Cada edición del Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco pone de manifiesto la asombrosa mirada artística del mundo del vino. En esta edición la calidad se ha superado en los 72 grabados participantes que han complicando el fallo del jurado. Finalmente, la obra ganadora ha sido: «La Naturaleza del Vino» de Carles Moll, el segundo premiado ha sido Javier Abad y se hizo entrega también de tres Menciones de Honor para Federica Bau, Tanja Blanco y Tomás Pariente.
El XI Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco ha destacado por su excelente calidad gracias a la participación de 57 artistas españoles y de países como Ucrania, Italia y Polonia, que han mostrado su asombrosa interpretación tradicional y abstracta del mundo del vino, a través de las diversas técnicas del grabado y algunas más modernas. Entre los 72 grabados presentados a concurso, cinco han sido las obras ganadoras. Los encargados de desvelar el nombre de los vencedores fueron Eduardo Díez Morrás, director de Enoturismo y del Museo Vivanco de la Cultura del Vino, y Mónica Yoldi López, directora de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (ESDIR).
Las cinco obras ganadoras
El primer premio fue para Carles Moll Taltavull, autor menorquín de la xilografía y linografía «La Naturaleza del Vino», dotado con 3.000 euros. El ganador del segundo premio fue el artista madrileño Javier Abad Alonso por su fotolitografía «A wine drinker’s guide to the galaxy». Las dos obras premiadas proponen dos visiones divergentes del mundo del vino: en el caso de «La Naturaleza del Vino», el arraigo al terruño es evidente; de hecho, la técnica utilizada se nutre de la primigenia xilografía para aunar el leit motiv del vino con la otra gran pasión de su autor: la naturaleza. Por su parte, «A wine drinker’s guide to the galaxy» ofrece una interpretación onírica del vino a través del espacio: la técnica incorpora la fotografía al tradicional mundo del grabado.
La ganadora del pasado año, Federica Bau, ha recibido una Mención de Honor por «Sutil hoja», realizada con una técnica poco habitual en ella, la serigrafía, y con el color como protagonista gracias a la intensidad del violeta y el rojo, un claro símil de la propia evolución del vino. La segunda Mención de Honor se concedió a la artista asturiana Tanja Blanco Prieto por «Horizontes»: una estampa donde combina una técnica calcográfica, el aguafuerte, con la aplicación de papel japonés con chine collé, para incorporar el color que marca la división del cielo. Por su parte, el catalán Tomás Pariente Dutor, combina en la tercera Mención de Honor, «Tintos» el aguatinta con el aguafuerte y la punta seca; frente a sus grabados figurativos, este año la sucesión de tonos que descomponen los matices del vino es más conceptual.
Complicada decisión para el jurado experto
Una decisión compleja para desentrañar la técnica, y la esencia, de los motivos inspirados en el mundo del vino: desde las representaciones clásicas del mundo del vino, hasta estudios botánicos magistralmente estampados, e incluso la abstracción más absoluta. Cada edición sigue manteniendo la capacidad de sorprender. Tanto que, el jurado experto en esta ocasión, necesitó el pasado 4 de mayo de un total de 17 votaciones para elegir las estampas ganadoras, así como la elección de las 22 obras restantes que conformaría, junto a los galardonados, la próxima exposición del XI Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco.
El equipo del jurado estuvo formado por los siguientes expertos: Mónica Yoldi López, directora de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (ESDIR); Silvia Lindner García, directora del Museo Würth de La Rioja; Rosa Arregi Otaduy, artista y fotógrafa; Eduardo Ochoa Valencia, técnico del Museo Vivanco de la Cultura del Vino; Ignacio Gil-Díez Usandizaga, director del Área de Patrimonio del Instituto de Estudios Riojanos; Julio Hontana Moreno, artista y comisario de exposiciones; Pedro Torres Gonzalo, galerista experto en arte contemporáneo; y Mª Jesús Escuín Guinea, técnico de Museos, coordinadora del Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco y Secretaria (sin voto), que contaron el con el asesoramiento de Alejandro Loche Rosal, profesor de grabado de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja y Miguel Ropero Pérez de Albéniz, profesor de fotografía de la ESDIR, para evaluar pormenorizadamente cada obra.
Cabe destacar que en esta edición se han recibido obras de prácticamente toda España, incluidos los archipiélagos. La mayor participación ha procedido del País Vasco (11 de Vizcaya, entre ellos varios artistas vinculados a La Taller, 2 de Álava y 1 de Guipúzcoa). Uno de los aspectos más llamativos de esta edición, además de la especialización de los artistas que acceden a él y del elevado número de autores que presentaban sus creaciones por primera vez en esta undécima edición del Premio, es que se trata de un premio intergeneracional. Así, el artista más longevo es Luis Navarro Guerra, cuya obra «Un intruso en las copas!!» da fe de la maestría que la edad confiere (72 años); medio siglo respecto al participante más joven, Verónica S. Silva Barbosacon, de 22 años.
Sobre el artista ganador del Primer Premio
Carles Moll (Mahón, Menorca, 1969), ha encontrado en el grabado, la pintura y la escultura su medio de expresión. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona tras haber estudiado en la Escuela de Artes y Oficios de Mahón, ha proseguido su formación con diversos cursos de escultura, forja y técnicas de grabado. Actualmente es docente de grabado, escultura y talla en el Centro Municipal d’Art de Ciutadella. Siempre vinculado a la docencia, ha sido también profesor en la misma Escuela de Artes y Oficios donde se formó y en otras instituciones de la isla. Así mismo, fue el diseñador y editor de la guía de ocio S’Esbarjo durante cinco años.
Su obra se ha expuesto de manera individual en Menorca, pero también en Barcelona, Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca. Su amplia participación en muestras colectivas ha llevado sus trabajos a Londres, Art in mind en la Bricklane Gallery, o a Cuba, a la 7ª Bienal de La Habana. El pasado año participó en el presente premio con su linografía Desde el paraíso, que fue seleccionada para la exposición de la décima edición del entonces Premio Internacional de Grabado y Vino Fundación Vivanco.
Para conocer el resto de obras premiadas en el XI Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco consulte aquí.