos de calidad, fue el interesante tema que protagonizó la tercera jornada de la Escuela de Viticultores de Bodegas Riojanas. Diferentes expertos mostraron las claves para ello.
El evento se celebró el pasado 21 de noviembre con un nuevo éxito de participación al completar el aforo máximo de 130 participantes llegados desde La Rioja, Rueda, País Vasco y Navarra.
Los responsables de exponer este tema de tanta actualidad han sido Yago Ferrándiz Valor, Marcos Caballero Molada y José Antonio Rodríguez Castillo, tres expertos de la empresa multinacional española Fertinagro Biotech, especializada en cubrir las necesidades del agricultor en cuanto a mejora de suelos, trazabilidad, huella hídrica y de carbono.
Sostenibilidad, viticultura como herramienta de economía circular, innovación, estudio de los suelos, cambio climático…
Natalia Olarte, Manager IDi de Bodegas Riojanas, define la sostenibilidad como “la capacidad para satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para solventar sus propias necesidades”. Para Olarte “la responsabilidad de practicar una viticultura sostenible es de todos los participantes en el sistema, desde viticultores y enólogos, a legisladores e investigadores, así como productores de todo tipo de insumos y herramientas utilizados en viticultura”.
La coordinadora de la Escuela concluyó reafirmando la apuesta clara de Bodegas Riojanas por continuar innovando en formación pues, como en otros campos, “sin duda esta es la mejor herramienta para ayudar a conseguir que se vayan imponiendo las prácticas de viticultura sostenible”.
El responsable de la Unidad de Orgánicos Tecnológicos y Producción Ecológica de Fertinagro Biotech, Yago Ferrándiz Valor, se mostró convencido de que existe un futuro para los jóvenes agricultores, ya que “la viticultura es una herramienta de economía circular que permite fijar población y combatir el cambio climático”. También recalcó la necesidad de que los jóvenes reciban formación continua en temas tan importantes como el papel de los suelos en la optimización de los recursos hídricos a través de programas de fertilización integral.
Marcos Caballero Molada, especialista en agronomía y edafología del Departamento de I+D+i de Fertinagro Biotech, aseguró que “el futuro de la viticultura sostenible para elaborar vinos de calidad pasa por la innovación en un campo tan esencial como es la metagenómica de los suelos (es decir, el estudio de sus comunidades microbianas)”. “Los microorganismos del suelo son la clave para la sostenibilidad y, en un futuro cercano, podremos realizar fertilizaciones de precisión que potencien el eje estratégico planta-suelo–clima”. Para este experto, el alcance de la metagenómica de los suelos está siendo sorprendente, ya que permite descubrir genes, enzimas, estructuras proteicas y rutas metabólicas de nuevos antibióticos, así como conocer la dinámica poblacional del suelo.
Por último, José Antonio Rodríguez Castillo, ingeniero agrónomo especialista en cultivos leñosos, habló sobre el papel de los suelos agrícolas ante el cambio climático. Expuso el tema a través de la identificación de problemas tomados de casos reales ocurridos en Burdeos y Rioja, con el fin de dar respuesta a la pregunta sobre cuándo, cómo y con qué se debe abonar. La solución ofrecida a los asistentes se plantea desde otra perspectiva en cuanto a la relación del suelo con la vida de las vides, ya que según este experto “no podemos basarnos solamente en las propiedades físico-químicas del suelo, sino que debemos pensar en otros dos pilares tan importantes como son la ecología y la microbiología del suelo”.
La Escuela de Viticultores de Bodegas Riojanas sigue su compromiso con la formación
La Escuela de Viticultores de Bodegas Riojanas, inaugurada con gran éxito en abril de este año, es fruto del compromiso asumido por la centenaria bodega de Cenicero para impartir formación a toda la cadena de valor, desde la producción a la venta, poniendo en valor en este caso el papel decisivo del trabajo de los viticultores en la calidad final de los vinos.
Así desde Bodegas Riojanas señalan que el objetivo prioritario de la Escuela es por tanto contribuir a la mejora de la calidad de la uva mediante la formación del amplio colectivo de viticultores proveedores de la bodega, dándoles a conocer los nuevos retos y oportunidades de la viticultura del Siglo XXI a través de ponencias, debates y actividades prácticas a cargo de especialistas en las distintas áreas.
La asistencia a las ponencias está abierta a profesionales del sector vitivinícola y a estudiantes de Enología, así como a público interesado, y es gratuita, hasta completar aforo, previa inscripción.
Hasta el momento se han tratado temas como en la primera jornada sobre la gestión de suelos, plagas y enfermedades y control de la polilla del racimo, o en la segunda la forma en que afecta el cambio climático a las plagas y enfermedades de la vid en Rioja Alta.