El incremento de la cosecha parece haber desbordado a las bodegas y cooperativas en la vendimia de Castilla-La Mancha. Empresas tan conocidas como Félix Solís o la Cooperativa El Progreso han anunciado un cierre temporal.
Agricultores castellanomanchegos han denunciado públicamente que el desbordamiento de las bodegas y cooperativas de la región se debe, además de al incremento de la cosecha, a la falta de previsión y a la entrada de uva procedente de otras comunidades autónomas. Es lo que han explicado a Efe varios productores ante el cierre temporal anunciado por Félix Solís o la Cooperativa El Progreso, la segunda con más producción de Europa, por la gran cantidad de uva recibida.
Según la empresa Félix Solís, aunque sus instalaciones «están perfectamente adaptadas» para gestionar la uva recogida, la campaña está siendo muy abundante y obliga a cerrar temporalmente como está ocurriendo en otras bodegas de Castilla-La Mancha.
Por parte de la Cooperativa «El Progreso», de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), la segunda productora de Europa con más de 2.200 socios, se ha decidido el cierre temporal de la recogida de uva durante el jueves 10 de octubre y el viernes 11, a la espera de dar salida al producto por vía terrestre cuanto antes. La cooperativa ha comunicado el cierre cuando faltan por recoger entre 10 y 15 millones de kilos de uva de los más de 75 millones de kilos previstos para esta campaña.
Bodegas Vinartis de Valdepeñas, perteneciente al grupo García Carrión, va a mantener sus instalaciones abiertas pese a estar recibiendo un 50 % más de uva que en la campaña anterior y sólo las cerraría «si el estado sanitario del fruto no fuera el adecuado». El responsable de la bodega valdepeñera, José Vicente Navarro, ha asegurado a Efe que hasta el momento han molturado unos 50 millones de kilos de uva, de los cuales 35 millones son de tinta y el resto de blanca, una cantidad muy superior a la del año pasado. No obstante, ha subrayado que la Dirección General de su grupo vitivinícola, que absorbe, junto a Félix Solís, el 90% de la uva de la Denominación de Origen Valdepeñas, está haciendo todo lo posible para atender la demanda de sus proveedores habituales, sólo se plantearían cerrar «si la podredumbre de la uva lo requiriera».
A la denuncia de los agricultores castellanomanchegos se ha sumado el responsable de la Sectorial de Vino de Asaja y presidente de la organización agraria en Socuéllamos, Pedro Alcolea, que ha hecho un llamamiento a la reflexión a los industriales. En su opinión, no tiene ningún sentido que por un lado se estén desatendiendo las necesidades que tiene Castilla-La Mancha, la mayor productora mundial de vino y, «por otra parte, se esté recibiendo uva de todos los puntos de España».
Además de estos factores que han colapsado las bodegas y cooperativas, los agricultores citan otro, la podredumbre de la materia prima que se ha empezado a registrar como consecuencia de las últimas lluvias. Por este motivo y para evitar que se eche a perder la uva se han contratado más vendimiadores para recogerla cuanto antes, según han explicado a Efe los viticultores afectados.
Ante esta situación Alcolea ha explicado que «no hay más remedio que hacer hueco para poder seguir recibiendo uva y salvar como se pueda esta situación caótica que ha obligado a cerrar durante uno o dos días muchas instalaciones».
La imposibilidad de poder seguir recogiendo y entregando la uva está causando un gran nerviosismo entre los elaboradores y los productores, que quieren «dejar en el campo» la menor cantidad de fruto posible.