/p>>La belleza del paisaje, ser testigo de la recolección de la uva y la multitud de fiestas locales vinculadas a la vendimia disparan el interés por las actividades enoturísticas durante los meses de septiembre y octubre, según un análisis realizado por el portal Turismodevino.com.

La vendimia es la causa por la cual las búsquedas en Internet vinculadas a actividades de enoturismo crecen hasta en un 30% durante los meses de septiembre y octubre: los turistas buscan primero dónde alojarse y posteriormente dónde comer y qué hacer.

Tal es el interés por la vendimia que, en La Rioja y Rioja Alavesa, los precios de las pernoctaciones hoteleras muestran un incremento del 12,4% en esta época del año dada la gran afluencia de visitantes. No obstante, en el resto de regiones vitivinícolas de España, no se detecta ningún cambio significativo en los precios del alojamiento turístico con motivo de la recolección de la uva.
Sobre esta circunstancia, Luis Lechuga, CEO de Turismodevino.com, ha comentado que “el de La Rioja es un caso muy especial al ser una región con muy poca oferta hotelera y con un atractivo concentrado en fechas muy concretas del año. En cualquier caso, sería buena noticia para el medio rural, el observar un crecimiento de sus precios hoteleros; implicaría que crece el interés por los productos locales y por un tipo de turismo sostenible. Por otro lado, si la promoción se realiza de forma eficiente y la llegada de turistas crece durante el año, podrían llegar más inversiones que hicieran crecer la oferta y contrarrestar el incremento de la demanda en fechas clave”.
El análisis elaborado por Turismodevino.com también pone el foco de atención en el hecho de que los enoturistas vinculan la época de vendimia únicamente a los meses de septiembre y octubre, con independencia de que esta se adelante como ha ocurrido en los últimos años, incluido este. Así, denominaciones de origen como Montilla-Moriles, las del Marco de Jerez o Canarias han visto adelantar la vendimia hasta julio, coincidiendo de pleno con las vacaciones de verano. En opinión de Luis Lechuga, esta circunstancia podría ser aprovechada por las bodegas para hacer que los turistas vivan durante sus vacaciones de verano una experiencia única que forme parte de sus mejores recuerdos estivales y “potenciar así la compra de vinos españoles durante el resto del año”.