Son cada vez más las empresas que utilizan los generadores de ozono como herramienta de mejora en la industria vitivinícola. ¿Cuáles son sus aplicaciones? Variadas, tanto en las operaciones de desinfección en bodegas en diferentes fases de la elaboración de vino, como en el propio viñedo, ya que su inyección en el agua de riego la convierte en desinfectante por su acción fungicida, bactericida y virucida.
El ozono tiene múltiples usos en la elaboración de vino, empezando por el viñedo hasta terminar en la bodega. Resulta muy útil en los procesos de desinfección de barricas, ambientes de embotellado, embotelladoras y botellas, lavado de utensilios, hasta la desinfección de los propios depósitos de fermentación.
Según ASP Asepsia «con la instalación de generadores de ozono en la industria vitivinícola se ahorra en costes y se eliminan la contaminación microbiológica en el producto, en las instalaciones y en los desechos. Y es que este producto es un desinfectante que se descompone en oxígeno a los pocos minutos y por tanto no deja ningún tipo de residual químico, tanto si se usa en estado gaseoso como en forma de agua ozonizada«.
Explican que se considera «el desinfectante ecológico más potente que existe, por lo que garantiza la completa higiene a lo largo del proceso de elaboración del producto, de principio a fin. Además no daña el producto al desinfectar, no supone ningún aditivo en el sabor final, ni confiere ningún tipo de olor al producto».
Silvia Peña, directora técnica de ASP Asepsia, empresa especialista en servicios de ozono para la industria y agricultura del vino, comenta que “si el ozono se utiliza por profesionales, su uso supone un gran ahorro en costes y resulta ecológico. A diferencia de otros desinfectantes, no deja residual químico y no necesita grandes cantidades de agua de aclarado para la higiene de las barricas, eliminando así la carga microbiológica que pueden afectar a la calidad del vino por ejemplo”. Además destaca que “gracias a su uso, se evita comprar caros productos químicos y se ahorra muchísima energía”.
Asimismo los problemas presentes en la etapa de crianza del vino en las barricas, asociados a contaminantes microbiológicos con el uso del ozono están controlados.
Los generadores de ozono y su instalación
Para instalar generadores de ozono en la industria vitivinícola y obtener todos los beneficios, es necesario realizar un estudio previo y diseñar un sistema personalizado para cada una de las industrias y usos. ASP Asepsia dice que si se hace de esta manera «se conseguirá la completa desinfección, higienización de envases, barricas y producto final, la eliminación de contaminantes químicos y microbiológicos en la industria, mayor calidad de los productos… Todo ello con una metodología más económica, ecológica, sin residuos químicos y que no altera las propiedades sensoriales del vino».
El ozono y sus aplicaciones en viticultura
Por otro lado, hay que destacar que el diseño y la instalación de sistemas de generadores de ozono también resultan altamente interesantes en las explotaciones agrarias de cultivo de vid para la producción del vino.
En este caso, el ozono se inyecta en el agua de riego, convirtiendo ésta en desinfectante por su acción fungicida, acción bactericida y acción virucida. Gracias a ello se evitan problemas de enfermedades que pueden afectar al desarrollo de la vid durante su ciclo de vida, así utilizamos un producto desinfectante respetuoso con el medio ambiente. Como ventaja se ahorra en abonos, insecticidas y otros productos químicos u orgánicos. Por otro lado, también mejora la producción de los viñedos. Estudios de ASP han demostrado que el ozono en agricultura aumenta la productividad de las explotaciones agrícolas, de media, un 30%.