Una visión del conjunto de la Denominación, fusionando sus últimas novedades con su histórica apuesta por la calidad ha sido la propuesta de Rioja en Barcelona Wine Week. Para ello realizaron una cata con prescriptores profesionales para poner en valor la diversidad de los vinos de Rioja. Entre los vinos presentados por el director técnico del Consejo Regulador han generado sorpresa uno de los primeros 13 Viñedos Singulares y el recién lanzado al mercado espumoso de calidad de Rioja.

El Consejo Regulador ha llevado a cabo un encuentro con prescriptores profesionales en el marco de la primera edición de la feria Barcelona Wine Week, dentro de la campaña de Promoción y Comunicación de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Para la denominación ha supuesto dar a conocer la diversidad de los vinos de Rioja: «la cata ha sido reflejo de una evolución de Rioja que ratifica su liderazgo como generador de tendencias en el mundo del vino, manteniendo una fuerte vinculación con la genuinidad del territorio«.

Por parte del Consejo Regulador han acudido a la cita el presidente, Fernando Salamero, el director técnico, Pablo Franco, el director de Marketing, Íñigo Tapiador y la responsable de Comunicación, Marta Echávarri.

En esta cata dirigida por Pablo Franco, director técnico del Consejo Regulador, en primicia invitaba a conocer el completo y renovado esquema de Rioja, profundizando sobre cada una de las nuevas propuestas de la región.

El evento celebrado en la Sala Príncipe del recinto ferial de Montjuic ha reunido a más de 70 profesionales del sector; allí han podido conocer un amplísimo abanico de referencias de Rioja, entre las que destacaban tradicionales vinos de ensamblaje, diferentes tipos de varietales blancos, uno de los trece primeros Viñedos Singulares del mercado y el recién lanzado espumoso de calidad de Rioja.

Los vinos de Rioja: de Zona, de Municipio y la figura de Viñedo Singular

Durante la actividad, Pablo Franco ha aprovechado la ocasión para recordar los avances regulatorios llevados a cabo durante los últimos años en cuanto a zonificación, fase que se inició en 1998 y que se culminó en 2017 con las actualizaciones de los vinos de Zona y de Municipio, así como con la aprobación de la figura de Viñedo Singular, una nueva mención para vinos ligados específicamente a una parcela o paraje concreto.

Estas indicaciones se suman a la tradicional gama de vinos clasificados según el periodo de envejecimiento y amplían el rango de elaboraciones que desde la Denominación de Origen Calificada Rioja señalan «ha conquistado a mercados nacionales e internacionales». Otro de los factores que destacan es que aportan «prestigio a la que es primera Denominación de Origen de España y la primera en recibir la certificación de Calificada, por vincular de forma clara a los vinos con el origen«.

Pablo Franco explicó que «una botella de vino de zona o municipio tiene total trazabilidad, lo que se refleja en el etiquetado».

Sobre el viñedo singular detalló que «implica controlar la evolución del viñedo y que el vino pasa por una primera y luego una segunda cata antes de salir al mercado, con valoración excelente de 93 puntos en el comité de cata».

En palabras de Pablo Franco, director técnico de Rioja: “El amplísimo catálogo de vinos de Rioja muestra la honestidad y la diversidad de una región que elabora muy distintas opciones de vinos para todo tipo de consumidores”. Asimismo habló de su capacidad de adaptación al consumidor y sus preferencias: “Rioja ofrece de esta manera una cada vez mayor, y veraz, información en sus etiquetados y se adapta a las demandas del mercado, a ese público que se acerca al mundo del vino queriendo saber un poco más”.

El Consejo Regulador ha aprovechado la ocasión para compartir con los asistentes los – recién lanzados al mercado – espumosos de calidad de Rioja, vinos blancos y rosados obtenidos mediante el método tradicional y cuyo contenido en azúcar se limita a las categorías de Brut, Extra Brut y Brut Nature. Esta mención ampara vinos elaborados con todas las variedades de uva autorizadas por la Denominación y exige un mínimo del 25% de uvas tintas para la elaboración de rosados. Además, las crianzas mínimas que exige esta nueva mención son de 15 meses para los espumosos de crianza, 24 para los reservas y 36 meses si el espumoso se etiqueta como Gran Añada.

Los vinos de la cata

El primer vino de la cata de Rioja fue Lumen de Bodegas Bilbaínas, «un espumoso, en el que se buscaba volumen y una evolución hacia reserva», comentaba Pablo Franco.

Le siguió Quirus de Bodegas y Viñedos Quiroga, «de la variedad tempranillo blanco que da juego a trabajarla, expresividad aromática, final amargo característico de esta variedad. Un vino blanco intenso, vivo», dijo el director técnico de DOCa Rioja.

“El vino de ensamblaje llevado a viñedos de origen son pequeñas piezas de los territorios para hacer un vino» subrayaba. Y se cató Valserrano Blanco Gran Reserva 2015 «hecho con viura y algo de malvasía».

Los tintos de la cata fueron 198 Barricas de Bodegas Beronia, Honorio Rubio de Bodegas Añada del Norte y Los Tollos de Bodegas Sínodo Vitivinícola