Las buenas perspectivas para Barcelona Wine Week se han cumplido. Con mayor superficie, ya que sumó un pabellón con respecto a la anterior edición, esta se convierte ya en la mayor edición de un evento en crecimiento. La organización pone año tras año el foco en los compradores tanto nacionales como internacionales y destaca que el «salón se reafirma como la mejor plataforma para la exportación».

Barcelona Wine Week 2025 ha sido todo un éxito, tal y como confirma el presidente de BWW y de la D.O. Cava, Javier Pagés, «una vez más el salón ha constatado su enorme poder de convocatoria, posicionándose como la mejor plataforma comercial para los principales operadores nacionales e internacionales del sector mediante un concepto ferial único».

El salón de referencia del vino español de calidad, BWW, cerró sus puertas el 5 de febrero en Fira de Barcelona con nuevas cifras de récord: 1.266 bodegas de 81 Denominaciones de Origen y cerca de 25.700 profesionales, un 20% internacionales. Por primera vez, y en su quinta edición, el salón ha llenado dos pabellones para dar cabida a la alta demanda, en una cita que se ha consagrado ya como la mayor plataforma comercial internacional para el sector del vino español.

La convocatoria pone al alcance de las bodegas participantes a los principales compradores internacionales procedentes de la gran distribución, la hostelería, el foodservice y el comercio especializado. Las sinergias establecidas durante el evento se concretan en más de 13.000 reuniones de negocio entre empresas expositoras y un millar de grandes compradores nacionales y más de 770 importadores internacionales clave de países estratégicos como Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, China, México, Japón, Brasil, Colombia o Corea del Sur, invitados por BWW en colaboración con ICEX España Exportación e Inversiones. Además, el impacto económico de la celebración del salón sobre Barcelona se sitúa alrededor de los 17 millones de euros.

Los mejores sommeliers y Masters of Wine y muchos vinos catados

En las actividades del salón han participado más de 70 expertos, Masters of Wine, sommeliers, críticos y destacados elaboradores que han analizado los grandes retos y macro tendencias del sector en más de 150 catas y ponencias.

Además del eje central de esta edición sobre la revalorización de las cepas viejas, se han tratado temas de actualidad como la adaptación de las bodegas al cambio climático o el boom de los vinos blancos. Entre los ponentes, BWW 2025 ha tenido a prestigiosos Masters of Wine como Fernando Mora, Doug Frost, Sarah Jane Evans o Pedro Ballesteros.

Durante tres días, se han servido cerca de 360.000 copas de vino para catar los vinos de grandes empresas, así como de centenares de pequeñas y medianas bodegas agrupadas en 81 Denominaciones de Origen y otros sellos de calidad. Las que han tenido mayor presencia han sido la D.O. Ribera del Duero, D.O.Ca La Rioja, la D.O.Q. Priorat y la D.O. Cava, seguidas de las D.O.s Rías Baixas, Navarra, Rueda, Montsant, V.T. Mallorca, D.O. Penedès y D.O.P. Jumilla.

Tendencias del sector del vino tratadas en Barcelona Wine Week 2025

Barcelona Wine Week ha englobado muchos eventos paralelos, con temáticas de gran interés para al actividad vitivinícola, esta pequeña selección se fija en algunos aunque hubo muchos más y muy interesantes. Una cata de vinos de viñedos viejos, otra de vinos de bajas emisiones y la mesa redonda «Aprovechamiento del agua: el sector del vino ante la amenaza de la sequía» son temas muy en línea con las preocupaciones del sector en un contexto de cambio climáticos y una preocupación por cuidar el entorno.

Una cata de vinos de bajas emisiones

Los miembros españoles y portugueses de International Wineries for Climate Action se reúnen, un año más, en la Barcelona Wine Week para acoger la mayor cata de vinos de bajas emisiones de la historia de nueve elaboradores: Abadía Retuerta, Alma Carraovejas, C.V.N.E, Herdade dos Grous, Herència Altés, Familia Gil, Familia Torres, Matarromera y Neleman.

Mireia Torres, directora de Investigación y Conocimiento de Familia Torres, cofundadora de IWCA con Jackson Family Wines, abrió la sesión diciendo: «Trabajar juntos y compartir las mejores prácticas con otros productores de IWCA es clave para avanzar en la descarbonización del sector vitivinícola mundial sin recurrir a la adquisición de créditos de compensación de carbono».

Tecnovino- Barcelona Wine Week 2025, cata de vinos de bajas emisiones IWCA

Durante el panel, se destacó el esfuerzo de los miembros de IWCA en la reducción de emisiones de carbono dentro del sector vitivinícola. Cada panelista compartió las iniciativas clave implementadas en sus bodegas para abordar, de manera concreta y cotidiana, este desafío ambiental.

Mireia Torres habló sobre la viticultura regenerativa y las variedades de uva ancestrales para adaptarse al cambio climático; María Bueno, directora de Sostenibilidad de Alma Carraovejas, habló sobre el abastecimiento responsable de energías renovables; María Sevillano, directora de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Bodegas Familiares Matarromera, analizó la optimización de recursos en referencia a la Tecnología 4.0; María Urrutia, directora de Marketing, C.V.N.E., se centró en el camino de su empresa hacia el Net Zero y Rafael De Haan, copropietario de Herència Altés, puso el foco en la autosuficiencia energética de su bodega de la red nacional.

IWCA es un colectivo de rápido crecimiento con las principales empresas productoras de vino que está presente en 13 países de todo el mundo. Sus miembros, que representan aproximadamente el 3,5% de la producción mundial de vino, forman una voz unificada para el cambio, promoviendo la reducción de las emisiones de carbono y estableciendo el estándar para la descarbonización a nivel internacional. La certificación de la organización es reconocida a nivel mundial por los minoristas y los profesionales de la industria y autentifica la acción de la bodega para promover la reducción de emisiones.

Gestión eficiente del agua

La escasez de agua y el aumento de temperaturas causadas por el cambio climático no solo está condicionando los estilos de vino, sino que está afectando directamente la economía de las bodegas. Perelada ha analizado este escenario junto a destacados profesionales del sector en la mesa redonda, Aprovechamiento del agua: el sector del vino ante la amenaza de la sequía, que ha tenido lugar en el marco de la Barcelona Wine Week (BWW). 

En la sesión, celebrada ayer martes, participaron Delfí Sanahuja, director técnico y enólogo de Bodega Peralada; Diego Pinilla, director de enología de Raventós Codorníu; Ángel Anocíbar, enólogo y director de bodega y de viña de Abadía Retuerta; Carlos Moro, fundador y presidente de Bodegas Familiares Matarromera; y Enric Bartra, investigador y enólogo del Instituto Catalán del Vino (INCAVI). Moderada por la periodista Amaya Cervera, la convocatoria sirvió para poner en valor y analizar la relevancia del agua como elemento clave en la viticultura y la amenaza que comporta su escasez en el actual contexto de cambio climático.

Tecnovino- Barcelona Wine Week 2025, mesa sobre gestión del agua en el viñedo

Durante la primera parte, todos los ponentes coincidieron en la necesidad de investigar e implantar medidas que permitan planificar el riego de la viña, según necesidades particulares de cada viñedo y variedad de uva. En este sentido, el director técnico y enólogo de la bodega Perelada, Delfí Sanahuja, planteó la que denominó como “la pregunta del millón: cómo acercar el agua al viñedo”. Sanahuja incidió en la importancia de “tener apoyo de irrigación, especialmente en años tan secos”.

Por su parte, el director de enología de Raventós Codorníu, Diego Pinilla, también aludió a la necesidad de “buscar un plan para adaptarnos y mitigar los efectos de la sequía«. Asimismo, la importancia de la adaptación ha sido uno de los mensajes que quiso destacar Enric Bartra, el investigador y enólogo del INCAVI. “En los últimos cuatro años, se han encendido todas las alarmas. Es fundamental analizar cada parcela de viñedo, en la medida de lo posible, para aplicar  soluciones en cada etapa. Las previsiones se están adelantando a lo que parecía una tendencia”, explicó.

El responsable de Abadía Retuerta, Ángel Anocíbar, definió la situación actual como “dramática”, tanto en lo referente a la disponibilidad de agua como a la subida de temperaturas. Como prueba, el incremento en 1,8º la temperatura en los viñedos de la bodega (D.O.Ribera del Duero) desde 1968 a 2022. “El resultado es que la vendimia ha pasado de finales de octubre a finales de agosto”, sentenció Anocíbar. 

Aludiendo a la importancia fundamental del agua para maximizar los resultados y calidad de cada vendimia, el fundador y presidente de Bodegas Familiares Matarromera, Carlos Moro, se mostró contrario a la estrategia de “estresar la viña”. “Para conseguir la máxima calidad, necesitamos mayor aportación de agua”, apuntó. 

En cuanto a las medidas para paliar el actual déficit de agua, desde el INCAVI apuntaron a la reutilización“Pensemos en darle un tratamiento para volver a utilizar un recurso que cada vez será más valioso”, manifestó Bartra. Como ejemplo, las medidas implantadas en Finca Garbet (Bodega Perelada) desde 1997, enfocadas a la reutilización del agua. Así, según explicó su enólogo, Delfí Sanahuja, Finca Garbet “cubre el 100% de sus necesidades de riego con agua regenerada de la planta municipal de tratamiento de aguas residuales de Colera (municipio cercano, en la provincia de Girona) que, de otra manera, se vertería al mar”. Algunas otras medidas implantadas por la bodega de la D.O. Empordà son la implantación de un sistema de riego subterráneo, el aprovechamiento de agua de lluvia procedente de la cubierta de la bodega o el sistema de previsión meteorológica vía satélite, que permite planificar los riegos eficientemente, entre otras.

También desde Raimat, una de las bodegas del grupo Raventós-Codorníu, su responsable de enología, Diego Pinilla, reivindicó “la viticultura de precisión, el acceso a la data”. En esta línea, desde Bodegas Familiares Matarromera, Carlos Moro se refirió a la “gestión holística”, en alusión a las diferentes medidas que permitan el mayor aprovechamiento y reutilización del agua. “Sistemas de acumulación del agua mediante la  construcción de balsas, cubiertas vegetales, depuradoras…”, detalló. 

Otro factor destacado al que ha hizo referencia Diego Pinilla es el desarrollo de planes en coordinación con las administraciones públicas.Es fundamental que todo el sector vaya unido», apuntó. “Tenemos que acelerar con respecto a otros países en formación y divulgación, ver qué podemos hacer tanto las grandes como las pequeñas empresas”.

En la misma línea, y a modo de conclusión, Sanahuja resumió la tríada “información, formación e innovación” como elementos imprescindibles para disponer del correcto manejo del agua. “A partir de aquí, se pueden buscar soluciones a largo plazo para que los años muy secos podamos minimizarlos”.

La preservación de viñedos viejos como fuente de biodiversidad

Familia Torres ha demostrado su compromiso con la preservación de viñedos viejos a través de una cata exclusiva impartida el primer día de Barcelona Wine Week. Mireia Torres, directora de Innovación y conocimiento de Familia Torres, junto con el sommelier Sergi Castro, han presentado una selección de vinos que nacen de viñedos viejos en propiedad repartidos por las zonas vitivinícolas donde Familia Torres está presente, tanto en España como en Chile, y que ponen de manifiesto el valor de la edad y el equilibrio que las viñas alcanzan con el paso del tiempo.

Tecnovino- Barcelona Wine Week 2025, cata de Familia Torres, vinos de viñedos viejos

Para Mireia Torres, «los viñedos viejos son un legado que hay que conservar, no solo por tratarse de un patrimonio histórico y cultural, sino por ser una fuente de biodiversidad» y ha recalcado la importancia de llevar a cabo la selección masal y clonal en estos viñedos para mantener esta biodiversidad. Pero más allá de la edad, continúa, lo importante es el equilibrio. «Las cepas viejas se han adaptado al suelo, a la geomorfología, a las variables climáticas de la zona y a otros parámetros, y todo ello contribuye al desarrollo equilibrado del viñedo y a la calidad de los vinos», afirma Mireia Torres.

Familia Torres cuenta actualmente en España con 75 hectáreas de viñedo de más de 40 años, de las cuales 17 hectáreas tienen más de 60 años. Además, más de una quinta parte de la uva que compra la bodega a viticultores catalanes tiene más de 35 años. El compromiso vitícola de Familia Torres lo potenció Miguel A. Torres ya en los años 60, cuando inició la compra de terrenos y viñedos para la elaboración de grandes vinos. El sommelier Sergi Castro ha querido reivindicar la figura del actual presidente de Familia Torres como viticultor, no solo por volcarse en el viñedo sino por su capacidad de identificar los suelos más adecuados para el desarrollo óptimo de cada variedad.  

Uno claro ejemplo de ello son las 15 hectáreas de chardonnay, plantadas en 1980 alrededor del Castillo de Milmanda, en la Conca de Barberà, de las que procede el emblemático Milmanda (DO Conca de Barberà). Con este vino ha arrancado la cata «5 expresiones de viñas viejas», sirviendo primero un lote de la parcela más antigua de la finca que ha sorprendido por su viveza y frescura, para continuar con Milmanda 2015, obra del enólogo Joaquim Massana, una excelente añada que ha permitido apreciar la capacidad de envejecimiento de este vino y que pasa a formar parte, a partir de este año, de la Colección Privada de Familia Torres.

Pero la región que mejor ejemplifica la singularidad del viñedo viejo es el Priorat, siendo 75 años la edad mínima para ser considerado como tal. Familia Torres cuenta aquí con dos vinos de producción muy limitada, Perpetual y Mas de la Rosa, elaborados por el enólogo Jordi Foraster. El primero nació en 2005 para contribuir a conservar este patrimonio vitícola y procede mayoritariamente de viejas cariñenas de cinco municipios. Además de Perpetual Vinyes Velles 2019, que es «puro terciopelo», en palabras de Sergi Castro, se ha catado un lote procedente de la finca Els Cargols, que formará parte del cupaje del 2023, un espectacular viñedo de 2 hectáreas de 86 años, ubicado en El Lloar, cerca de la bodega.

Otra expresión diferente de viña vieja del Priorat es la que muestra el exclusivo Mas de la Rosa 2020, procedente de una finca histórica de Porrera que Familia Torres adquirió en 2016. Se trata de un pequeño viñedo de cariñena y garnacha de gran belleza, plantado en coster antes de 1939, cuya esencia se transmite con extremada finura y delicadeza.

Más allá de Catalunya, en Ribera de Duero, la mitad de los viñedos en propiedad de Pago del Cielo, cerca de 30 hectáreas, tienen más de 35 años, lo que aquí ya se considera viña vieja. Una de las propuestas del enólogo Juan Ramón García, al frente del proyecto desde 2005, es Celeste Reserva, que procede de viñedos de tinto fino de entre 40 y 85 años que se vinifican por separado. En la cata, se ha presentado un lote de la cosecha 2021 del viñedo Valdegumiel, en la zona de la Horra, de 65 años y 1,3 hectáreas de superficie, que formará parte del cupaje, y se ha comparado con Celeste Reserva 2019, que, según Sergi Castro, «es un ejemplo de la calidad de la fruta procedente de viñedos viejos».

Y más allá de España, el paradigma de viñedo viejo para Mireia Torres y Sergi Castro es, sin lugar a dudas, Manso de Velasco de la bodega Miguel Torres Chile. «Chile es el paraíso de la viticultura», señala Mireia Torres, «no solo por las buenas condiciones climáticas, con fuertes contrastes térmicos por la proximidad de los Andes y el océano pacífico, sino también porque nunca llegó la filoxera y todavía existen viñedos excepcionales de más de cien años». Manso de Velasco es el viñedo productivo de cabernet sauvignon más antiguo de Chile; situado en Curicó, fue plantado en 1902 en pie franco y ocupa una superficie de 10 hectáreas. El vino nació con la añada 1985 como primer vino de alta gama de Miguel Torres Chile, bajo el concepto de Vino de pago. Obra del enólogo Eduardo Jordán, Manso de Velasco 2020 es un magnífico ejemplo de la complejidad, equilibrio y calidad de las que son capaces de expresar las viñas viejas.

Con esta cata celebrada en el marco de la Barcelona Wine Week, Familia Torres no solo ha puesto en valor la riqueza de los viñedos viejos y la necesidad de conservarlos, sino que también ha reafirmado su compromiso con la sostenibilidad y la conservación del patrimonio vitivinícola. Estos vinos son un testimonio del esfuerzo de la bodega por preservar la biodiversidad y la historia de los territorios donde está presente.

Próxima edición en 2026

El evento ha contado con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ICEX España Exportación e Inversiones, la Agència Catalana de Turisme, INCAVI-Prodeca, la Federación Española del Vino (FEV), y la Organización Interprofesional del Vino en España (OIVE). También recibe el apoyo de Cajamar, el grupo financiero referente de la banca cooperativa en España.

Tras el éxito de su quinta edición, que ha crecido un 30% tanto en cifra de expositores como en metraje, la mirada ya está puesta en la de 2026, en la que BWW seguirá con su nuevo formato de dos pabellones y ya ha confirmado fechas, será del 2 al 4 de febrero del próximo año.