La añada de 2018 Finca La Mina ya está disponible. Con una producción de 43.500 botellas, este reserva de la Ribera del Duero 100% tempranillo está elaborado con uva propia de un único y exclusivo pago, Finca La Mina, que le da nombre.
La Bodega y Viñedos Pradorey es un referente en la Ribera del Duero, no solo por ser una de las bodegas pioneras en la zona, sino también por sus vinos de alta calidad y carácter propio. En su amplio catálogo, destaca Finca La Mina, un vino que se define como «el elegante» y que acaba de lanzar su nueva añada de 2018.
Historia de Bodega y Viñedos Pradorey
Para entender la importancia de Finca La Mina, primero es necesario conocer la historia de Bodega y Viñedos Pradorey. Todo comenzó hace poco más de 30 años, cuando Javier Cremades, un ingeniero autónomo recién jubilado, decidió comprar la finca de Ventosilla en Aranda de Duero y plantar las 200 primeras hectáreas de un viñedo, haciendo realidad su sueño de ser viticultor.
Desde entonces, Pradorey ha evolucionado y crecido de manera impresionante. En la actualidad, cuenta con 565 hectáreas de viñedo propio, siendo la mayor extensión de viñedo propio de la Ribera del Duero, algunas de ellas ya en ecológico. Esto permite que toda la producción se haga con su propia uva, lo que garantiza la máxima calidad y control en todo el proceso.
Pago La Mina: la joya de Pradorey
Dentro de la finca de Pradorey, destaca Pago La Mina, un terreno franco-arenoso, casi sin arcilla, situado a 800 metros sobre el nivel del mar, que se caracteriza por dar lugar a vinos intensos y enérgicos. Es precisamente aquí donde se cultiva la uva tempranillo que da lugar a Finca La Mina, un vino que se define como «el elegante» dentro de los clásicos de la bodega.
Gracias a este terruño tan específico, Finca La Mina tiene un alto nivel de prociadinina o lo que es lo mismo, un conjunto de polifenoles que diferentes estudios señalan como un compuesto con múltiples beneficios, necesarios para la respuesta metabólica.
Desde la bodega destacan que la nueva añada de Finca La Mina, la de 2018, es una de las más esperadas por los amantes del vino. Solo se elabora en años excepcionales, los que garantizan un alto potencial y las cualidades para la larga crianza.
Esta añada de 2018 ha pasado 14 meses en barricas de roble francés -su predecesor pasó medio mes más en roble europeo, porque en Pradorey no hay ‘reglas’, sino observación y aprendizaje-.
Elaboración de Finca La Mina
En Pradorey, mantienen una filosofía tradicional en la elaboración de sus vinos, basada en la fermentación espontánea con levaduras autóctonas. Así en este y en sus otras trece referencias, la fermentación es espontánea con levaduras autóctonas de la uva seleccionada en depósitos de acero y la fermentación maloláctica, también espontánea, que se realiza entre conos de madera de Nevers y barricas nuevas francesas. Esto permite que los vinos mantengan su carácter propio y su identidad del terruño.
Notas de cata y maridaje
Este reserva de la Ribera del Duero 100% tempranillo tiene un color rojo cereza muy brillante, con capa altaTiene una nariz compleja y elegante -así lo apodan entre ‘los clásicos’ de la familia- con predominio a fruta madurada, especiado, ahumado y con aromas a tabaco y chocolate, es decir, es un vino con bouquet. En boca es sedoso, con taninos de largo recorrido y sensaciones de fruta madura, aterciopeladas y balsámicas.
Este vino va a la perfección con platos de caza menor de pelo o pluma, con guisos que saben a tradición, así como con carnes gelatinosas como callos o rabo de toro. Acompaña hasta el postre, ya que con un buen chocolate amargo el maridaje es redondo.
Precio de la botella de Finca La Mina: 24 € , y el formato magnum -que además estrena diseño y se vende en un estuche con dos copas- cuesta 49 €.