Sus objetivos principales serán mejorar la competitividad del sector vitícola regional, revalorizar sus producciones, adaptar el proceso de elaboración del vino a la demanda de los consumidores y mercados, y potenciar la comercialización nacional e internacional de los vinos de Castilla y León.
La Plataforma de Competitividad Productiva del Sector Vitivinícola de Castilla y León va a contar con casi 86 millones de euros que permitirán la puesta en marcha de 28 medidas estructuradas en 6 áreas de actuación:
1. Sector productor.
El sector productor contará con diversas medidas cuyo objetivo será aumentar la competitividad vitícola, mejorando su posición en la cadena de valor y optimizando las estructuras productivas de las explotaciones de viñedo. Las actuaciones fundamentales en este terreno serán la promoción y el apoyo a la incorporación de jóvenes al sector vitícola incrementando el nivel de profesionalización; la conservación de las comarcas vitícolas singulares, y la renovación de las estructuras productivas en función de las peculiaridades de cada zona geográfica.
Dentro de este bloque, se buscará también intensificar el uso de nuevas tecnologías; facilitar las inversiones en las explotaciones mediante líneas de microcréditos y préstamos, y potenciar el desarrollo de la viticultura ecológica y de otros tipos de vinos.
2. Sector transformador.
Las medidas dirigidas a este sector tendrán como objeto adaptar el proceso de elaboración de vino a la demanda de los consumidores y mercados, facilitando la comercialización nacional e internacional, promoviendo la competitividad del sector y potenciando la imagen de calidad de los vinos de Castilla y León.
Entre las medidas destinadas al sector transformador, están la mejora de la calidad y la comercialización mediante el apoyo directo a las inversiones en bodegas; la promoción de planes de eficiencia energética y reutilización de subproductos de vinificación para la optimización del consumo energético de las explotacione; el impulso a la elaboración de vinos ecológicos, y la puesta en marcha de una línea de microcréditos y préstamos.
3. Sector comercializador.
El sector vitivinícola castellanoleonés factura anualmente 850 millones de euros y da empleo a casi 19.000 trabajadores, la mayor parte de ellos en el medio rural
Entre los objetivos que persigue la Plataforma de Competitividad Productiva Vitivinícola de Castilla y León para el sector comercializador, está potenciar la comercialización nacional e internacional, partiendo del análisis de los mercados y el consumo, con el fin de desarrollar estrategias de promoción específicas del vino y sus productos. Para ello, se pondrán en marcha medidas como el análisis continuado del mercado del vino para poder conocer con previsión dónde están los mercados de interés y las claves para acceder a ellos, así como la transferencia de información al sector como apoyo a la toma de decisiones.
Otra de las medidas será el apoyo a la internacionalización de los vinos y la creación de consorcios entre las bodegas para favorecer su internacionalización. Además, se desarrollarán campañas para generar valor en todos los segmentos de consumidores, acordes a una estrategia de segmentación demográfica y socioeconómica del mercado.
La Consejería de Agricultura y Ganadería pondrá en marcha también, dentro de este bloque, una línea de cooperación en promoción comercial con las figuras de calidad del vino de Castilla y León (las denominaciones de origen Arlanza, Arribes, Bierzo, Cigales, Rueda, Ribera del Duero, Tierra de León, Tierra del Vino de Zamora, Toro, Sierra de Salamanca, Valles de Benavente y Valtiendas, y la Asociación de Vinos de Cebreros)
4. Equilibrio del sector.
Este bloque se ha estructurado en tres campos de actuación: transparencia en todas las actuaciones que se realicen en la cadena de valor, formación para productores e industriales del sector, y promoción.
Dentro del grupo de medidas destinadas a dotar de transparencia las actuaciones en la cadena de valor, se encuentran la implantación de sistemas de análisis técnico-económicos de las explotaciones vitícolas; la aplicación del programa de control integrado de la calidad diferenciada; el impulso del reconocimiento de nuevas tipologías de vinos de calidad, y el desarrollo reglamentario de la Ley 8/2005 de la viña y del vino de Castilla y León.
El apartado destinado a la formación recoge la preparación especializada en contratos a viticultores y la formación de todos los agentes del sector y del mercado vitivinícola.
En cuanto a la promoción y la información, se activarán medidas como el incremento de la imagen y el posicionamiento de Castilla y León como territorio vitivinícola orientado a la producción de vinos de calidad, tanto en el mercado nacional como internacional, y la mejora del interés y el acercamiento del segmento de público joven al conocimiento y consumo moderado de los vinos de calidad de la comunidad.
Además, se va a trabajar en incentivar la presencia de vinos de calidad de Castilla y León en puntos de venta especializados y tiendas gourmet, se va a fomentar el uso de nuevas tecnologías para la promoción y comercialización de los vinos de la región, y se va a promover el conocimiento y la cultura del vino a través del enoturismo.
5. Investigación.
Esta plataforma dedicará también un apartado a la investigación para situar a los vinos de Castilla y León en el mercado en condiciones óptimas para competir en un mercado que, cada vez más, aplica la tecnología no solo al ahorro de costes, sino también a los procesos de elaboración para obtener producciones diferenciadas e incorporar al mercado nuevos productos. Una vez identificados los objetivos de investigación que platean las necesidades del sector, se definirá el Mapa de Investigación y Procesos de la Industria Agraria y Agroalimentaria de Castilla y León aplicado al sector vitivinícola.
6. Seguimiento y control de la cadena de valor.
La Plataforma de Competitividad Productiva Vitivinícola incluye también la elaboración de un plan de control integral del equilibrio de la cadena de valor del sector, así como el establecimiento de instrumentos de seguimiento y de coordinación entre todos los operadores de la cadena de valor.