La vendimia de 2024 en Bizkaiko Txakolina ha sido la más complicada en décadas debido a las condiciones climáticas extremas. Con una producción total de solo 1.815.000 kilos de uva, un 18% menos que el año anterior, los viticultores vizcaínos enfrentan una situación sin precedentes, obligándolos a adaptarse a un nuevo escenario marcado por el cambio climático. No obstante, a pesar de una cosecha baja, la vendimia ha sorprendido por la excelente calidad de los mostos.
La vendimia de 2024 de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina ha contado con una producción total de 1.815.000 kilos de uva, una reducción del 18% respecto al año anterior, año en el que se registró un descenso de kilos recogidos del 18% frente al 2022, por lo que el sector arrastra dos años consecutivos de bajada en la producción. Además, esta vendimia ha estado marcada por el rendimiento de kilos de uva por hectárea menor en el histórico de la Denominación de Origen, un 31% frente a la media histórica, un rendimiento menor debido a condiciones climáticas adversas.
Una de las campañas más complicadas de la DO Bizkaiko Txakolina
La campaña 2024 ha sido una de las más complicadas de la historia de la DO Bizkaiko Txakolina, con un ciclo vegetativo marcado por condiciones climáticas difíciles. La falta de horas de sol durante la maduración, las heladas y las lluvias intensas han afectado el rendimiento, pero la profesionalización del sector ha permitido que las uvas lleguen a la bodega en óptimas condiciones sanitarias. A pesar de la reducción en la producción, desde la DO hacen hincapié en que «la calidad de los mostos es excelente, y se prevé que los vinos resultantes serán de gran singularidad, con frescura, buena acidez y una clara identidad atlántica».
Tras 30 años desde su creación, este año, la DO ha registrado 435 hectáreas en producción, distribuidas entre 172 personas viticultoras y 36 bodegas. Iñaki Suárez, director técnico de la DO, subraya que, aunque «climatológicamente ha sido un año complicado, con un ciclo vegetativo difícil y una importante merma en la producción, la profesionalización del sector ha sido clave para que las bodegas recibieran uvas en óptimas condiciones garantizando la elaboración de txakolis de alta calidad».
Vinos singulares y con capacidad de guarda: la apuesta de las bodegas de la DO
Las bodegas de Bizkaiko Txakolina continúan apostando por la creación de vinos de calidad, que reflejan la singularidad del territorio y de sus elaboraciones. Además de los vinos de añada, se está dando un espacio cada vez mayor a aquellos que se crían sobre lías o fermentan en barrica, lo que aporta mayor complejidad y diversidad al catálogo de vinos. Esta tendencia es un reflejo de la capacidad de las bodegas para interpretar la viña y maximizar el potencial de las variedades de uva en cada añada.
Suárez explica que «la reducción de la cosecha ha sido importante, pero los vinos que estamos elaborando tienen una calidad excelente, con una gran frescura y un perfil de fácil consumo». Los bodegueros y las bodegueras son cada vez más conscientes de la capacidad de guarda de estos vinos, lo que les permite trabajar con nuevas elaboraciones y técnicas que enriquecen la paleta de sabores y aportan valor añadido a la DO.
Proyecto de reconversión medioambiental del viñedo
Desde 2023, Bizkaiko Txakolina trabaja junto a la Diputación Foral de Bizkaia en un proyecto de reconversión medioambiental del viñedo. Esta iniciativa, con ensayos centrados en la gestión sostenible de los cultivos y la adaptación al cambio climático busca garantizar la viabilidad del sector a largo plazo.