Antonio Camacho, presidente de Corporación Vinoloa explica que «una de las grandes razones por las que el vino español tiene tanto éxito dentro y fuera de nuestras fronteras es la calidad del producto«. En este artículo opina sobre las que considera condiciones especiales de nuestro país para hacer grandes vinos.
El vino es, sin lugar a dudas, uno de los productos de referencia en España tanto en el panorama nacional como el internacional. Tanto es así que en 2017, las exportaciones de vino español experimentaron un crecimiento del 8,9% hasta llegar a los 3.186 millones de euros, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Una de las grandes razones por las que el vino tiene tanto éxito dentro y fuera de nuestras fronteras es la calidad del producto. La clave para conseguir un vino extraordinario radica en su propia esencia, que no es otra que la tierra. Además de ser la base de todo, el lugar en el que la planta crece y se desarrolla, es fundamental para conseguir la mayor calidad: es necesario que el suelo sea pobre, suelto y con buen drenaje.
La vid debe luchar por conseguir la cantidad de agua necesaria para su supervivencia. De otro modo, en caso de exceso, la uva resultante sería muy grande, sus compuestos internos estarían muy diluidos y los vinos aguados y muy sosos. Un suelo fértil permite cultivar muchas plantas por hectárea para crear competitividad entre ellas, lo que limita el crecimiento excesivo.
Más allá de estos elementos, no podemos olvidar los componentes geológicos que forman el suelo. Los suelos en los que predomina la arcilla y la caliza con eventual presencia de arena, piedras, gravas y material de origen volcánico son los que presentan las mejores condiciones para obtener una buena uva.
Las principales zonas geográficas para que la vid se pueda desarrollar plenamente se encuentran en la región vitivinícola de Ribera del Duero, La Rioja, Navarra, Jerez y Penedès, entre otras. En estas localizaciones se presenta el segundo elemento a tener en cuenta en la calidad de la uva: la climatología.
Estos lugares presentan climas mediterráneos, atlánticos o continentales. Todos ellos se caracterizan por veranos secos e inviernos largos y fríos, con altas variaciones térmicas entre el día y la noche. Los cambios de temperatura durante la jornada ayudan a la formación de sustancias aromáticas. Además, mejoran la fijación de los pigmentos responsables del color y el desarrollo de los componentes que otorgan cuerpo y estructura a la bebida.
Los sabores del vino también están ligados a las condiciones climatológicas. En un clima cálido y seco, la planta de la vid ofrecerá frutos ácidos y muy ricos en azúcares dotándole a la bebida de un sabor dulce y potente. La maduración en estas condiciones es más rápida y el jugo tendrá un intenso aroma a fruta madura. Por el contrario, las uvas cosechadas con bajas temperaturas tienen un proceso de maduración largo.
España es, por tanto, una de las tierras más ricas para cultivar la vid y conseguir que el vino que obtengamos sea de gran calidad y presente el mayor número de matices así como de propiedades, con los que se demuestra la gran uva que tenemos.
Corporación Vinoloa
Esta firma se dedica a la distribución de vino con marcas propias, que proceden de D.O.Ca Rioja, D.O Rías Baixas; D.O Ribeiro…
Entre sus productos destacan las marcas Guardiano, Noctámbulo, Sabiyano, Peccatorum y Usted, estas son algunas de las opciones que ofrecen de tinto, mientras que Calazul y Sinus son varios de los blancos con los que cuentan.