/p>>La Ruta del Vino de Rueda es una de las rutas enoturísticas más activas. Su gerente, Ángeles Jiménez, explica el importante papel de esta Ruta como elemento clave de dinamización turística. Entre sus logros recientes está su incorporación al prestigioso Club Rutas del Vino de España de Acevin.

Con más 70 socios en la actualidad, la Ruta del Vino de Rueda es una ruta joven que se caracteriza por la versatilidad, con una amplia oferta y que se adapta a perfiles de viajeros muy diferentes. Además, goza de una ubicación excepcional, muy cercana a Madrid y perfectamente comunicada.
Ángeles Jiménez, gerente de la Ruta del Vino de Rueda, destaca el importante papel de la Ruta «como elemento aglutinador de las propuestas turísticas que ya se estaban desarrollando por parte de empresas e instituciones, y que tenían la necesidad de darse a conocer”.
La Ruta del Vino de Rueda, circunscrita a la Denominación de Origen Rueda, está integrada por doce municipios cuya tradición vitivinícola se remontan al siglo XI y que ha configurado aspectos importantes de la personalidad del territorio. Entre sus socios figuran comercios, restaurantes, alojamientos, bodegas y diferentes instituciones, forman parte de esta Ruta del Vino en la que el visitante encontrará para su disfrute multitud de atractivos repartidos por los doce municipios: desde antiguas bodegas subterráneas medievales a importantes monumentos de gran valor histórico, sin olvidar una amplia oferta de alojamiento y restauración.
En opinión de Jiménez tener como soporte la marca Rueda es una ventaja para esta Ruta, al tratarse de un producto conocido, extendido y muy apreciado. «Sin embargo, mucha gente no sabe que hay detrás un territorio, ubicado al sur de la provincia de Valladolid, con tantos atractivos y propuestas”, señala. Y es que se trata de un destino que conjuga un vasto patrimonio histórico, cultura, naturaleza, gastronomía y, por supuesto, bodegas, restaurantes, enotecas, museos, alojamientos y un amplio catálogo de servicios complementarios. A su juicio, la Ruta se ha convertido «en una forma de sensibilización y dinamización de todo un territorio, y una garantía de calidad”, asegura.

Pero ¿son conscientes las bodegas y los establecimientos hosteleros y bodegas de la importancia de formar parte de una Ruta del Vino de este tipo? «Considero que cada vez lo son más», explica la gerente. «Cada vez se ve con más claridad la importancia de diferenciarse de los demás y de destacar a través de la calidad en el sector turístico. Además, sabemos que para el consumidor actual de ocio y turismo la marca tiene una importancia enorme, y a través de la Ruta del Vino de Rueda hemos creado esa imagen de marca y desarrollado un atractivo producto turístico».

 
«Nuestros visitantes nos están transmitiendo un nivel de satisfacción muy alto«, explica la gerente, «ya que la Ruta ofrece experiencias únicas que se salen de lo convencional. Entre las actividades que mejores críticas reciben destacan la vendimia nocturna, los talleres familiares en bodegas, queserías, obradores…, las visitas a las bodegas, la gastronomía, las actividades de vinoterapia, y las actividades especiales ligadas a las festividades de nuestro municipios».
Como aspectos a mejorar, Ángeles Jiménez lo tiene claro: «debemos darnos aún más a conocer a nivel nacional e internacional».

 
Los inmensos beneficios del enoturismo

En esta línea también se pronuncia el periodista Javier Pérez Andrés, que en una reciente conferencia analizaba, junto a los socios de la Ruta del Vino de Rueda y empresarios del sector, el desarrollo actual del enoturismo en la provincia de Valladolid y su potencial de crecimiento.
Pérez Andrés destaca el inmenso valor de la cultura del vino en la DO Rueda y del patrimonio histórico, monumental, artístico y gastronómico, así como la labor integradora de la Ruta del Vino de Rueda entre las empresas en favor de la calidad de los productos y servicios que configuran la experiencia de los visitantes al territorio. Por esto mismo es vital que las empresas adapten sus estrategias de marketing a la realidad actual a través de los nuevos medios de comunicación, como las redes sociales, y del enoturismo como una poderosa herramienta de promoción, de fidelización y de creación de imagen.
 

 
Entre las asignaturas pendientes del sector en la actualidad, Pérez Andrés señala la necesidad de integrar al máximo número de agentes: municipios, restaurantes, pequeños obradores y artesanos, alojamientos, por pequeños que sean, mientras aporten valor cultural y de destino. También ha de haber un cambio de mentalidad hacia la apertura, para poner en valor y mostrar “lo nuestro, nuestra historia y cultura, que a los visitantes, cuanto más lejanos y de procedencia más exótica, más les fascinará”.
Este profesional de la comunicación hace un llamamiento a las bodegas para que abran sus puertas y sean conscientes de los grandes beneficios promocionales y de imagen que conlleva el enoturismo.
Una Ruta del Vino joven y en crecimiento
El 26 de febrero de 2014 se certificó oficialmente la Ruta del Vino de Rueda, y ya conseguido diversos reconocimientos, entre ellos el premio a la Mejor Ruta Turística por Turinea.

Las empresas o municipios integrantes de la Ruta del Vino de Rueda se benefician de una promoción y comunicación conjunta, así como de la imagen de marca y «sello de calidad» que constituye la Ruta. Eso sí, deben cumplir con los requisitos establecidos por el Manual de Club de Producto de Rutas del Vino de España, que exigen determinados estándares de calidad.
Si una bodega, establecimiento, comercio, etc. quiere entrar a formar parte de esta Ruta, puede contactar a través de este e-mail o por teléfono (983 803 411), donde le informarán sobre las condiciones de asociación y el plan de acción establecido para la promoción de su empresa.