Entre las principales modificaciones se encuentra la de incluir en el pliego la tipología de vino blanco Terra Alta Garnacha Blanca con el fin de proteger y regular los vinos blancos elaborados con esta uva.
El Consejo Regulador acaba de aprobar una serie de modificaciones de su reglamento con la voluntad de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y, principalmente, de los viticultores, viticultoras y bodegas que la conforman. De esta manera se busca proteger y regular aquellos vinos blancos elaborados 100% con garnacha blanca.
Además, en relación con esta nueva categoría, el Consejo Regulador ha aprobado también la inclusión en el pliego del distintivo de garantía creado específicamente para estos vinos y en uso desde hace ya años pese a no estar recogido hasta ahora en la normativa: Terra Alta Garnatxa Blanca 100×100.
Entre las modificaciones más importantes del pliego de condiciones está la del control de la trazabilidad del producto. A favor de la calidad de los vinos amparados bajo la DO Terra Alta, y en un paso más en la lucha contra el fraude, el Consejo Regulador ha acordado trabajar en la aprobación de una serie de parámetros que garanticen que el embotellado de los vinos con DO Terra Alta se realizará en las bodegas inscritas y situadas en la zona de producción que ampara la DO. De esta manera, el Consejo Regulador busca tener un mayor control de la trazabilidad del producto para evitar irregularidades y el uso fraudulento del producto con sello de calidad DO Terra Alta.
Parámetros que deben cumplir los vinos
Los vinos blancos elaborados 100% con garnacha blanca deberán cumplir los siguientes requisitos:
- Edad de las viñas: La edad mínima de las viñas para que un vino sea considerado Terra Alta Garnacha Blanca deberá ser de 8 años, ya que se considera que es a partir del octavo año cuando la planta ya ha desarrollado su sistema radicular, momento a partir del cual la calidad de su fruto es superior. Además, será necesario que pasen 5 años a partir de que la uva tenga aptitud DO Terra Alta para poder elaborar este vino de categoría superior.
- Rendimiento de las viñas: El rendimiento por hectárea de las viñas que opten a esta calificación deberá ser un 15% inferior al que consta en el reglamento de la DO o, cuando sea pertinente, al aprobado en el plenario del Consejo Regulador.
- Rendimiento de extracción de prensa: El rendimiento máximo de prensa será de 65 litros por cada 100 kilogramos de uva a la hora de extraer el mosto para la obtención del vino Terra Alta Garnacha Blanca.
- Tiempo mínimo de embotellado: A la hora de comercializar los vinos bajo esta tipología, estos deberán tener un tiempo mínimo de elaboración y reposo en botella antes de salir al mercado. Así, se establece el día 1 de febrero como fecha mínima de salida al mercado de estos vinos.
- Control organoléptico: Los vinos Terra Alta Garnacha Blanca deberán tener una calidad alta. De este modo, se exigirá una puntuación igual o superior a 87 puntos sobre 100 por parte de los catadores que conforman el comité de cata de la DO.
- Control fisicoquímico:
- Grado alcohólico: entre 12,5% y 15% vol.
- Acidez: igual o superior a 4 g/l de ácido tartárico
- Acidez volátil: inferior a 0,6 g/l de ácido acético
- Azúcares totales: igual o inferior a 2 g/l de G+F
Nuevos vinos: brisados, de licor y de guarda
Además de la actualización del vino blanco, también se ha incluido la incorporación de tipos de vino y elaboraciones que actualmente no constaban.
De esta forma, en 2022 están incoporados también como categoría de producto los vinos brisados, una elaboración típica de la zona y que se está recuperando con fuerza en los últimos años. Así, la DO Terra Alta será la primera denominación de origen en incorporar esta tipología de vino en su pliego, garantizando así su origen y su trazabilidad, y favoreciendo unas elaboraciones más elegantes, con menos extracción de color, más acidez y menos graduación alcohólica.
Por otro lado, dentro de la categoría de vinos de licor, la DO incorporará también el denominado ‘vino naturalmente dulce’, unos vinos procedentes de uvas sobremaduradas o pasificadas, y sin ningún tipo de adición de alcohol.
En relación a las elaboraciones, se incorporan también los vinos de guarda que, hasta ahora, no tenían una regulación específica y que, siendo una elaboración de vinos con una cierta crianza en barrica sin tener que pasar por botella, no se incluían dentro de las menciones de crianza, reserva o gran reserva.
En 2022, los vinos tintos que quieran incluirse dentro de esta categoría de vinos de guarda tendrán que pasar un proceso de envejecimiento de una duración mínima de 12 meses en barricas de madera de roble. Finalizado este tiempo, el vino se embotellará y podrá ser ya comercializado.