Viñedos de la Familia Luis Cañas han registrado cepas minoritarias que se plantaban hace siglos en la zona. Entre ellas, 37 cepas de la variedad benedicto «la madre del Tempranillo» con gran potencial enológico, además de otras variedades minoritarias, foráneas y algún todavía sin identificar. El objetivo de este proyecto en el que trabajan el ICVV, Familia Luis Cañas y el vivero Vitis Navarra será reproducir vegetativamente todo este material en una nueva plantación que será una realidad a lo largo de este año.
En un estudio llevado a cabo por iniciativa de Familia Luis Cañas con la colaboración del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino de Logroño, se han descubierto cepas de variedades de uva que se plantaban en la comarca de Rioja Alavesa en tiempos pre-filoxéricos, o como consecuencia de la replantación post-filoxérica, en los primeros años del S.XX. Entre el hallazgo se han encontrado cepas de benedicto, «la madre del tempranillo», además otras variedades minoritarias han podido ser identificadas.
Cepas supervivientes
En el año 1912, el ingeniero García de los Salmones contabilizaba 44 variedades cultivadas en el territorio de la actual DOCa Rioja. Hoy en día, en la práctica, podemos hablar de monocultivo de tempranillo, procedente de un número muy reducido de clones comerciales. A eso, los técnicos lo llaman “erosión genética”.
Existen sin embargo, reductos que se han quedado al margen de la modernización del viñedo, en donde se mantienen viñas viejas, y la posibilidad de encontrar auténticos dinosaurios vitícolas. Es el caso del viñedo de la Familia Luis Cañas ( Bodegas Luis Cañas y Bodegas Amaren).
El equipo técnico de ambas bodegas llevaba varios años marcando en esas viñas viejas diferentes variedades, que no se identificaban con las variedades más conocidas. Por ello, presentó al ICVV, en el año 2016, una serie de muestras de material vegetal recogido en sus viñas, con el fin de identificar genéticamente las plantas de las cuales provenían.
La rareza que mostraba este muestreo despertó la atención del equipo de Javier Ibañez del ICVV, que no dudó en estrechar la relación con la bodega. Juntos, emprenderían un proyecto de identificación y recuperación varietal, que culminará en el año 2021 con la plantación de un viñedo experimental de conservación de germoplasma.
Descubrimientos hasta la fecha
En vista de la relevancia de las primeras muestras presentadas y del potencial del viñedo viejo de la familia, se definieron dos grandes ejes de estudio.
Por un lado, se han registrado cepas absolutamente minoritarias en la DOCa Rioja, y que sin embargo se plantaban en estos pueblos de Rioja Alavesa hace décadas o siglos. Consta de 5 grandes grupos:
- El primer grupo, se ha reservado para la variedad benedicto. De gran importancia histórica, tiene además un potencial enológico y vitícola de gran interés. Se trata de la «madre del Tempranillo«, variedad insignia de la comarca y de otras muchas zonas vitivinícolas de España. Se conocía la existencia de alguna cepa aislada por Madrid, Aragón y Navarra. En este caso, el equipo de viticultura de Familia Luis Cañas ha podido localizar 37 cepas hasta ahora, distribuidas en una veintena de parcelas. Con la cosecha 2019, se han elaborado la primeras 17 botellas de las cepas de benedicto, quien sabe si de la historia.
- Variedades nacionales cultivadas en otras DOs, y que aún estando aquí de forma tradicional, no están acogidas la DOCa Rioja como: Bobal, Mencía, Verdejo, Xarello, Tinta Velasco, Palomino, Parellada…
- Variedades minoritarias, muchas veces olvidadas, algunas de las cuales tienen un potencial altísimo, como: Garró, Marufo, Morate, Cadrete, Hebén, Salvador, Aramon, Castellana blanca, Santa Magdalena, Rojal Tinta…
- Variedades foráneas conocidas, pero que tienen la peculiaridad de haber sido plantadas hace casi 120 años, por lo que difieren de lo que se ofrece a nivel comercial hoy en día. Son: Malbec, Cabernet-Sauvignon, Grand Noir, Petit Bouschet, Alicante Bouschet, Clairette blanche.
- Un pequeño grupo que todavía no se ha podido identificar genéticamente.
Por otro lado, se ha procedido a la selección de clones de variedades tradicionales, identificando biotipos de viejos tempranillos, garnachas, gracianos, con características muy diferentes a los clones comerciales actuales. El resultado ha sido la recolección de:
- 167 biotipos de Tempranillo
- 53 de Graciano
- 34 de Garnacha
- 24 de Viura
- 21 de Malvasía
- 14 de Bobal
- 5 de Calagraño
Finalidad y proyectos asociados
El primero y más urgente de los objetivos es frenar la erosión genética, e incluso iniciar un proceso de reversión, plantando un viñedo joven con todo el material vegetal recogido.
Junto con el ICVV y Familia Luis Cañas el vivero Vitis Navarra es partner del proyecto, y se encarga de reproducir vegetativamente todo este material, de cara a preparar una nueva plantación.
Este viñedo será realidad en la primavera del 2021, y se proyecta como el banco de germoplasma más completo de la DOCa Rioja, con una especialización clara en material vegetal autóctono de la zona central de Rioja Alavesa.
Más allá de la colección botánica conseguida, Familia Luis Cañas pretende testear el potencial vitícola y enológico de estas variedades olvidadas, entre ellas las cepas de benedicto. Pensemos que todas estas variedades y clones, son muy diferentes entre sí: en el tipo de aroma, el color, los taninos, el contenido en azúcar, acidez, pH, potasio, ciclo de maduración, resistencia a plagas y enfermedades, necesidades hídricas, vigor… y pueden ser una alternativa de cara a adaptar el viñedo al clima que se presente en un futuro próximo.