La OIV vuelve a actualizar las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen incluyendo ahora las nociones de reputación y protección por parte de las autoridades competentes de los países. Estas nuevas definiciones tienen en cuenta la importancia cada vez mayor del empleo de las denominaciones geográficas, elementos del patrimonio nacional, en la designación de los vinos y las bebidas espirituosas de origen vitivinícola.
Durante la última Asamblea General, la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) aprobó por consenso la actualización de las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen (OIV-ECO 656-2021). El Grupo de expertos “Derecho e Información al Consumidor” (DROCON) de la Comisión III “Economía y Derecho” de la OIV se encontraba trabajando desde hacía varios años en esta resolución, con el fin de alinear las definiciones a las presentes hoy en los principales acuerdos internacionales sobre la propiedad intelectual*.
Esta resolución continúa la obra de la OIV, que aprobó en 1947 la primera definición internacional de la denominación. En 1992, la OIV había aprobado la definición de indicación geográfica reconocida y había actualizado la de denominación de origen reconocida (OIV-ECO 2/92). Mediante el nuevo texto de 2021, se deroga la resolución de 1992 que había quedado obsoleta, dando lugar a dos nuevas definiciones en línea con las definiciones internacionales de la OMPI y de la OMC.
Las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen actualizadas nuevamente por la OIV incluyen ahora las nociones de reputación y protección por parte de las autoridades competentes de los países.
Las denominaciones geográficas como patrimonio de los países
Estas nuevas definiciones tienen en cuenta la importancia cada vez mayor del empleo de las denominaciones geográficas, elementos del patrimonio nacional, en la designación de los vinos y las bebidas espirituosas de origen vitivinícola, como también el derecho de los Estados miembros a proteger estas denominaciones de conformidad con los acuerdos internacionales.
La OIV también quiso recordar que las indicaciones de procedencia o denominaciones de origen son objetos de la propiedad industrial y tienen derecho a la misma protección internacional, en especial en lo relativo a las normas en materia de competencia desleal.
La organización siempre ha desempeñado un papel impulsor en la definición, la promoción y la protección de los conceptos de denominación de origen e indicación geográfica. Entre sus definiciones de 1992 y 2021, que enmarcan las de la OMC de 1994 y de la OMPI de 2015, la OIV tiene en cuenta las evoluciones de la utilización de las marcas de origen en un sector vitivinícola pionero en este ámbito de la propiedad intelectual.
Nuevas definiciones
Ahora, una indicación geográfica se define así: Toda denominación protegida por las autoridades competentes del país de origen, que identifique un vino o bebida espirituosa como originario de una zona geográfica concreta, cuando determinada calidad, reputación u otra característica determinada del vino o de la bebida espirituosa sea imputable fundamentalmente a su origen geográfico.
Por su parte, la denominación de origen se define así: Toda denominación reconocida y protegida por las autoridades competentes del país de origen que consista en el nombre de una zona geográfica o que contenga dicho nombre, u otra denominación conocida por hacer referencia a dicha zona, que sirva para designar un vino o una bebida espirituosa como originario/a de dicha zona geográfica, cuando la calidad o las características de dicho vino o bebida espirituosa se deban exclusiva o esencialmente al medio geográfico, comprendidos los factores naturales y humanos, y que haya dado al vino o la bebida espirituosa su reputación.
* Por una parte, para la IG, el acuerdo sobre los ADPIC de 1994, en su artículo 22; y, por otra parte, para la DO, el Acta de Ginebra de 2015 del Arreglo de Lisboa, en su artículo 2.1, incisos i) y ii). Las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen actualizadas nuevamente por la OIV incluyen ahora las nociones de reputación y protección por parte de las autoridades competentes de los países.