‘Libro once. Las Luces’ plasma la esencia del terroir de la parcela “La Centenera”, un vino de guarda de garnacha centenaria que solo puede elaborarse en añadas excepcionales como la de 2011.
La bodega de Las Moradas, rodeada de viñedos centenarios de garnacha, cuenta con unas instalaciones sencillas y prácticas, con capacidad para producir unas 80.000 botellas por añada aunque en la actualidad la producción es inferior.
El vino ‘Libro once. Las Luces’, Medalla de Oro en el Concurso Internacional Grenaches du Monde en Francia, solo se elabora cuando se dan unas condiciones excepcionales. Bajo esta premisa, se han podido disfrutar sus añadas 2007, 2008, 2010 y, ahora, en 2011, mostrando el potencial de las garnachas de Madrid.
Y es que el año 2011 fue más cálido de lo normal, con temperaturas anuales por encima de la media y unas precipitaciones de 489 mm, distribuidas fundamentalmente en un invierno y un principio de primavera muy lluviosa. El verano fue seco y cálido, pero una gran tormenta una semana antes de la vendimia ayudó a la finalización de la maduración de las pieles y de la uva, superando el estrés que sufría el viñedo y refrescando la uva e incrementando su calidad. La vendimia de la parcela ‘Centenera’, que se realiza completamente a mano y que comienza de forma nocturna para prolongarse hasta las primeras horas de la mañana, tuvo lugar entre el 18 y 19 de septiembre.
Bajo este contexto, la de 2011 es considerada para ‘Las Luces’ como una añada de guarda eterna, ligeramente reductiva. Un vino lleno de matices por su gran longevidad, aunando el terroir y la variedad adaptada a estas gravas de altura, con notas de piel de naranja, grafito, monte bajo, frutos silvestres, con predominio de balsámicos y suave madera que le otorga gran elegancia y finura. Un vino complejo, redondo y equilibrado, de capa media-alta de tonalidad cereza y con una boca muy viva y larga.
La elaboración de ‘Libro once. Las Luces’
Tras la vendimia, se realizó una posterior selección en mesa. Y es que, según explica Isabel Galindo, directora técnica de Las Moradas de San Martín, “sólo si se garantiza una calidad excelente ya desde la entrada de la uva en la bodega se elabora con vocación de ‘Las Luces’”. A continuación, se separaron los raspones y se encubó directamente. Allí aguardaron las uvas hasta que, de forma natural con las levaduras propias, arrancó la fermentación, realizando durante dos semanas controles de temperatura para no perder sus aromas y sin intervención para evitar extracciones.
Después, pasó a barricas nuevas europeas de 500 litros de tostados ligeros donde realizó la maloláctica, sobre lías, también con bacterias autóctonas durante 18 meses y de forma espontánea. Además, ‘Las Luces’ pasó tres inviernos en bodega para limpiarse de forma natural. Finalmente, se embotelló sin clarificar, ni filtrar.
Un etiquetado que rinde tributo a la literatura
El uso de la literatura para transmitir la esencia de sus vinos a través de escritores como Lorenzo Silva, Marta Rivera, Ramón Acín, Óscar Sipán, Ángeles Caso, Luz Gabás o Andrés Trapiello, es otra de las particularidades del etiquetado de los vinos de la bodega de la D.O Vinos de Madrid.
En esta ocasión, para su etiqueta, se ha escogido un fragmento del relato que Andrés Trapiello ha escrito sobre Madrid y su luz para Las Moradas de San Martín. Y es que, según Luis Nozaleda, director general de Grupo ENATE, “bebiendo de la historia de estas tierras madrileñas vinculadas a grandes escritores del Siglo de Oro español, ‘Las luces’ busca ser reflejo de la luz de Madrid, por ser la primera ciudad española en ostentar la distinción de Paisaje de la Luz, de valor universal excepcional”.
Viñedos centenarios y respeto por el medio ambiente
Las Moradas de San Martín, rodeada de viñedos centenarios de garnacha, es una bodega respetuosa con el medio ambiente, que realiza prácticas de viticultura biodinámicas y cuenta con las certificaciones en cultivo orgánico. Sus vinos se elaboran de forma artesanal y manteniendo el respeto por la uva en todas las fases. Para ello, utilizan dos variedades: la garnacha centenaria y la albillo real. Además, se encuentra dentro de la zona ZEPA 56 (Zona de Especial Protección para las Aves), un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona.
La parcela “La Centenera” se encuentra a casi 900 metros de altura sobre suelos graníticos, arenosos de arcosas e ígneas con mucho afloramiento rocoso. Según explica Isabel Galindo, directora técnica de Las Moradas de San Martín, “esta arena suelta permite a las raíces de nuestras garnachas profundizar a más de 2,5-3 metros para buscar agua y mantener su calidad en los meses más secos del verano, acostumbrada al secano tradicional”.
Este viñedo, plantado en 1908 con una superficie de 3,16 Has, cuenta con fuertes vientos frescos del noroeste, coronando un altiplano de montaña, con pH ligeramente ácido, formación en vaso y estricto secano. Este terroir tan particular proporciona la esencia de Las Moradas, materia prima que madura mejor por el contraste térmico día/noche, los vientos, la presión y esos suelos tan pobres en materia orgánica que equilibran una baja producción, pero de diferenciada calidad. En este sentido, la directora técnica de Las Moradas explica que “así obtenemos una uva de una calidad excelente, con impecable acidez, buena maduración y gran equilibrio y estado sanitario que nos da unos vinos muy personales que envejecen muy elegantemente en el tiempo, no siendo lo natural con esta variedad en otras zonas”. Un viñedo que, desde hace 20 años el equipo de Viticultura de la bodega madrileña trabaja mediante técnicas ecológicas y biodinámicas.
El lugar escogido para la presentación de ‘Libro once. Las Luces’ ha sido el Hotel Mandarín Oriental Ritz, junto al Paseo del Prado y el Buen Retiro, con el que la ciudad de Madrid entró a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO por Este Paisaje de la Luz.