Grupo Rioja pone en marcha un proyecto que durará dos años, durante los cuales se pretende desarrollar un modelo de predicción contra el oídio específico para la DOCa Rioja. Esto dará una herramienta práctica a los viticultores para reducir la aplicación de productos fitosanitarios con la reducción de coste económico y medioambiental que eso supondrá.
El proyecto Oídio Detection, promovido por Grupo Rioja, se ha puesto en marcha para desarrollar un modelo de predicción que permita un uso de tratamientos fitosanitarios más racional y sostenible en la Denominación.
El oídio o ceniza es una enfermedad endémica en Rioja que, en condiciones favorables, puede producir daños considerables en el viñedo. Ello obliga a la aplicación de tratamientos fitosanitarios preventivos, en ocasiones innecesarios, que conllevan un coste económico e implicaciones ambientales por la permanencia de residuos en los suelos y su filtración en acuíferos.
Existen modelos epidemiológicos para predecir el riesgo de infección por oídio en otras regiones vitivinícolas, pero sólo son válidos para la zona geográfica donde se desarrollaron y resulta imprescindible disponer de modelos adaptados a las condiciones locales particulares. Por ello, el objetivo es desarrollar una herramienta práctica que permita a los viticultores tomar las mejores decisiones para practicar una agricultura más sostenible y rentable al reducir la aplicación de productos fitosanitarios con respecto al calendario fijo, que se practica de forma habitual para proteger al cultivo.
Dada la importancia del proyecto, las bodegas asociadas Ramón Bilbao y Bodegas del Medievo se han unido a la Asociación de Cooperativas FECOAR y las cooperativas Bodegas Aradón y Bodegas Patrocinio, que trabajarán con el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), la empresa Encore Lab y el Servicio de Información Agroclimática de La Rioja.
Trazará la caracterización climática de La Rioja
El proyecto se propone trazar la caracterización climática de La Rioja Alta, con influencia atlántica, y La Rioja Baja, con influencia mediterránea, mediante el estudio de factores agroclimáticos y el estado sanitario, para validar un modelo predictivo del riesgo de oídio.
El grupo de trabajo ya se ha reunido para fijar el calendario de actuaciones, que comienzan con la selección definitiva de las parcelas representativas en las que se fijará una zona sin tratamiento, otra con tratamiento convencional y una tercera de tratamiento experimental. Las parcelas serán controladas mediante los sistemas de información geográfica (SIG) y la tecnología CESENS, un sistema de monitorización de cultivos con sensores de campo integrados en estaciones agroclimáticas propias. Además, los técnicos realizarán tres visitas al mes para el seguimiento de las parcelas.
Como base se ha tomado el modelo existente más adaptado a las condiciones locales, como el desarrollado por investigadores en California y ya implementado en CESENS y, con los datos recabados en los dos años que durará el proyecto, se irá desarrollando un modelo exclusivo para las condiciones concretas de la DOCa Rioja.
La iniciativa contó con fondos para el estudio y planteamiento que el grupo de trabajo realizó el pasado año, cofinanciados por el Ministerio de Agricultura y FEADER, y finalmente ha merecido el apoyo de la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja. El proyecto cuenta con una subvención de 199.916€ para un presupuesto de 244.896€.
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