No se puede obviar que el comercio electrónico ha sido un gran avance y ha resultado beneficioso para todos los sectores económico, entre los que se incluye el del vino. Por ello la creación de nuevos dominios genéricos de máximo nivel en Internet (hoy en día, existen una veintena de dominios tipo “.com”, “.eu”, etc.) es una oportunidad real para el sector vitivinícola según EFOW y CECRV, pero a la vez también «suponen un gran riesgo». En un comunicado conjunto ambos organismos ven como problema «que los nombres de las indicaciones geográficas sean empleados en beneficio ajeno» y que de lugar a «un mercado especulativo alrededor de la venta de nombres de dominios».
La decisión de ICANN de reconocer nuevos dominios genéricos de máximo nivel (extensiones) responde al objetivo de darle a una comunidad, marca o territorio la posibilidad de registrar una dirección web diferencial sobre la base de su actividad. Hasta el momento, se han presentado cuatro candidaturas relacionadas con el sector del vino: tres empresas privadas compiten por administrar el dominio “.wine” y una cuarta el “.vin”. Cuando ICANN resuelva los solicitantes que se hagan con estas extensiones, esas empresas podrán comercializarlos permitiendo que individuos y/u organizaciones combinen dichas extensiones con los nombres de dominios de Segundo nivel, dando lugar así a una dirección web personalizada como por ejemplo: “chianti.wine”, “champagne.vin”, “rioja.wine”, “port.wine” o muchas otras combinaciones..
Sin embargo EFOW y CECRV afirman que «ninguno de los cuatro proyectos presentados, así como tampoco las reglas establecidas por ICANN garantizan la protección de los nombres de indicaciones geográficas. Además, las empresas candidatas ya han anunciado su intención de subastar al mejor postor los nombres de dominios de Segundo nivel. Actuando de ese modo, el dominio del nombre de una D.O. con la extensión “.vin” o “.wine” podría ser vendido a una empresa o particular ajeno a dicha D.O.». Por ello teniendo en cuenta que no se desarrollado ningún procedimiento de objeción para proteger a las Indicaciones Geográficas, algo que sí se ha hecho en el caso de las marcas, EFOW considera que ICANN no puede aceptar estas candidaturas tal cual están, debiendo adaptar las reglas del juego a las necesidades y derechos que amparan la protección de los nombres de indicaciones geográficas vitivinícolas.
En una reunión celebrada en Pekín, el GAC (Comité de Asesoramiento Gubernamental) de ICANN – cuyos miembros son gobiernos y Comisión Europea- expresó sus reservas sobre estas cuatro candidaturas, concediéndoles tres meses (hasta julio), cuando tendrá lugar la próxima reunión del GAC, en la que se seguirá deliberando con el sector. Este aviso es el resultado de la movilización de parte del sector y algunos gobiernos de países productores de vino, así como de la Comisión Europea. Sin embargo, el Consejo de Administración de ICANN, al que no complace este aviso, ha decidido abrir un periodo de comentarios públicos en un intento de eludir la postura del GAC.
Por este motivo EFOW y sus miembros han tomado la decisión de lanzar el debate y advertir a los consumidores sobre los fraudes potenciales que pueden sufrir en el futuro próximo. Asimismo, EFOW quiere alertar al sector vitivinícola de las posibles extorsiones a las que podría hacer frente (compra de nombres de dominios de Segundo nivel y precios prohibitivos). El Presidente de EFOW, Sr. Riccardo Ricci Curbastro considera que “Internet es hoy en día una herramienta esencial de información y desarrollo comercial. La falta de garantías en torno a los nombres de los dominios por parte de ICANN puede aumentar las usurpaciones y la falsificación de nuestros nombres. Resulta por tanto esencial definir normas precisas no solo para proteger nuestros derechos de propiedad intelectual, sino también para proteger a los consumidores contra posibles fraudes en la Web. Desde EFOW, no estamos en contra de los nuevos nombres de dominios, pero creemos que ICANN debería sentar las bases normativas de una competencia justa”.
Los miembros de EFOW y la propia federación esperan que «otras organizaciones del mundo vitivinícola se unan a esta reivindicación y que los gobiernos de países productores y la Comisión Europea intensifiquen sus esfuerzos para hacer que el Consejo de Administración de ICANN entre en razón y haga que su Consejo de Administración establezca procedimientos de protección para las indicaciones geográficas».