Abadía Retuerta es reconocida con la máxima distinción regulada en la Ley del Vino: la Denominación de Origen Protegida de Vino de Pago. Esta nueva distinción Vino de Pago Abadía Retuerta (DOP) que ha sido ratificada en el Diario Oficial de la Unión Europea, avala una trayectoria vinícola con más de ocho siglos de historia en el cultivo de la vid.
Los vinos de pago son la cima de la montaña de la clasificación de los vinos que parten desde su base en las categorías de Vinos de Mesa, Vinos de la Tierra, Vinos de Calidad con Indicación Geográfica, Denominaciones de Origen Protegida, DO Calificadas. Este reconocimiento avala la singularidad de los suelos de los viñedos de Abadía Retuerta y la máxima expresión de su terruño, entendido como las características climáticas y geográficas que dotan de unas cualidades únicas a su viña y uva.
La bodega afincada en el municipio de Sardón de Duero, en plena Milla del Oro del Vino, cuenta ya con numerosos reconocimientos que han situado a sus vinos entre los mejores del mundo. Destaca el reconocimiento de su Abadía Retuerta Selección Especial 2001, que consiguió el Premio al Mejor Vino Tinto del Mundo, otorgado por la International Wine Challenge.
Además, fue la primera bodega española que ha logrado incluir durante tres años consecutivos Abadía Retuerta Selección Especial en la lista de Los 100 Mejores Vinos del Mundo, y que desde 1988 publica la acreditada revista americana Wine Spectator. Y, en particular, su añada 2012, ha ocupado el puesto número 12 en la clasificación.
Reconocimiento a la tradición
Para el CEO de Abadía Retuerta, Enrique Valero “este reconocimiento supone un inmenso orgullo, porque pone en valor nuestra filosofía de trabajo, nuestra dedicación y nuestra solidez y firmeza a la hora de hacer las cosas, huyendo de las modas y velando por el renacer de un viñedo histórico, que mantenga un estilo de elaboración único que ensalza y refleja la personalidad de los vinos de Abadía Retuerta en el valle del Duero, el enclave donde nos encontramos”.
Se trata de un lugar único donde la historia trasciende y prevalece y donde la tradición y la cultura permanecen intactas. El río Duero es quien vertebra el paisaje y dota de unas características únicas a su terruño, que unido a su experimentado equipo de viñedo y bodega da como resultado vinos que expresan la personalidad de cada pago. «De ahí que las referencias lleguen al mercado única y exclusivamente cuando la añada cuenta con una calidad extraordinaria» destacan desde la firma.
La finca ocupa una superficie de 700 hectáreas, de las cuales 180 corresponden a viñedos. Están estructuradas en 54 pequeños pagos, diferenciados principalmente por la composición del suelo y cada uno plantado con una única variedad. syrah representa el 10%, tempranillo, el 70%, y cabernet sauvignon, asimismo el 10%. El 10% restante se divide entre merlot, petit verdot y algunas variedades de blanco.
A esta bodega le preceden ocho largos siglos de historia vinícola y desde hace más de treinta años cuenta con un experimentado equipo bajo la dirección de su enólogo, Ángel Anocíbar, y asesorado por el reputado vigneron y el que fuese director de Château Ausone y Château Belair, Pascal Delbeck. Señalan que con «la ratificación de la DOP de Vino de Pago ven compensada la ardua labor por lograr unos vinos únicos e inimitables, su dedicación y búsqueda de la excelencia en cada etapa de elaboración de sus vinos durante todos estos años».