Una cosecha más pequeña en el hemisferio norte a finales de 2017 incidió directamente en el comercio mundial de vino en 2018 y aunque alguno de los efectos era esperado, otros han sido una sorpresa. Los analizan desde el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) en un informe que su director general, Rafael del Rey, presentó en un evento de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Los inventarios mundiales reducidos de vino, derivados de una pequeña cosecha en el hemisferio norte a finales de 2017, crearon algunos efectos esperados, así como algunas cifras y consecuencias inesperadas pero muy interesantes que merecen un análisis detallado. Así lo plasmó en una intervención Rafael del Rey del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) en un evento de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Menos volumen de vino exportado
Un factor clave de este año es cómo los diferentes exportadores se han enfrentado una menor disponibilidad de vino. Así entre los efectos esperados, este hecho generó una pequeña disminución en las exportaciones mundiales en volumen (-3,2%). España, Italia y Chile se vieron bastante afectados en los volúmenes exportados, Francia y Alemania en menor medida. Mientras que Australia, Sudáfrica, EEUU, Nueva Zelanda y Argentina en el «nuevo mundo», junto con Portugal en Europa lograron aumentar las exportaciones de vino en litros.
Los precios promedio, al alza
En euros, sin embargo, se ve una imagen opuesta: los 4 principales exportadores mundiales aumentan las ventas en valor (Francia, Italia, España y Australia por este orden). Mientras Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Argentina los reducen en euros.
A la disminución en volumen de las exportaciones se une un alto aumento de los precios promedio (+ 5%), que provocó un buen aumento en los ingresos (+ 1,7%), especialmente en vinos a granel.
En 2018, impulsado por menores inventarios y mayores precios en origen, los precios promedio para Francia, Alemania, Portugal, Chile y, especialmente, Italia y España crecieron considerablemente. Mientras que los precios promedio para Nueva Zelanda y los Estados Unidos eran más bajos en euros… parcialmente vinculados a cambios importantes en la forma en que exportan a los principales importadores.
¿Un nuevo actor en las exportaciones de vino?
En cuanto a las categorías, los espumosos continuaron creciendo como lo han hecho en los últimos años a precios relativamente más populares. Sin embargo, entre los vinos no espumosos, el volumen a granel disminuyó relativamente menos que los embotellados (-3,6% versus -3,9%), siguiendo una tendencia hacia una mayor participación de mercado de los vinos a granel en el comercio mundial. Estos debido a una menor disponibilidad experimentan precios mucho más altos, que resultan en un aumento positivo de las ventas en euros.
Esta tendencia fue significativa este año en el caso de los vinos de todo el mundo en los mercados de Estados Unidos y Nueva Zelanda y especialmente en el mercado del Reino Unido.
¡Y esta es la sorpresa! De forma inesperada, Reino Unido entra en el top 12 del ranking mundial de exportaciones gracias a un aumento de casi el 10% este año, luego se dará la explicación de porqué este incremento. Se ha convertido el año 2018 en el decimoprimer mayor exportador mundial en euros, superando a Sudáfrica y Argentina.
¿Por qué se destaca a Reino Unido como nuevo actor en las exportaciones de vino? Además de su ascenso en el top de exportadores, porque explican que allí las grandes plantas embotelladoras están incrementando sus negocios tanto para distribución nacional como internacional.
Reino Unido y el comportamiento de los vinos a granel
Así Rafael del Rey hacía hincapié en un par de aspectos sorprendentes: el hecho de que Reino Unido se convierte en un importante exportador mundial de vino y que el granel muestra una pequeña disminución (más baja que el embotellado) a pesar de los precios muy altos, lo que permite un mayor aumento en los ingresos que los embotellados.
El vino embotellado, otra vez, obtiene peores resultados, disminuye sus exportaciones tanto en litros como también en euros, con un mayor, aunque no excesivo, aumento de precios. Sobre el BiB (se mencionan algunas dudas sobre los datos) pero añaden que muestran resultados muy positivos, hasta el 2% del valor total y 4,2% del volumen total vendido.
Se señala que algunos países tienden a aumentar las exportaciones a granel, es el caso de Estados Unidos o Nueva Zelanda, que de forma especial están exportando hacia Reino Unido. Mientras algunos aumentan la reexportación de vinos a otros destinos, es el caso de Reino Unido, que exporta muchos vinos a muchos países, incluyendo algunos ultra-premium a Hong Kong, Singapur y Macao a precios muy altos, de modo que actúa como un gran distribuidor y en crecimiento.
El extraño caso del BIB
Por cierto, otra curiosidad es que los principales exportadores de BiB no coinciden exactamente con los principales exportadores de vino del mundo. Algunos (probablemente los más cercanos y más abiertos a este mercado), como Australia, Sudáfrica, Alemania, Portugal y Reino Unido tienen una participación mayor en el segmento BIB que en las exportaciones mundiales de vino. Otros (España, Italia), más tradicionales, tienen más relevancia en el mercado total que en la categoría BiB.
Entender los mercados y sus demandas
Rafael del Rey habla de dos cuestiones clave:
- Entender y seguir los mercados: ¿quién? ¿dónde? ¿cómo quiere el vino?
- Aumentar la capacidad para llegar al consumidor.
Y añade que «la nueva distribución nos hace pensar en el papel de los productores«. Todo esto, básicamente, porque los consumidores están cambiando.
Este año, la mayoría de los mercados se mantuvieron bastante planos, con pequeños incrementos en Alemania, Francia y Bélgica (“tradicionales”) en euros.
En volumen curiosamente, solo Italia, entre los principales mercados, aumenta sus importaciones de vino este año, mientras que la mayoría reacciona a una oferta más baja y precios más altos con una compra más pequeña. ¿El motivo? La necesidad de mantener clientes y la red comercial a pesar de los precios más altos y la falta de vino nacional.
Y aquí se detalla el otro efecto inesperado de este año especial para el comercio del vino: este aumento de las importaciones de Italia, especialmente desde España, a pesar de los precios mucho más altos, lo que como se ha dicho puede interpretarse como un interés por mantener sus vínculos comerciales incluso a precios más altos.
Un año complejo que deja unas cuantas pistas…
Este año complejo, como lo califica Rafael del Rey, deja algunas ideas interesantes:
- ¿Es posible un mejor equilibrio entre oferta y demanda?: atención a el futuro por venir.
- Valor versus volumen:
- Lo que todos queremos.
- Cara a cara con la realidad del mercado: administrar una cartera compleja.
- La importancia de la distribución:
- ¿Quién distribuye → productores versus “distribuidores”?
- ¿Cómo? (la relevancia cada vez mayor de las instalaciones de embotellado locales y a granel)
- ¿Con qué marca?
- Llegar más lejos y a diferentes mercados:
- Comprender nuevas formas de consumir vino (también en nuestros propios países).
- Lograr nuevos consumidores (más lejos de la UE).
Finalmente recalcaba Rafael del Rey «puede esperarse que 2019 muestre exactamente las tendencias opuestas: después de una producción récord en el hemisferio norte. El comercio en volumen aumentará este año a precios más bajos, dañando o no los ingresos mundiales, algo que depende de la estabilidad de la demanda mundial de vino (estable o en ligero crecimiento), un hecho que parece estar suavizándose particularmente en China y Estados Unidos«.
La presentación completa con gráficos y tablas puede conseguirse en la web del OeMv: https://oemv.es/presentacion-oemv-world-wine-trade-in-2018