La Misión Biológica de Galicia (MBG) del CSIC, en colaboración con la Fundación Juana de Vega, ha concluido un estudio pionero sobre las variedades de hongos en la vid, responsables del mildiu, oidio y botrytis. De carácter público-privado ha contado también con la participación de bodegas de las cinco denominaciones de origen gallegas.
La investigación realizada por la Misión Biológica de Galicia (MBG) del CSIC, junto con la Fundación Juana de Vega ha sido de carácter público-privada y se ha centrado en los hongos en la vid, los responsables del mildiu, oidio y botrytis, tres de las principales enfermedades de estas plantas, para la que se han recogido y analizado más de 30.000 muestras durante los tres años que duró el estudio. En este estudio también han participado bodegas de las cinco denominaciones de origen gallegas,
La jefa del grupo de viticultura de la Misión Biológica de Galicia (MBG), Carmen Martínez, explicó en una rueda de prensa que el principal objetivo de estos tres años de investigación ha sido proponer herramientas más eficaces para combatir estas enfermedades en Galicia, que calificó del «paraíso de los hongos«.
Gracias a este estudio han perfeccionado y puesto a punto diferentes métodos de cuantificación de esporas en el aire, de conteo a través de un microscopio acoplado a un procesador de imágenes y por análisis molecular, el segundo más caro, pero más rápido en la obtención de resultados, lo que amplía el margen para tomar decisiones sobre aplicación de tratamientos antes de que aparezcan los síntomas en la planta.
Razas diferentes de hongos y ahorro de costes
Además, los científicos del CSIC han demostrado la existencia, para mildiu y botrytis, de razas diferentes, con distintos niveles de agresividad y con distinta afinidad por cada variedad de vid.
Entre las explicaciones se ofreció el caso de la denominación de origen Monterrei, donde detectaron altos índices de esporas y las plantas sin síntomas, lo que determinará una mayor eficacia en la aplicación de tratamientos, que, además, con estos estudios, serán más específicos y se aplicarán en una más justa medida, con los correspondientes beneficios para el medio ambiente y la salud humana. Otra de las de las ventajas se derivaría en la calidad y comercialización de los vinos.
Martínez recordó que la aplicación de tratamientos redundará también en un ahorro en los gastos, pues suponen entre el 30 y el 40% del total.
En el transcurso del estudio se procedió, asimismo, a la inoculación controlada de hongos recogidos en el campo para estudiar su afinidad y la relación con las variedades estudiadas, albariño, mencía, godello, treixadura y dona branca.
Conclusiones del estudio sobre los hongos en la vid
De las conclusiones, avanzaron que, en todas las zonas estudiadas el patógeno responsable de la botrytis fue el que presentó mayor concentración de esporas en el aire, seguido de oidio y mildiu y que Monterrei y Ribeira Sacra fueron las áreas donde se alcanzaron los niveles más altos, sobre todo en primavera.
También observaron cómo las condiciones climáticas favorecen el ataque y cómo en un mismo viñedo, según la orografía del terreno, había grandes diferencias de concentración, así cómo cuando aumentaba la presencia de esporas de botrytis, disminuía la de mildiu.
En cuanto a las razas que han distinguido, la que tiene un número mayor fue la del hongo de la botrytis, con hasta 30, seguido del mildiu, con seis, mientras que en el caso del hongo del oidio, se comprobó que todas las muestras recogidas pertenecían al biotipo B.
Sobre la virulencia de cada una de las razas se observó que las procedentes de Monterrei eran las más agresivas y afectaron a las cinco variedades, seguidas de la Ribeira Sacra, mientras que el resto de las razas mostraron agresividad diferente, dependiendo de la variedad en la que eran inoculadas, «lo que demuestra que tienen una mayor afinidad por unas variedades que por otras».
Por su parte, Enrique Sáez, presidente de la Fundación Juana de Vega, constituida en 1872 para contribuir al desarrollo del medio rural gallego, resaltó el éxito del sector vitivinícola de Galicia y subrayó la importancia de la internacionalización, la diferenciación y la fidelización de los mercados en base a la calidad, a lo que contribuyen estudios como el presente.
Tras señalar la posibilidad de que este estudio abre para el establecimiento de un sistema de control y aviso de la presencia de estos hongos, por parte de la Xunta o las propias Denominaciones de Origen, Carmen Martínez valoró la colaboración público-privada y el acercamiento del mundo empresarial a los científicos para la aplicación de los conocimientos.